El nuevo presidente de Bolivia, Carlos Mesa, responsabilizó al poder político por los enfrentamientos entre manifestantes y militares de los últimos días, que dejaron al menos 69 muertos y decenas de heridos. “La responsabilidad última sobre la decisión que se toma es responsabilidad del poder político y es la responsabilidad del Estado. Creo que no podemos pretender deslindar la responsabilidad aún en la evidencia de que el movimiento social generó una violencia muchas veces desmesurada, irracional y muy peligrosa”, afirmó Mesa.