Cada llamada por teléfono móvil en el mundo en desarrollo equivale a una bocanada de aire fresco para el sector de tecnologías de la información y las comunicaciones, una industria de naciones ricas con dificultades desde hace más de tres años.
La expansión de la telefonía celular en los países del Sur en desarrollo, que ya concentra unos 500 millones de suscriptores, ha sido en la práctica la única noticia halagüeña de los últimos tiempos para las empresas de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC), según estudios oficiales.
Ese rubro ostenta también el mejor comportamiento en la industria, pues a fines de 2002 la cantidad de usuarios al servicio móvil ascendió en el mundo a 1.155 millones, superando por primera vez a las unidades de línea fija, que sumaban entonces 1.129 millones.
Sin embargo, lo más significativo es que 46 por ciento de los suscriptores de los teléfonos móviles viven en países en desarrollo, apuntó Hamadoun Touré, director de la oficina de desarrollo de las telecomunicaciones en la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT).
La tendencia del mercado y los problemas que la industria afronta alientan esperanzas de que el despegue vendrá desde el mundo en desarrollo, siempre que demos los pasos correctos, insistió el funcionario.
Es que la endeblez de la industria se hizo evidente en los salones donde se expone esta semana Telecom Mundial 2003, una muestra de los avances técnicos del sector que se realiza cada cuatro años en Ginebra.
Los problemas para la industria comenzaron en la primera mitad de 2000, cuando se desplomaron los valores bursátiles de las compañías de alta tecnología. A eso se sumaron escándalos financieros y quiebras, de empresas como WorldCom y Global Crossing.
Los analistas de la UIT calculan que los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos, el brote del síndrome respiratorio agudo-severo y la invasión a Iraq también influyeron en la recesión del sector.
Los efectos se sintieron en 2001 con la caída de la tasa de crecimiento de nuevas suscripciones telefónicas, un indicador que se precipitó aún más en 2002.
Las cifras de la telefonía móvil tampoco son tan satisfactorias como las presentan los expertos de la UIT. El número de nuevos suscriptores en todo el mundo se encuentra en declinación desde 2001. Es la primera vez que ocurre desde que se lanzó la red celular móvil, hace 20 años.
Algunos analistas en telecomunicaciones atribuyen el cambio de tendencia al supuesto comienzo de una saturación del mercado en los países industrializados. El número de líneas fijas disminuyó en 2002 en esos países.
Esa reducción se atribuye en parte al reemplazo de líneas fijas por suscripciones móviles y a la caída de la demanda de un segundo teléfono a causa de la creciente disponibilidad de conexiones de banda ancha, que permite un mayor y rápido tráfico de datos y comunicaciones a través de Internet.
Pero también ha disminuido la tasa de aumento de usuarios de Internet, la red mundial de computadoras, que ascendió a 44 por ciento en 2000, a 26 por ciento en 2001 y 16 por ciento en 2002.
El estancamiento de la conexión a Internet en las naciones industrializadas obedece sólo al desinterés de quienes nunca accedieron, a diferencia del Sur, donde las causas se identifican en problemas persistentes de conectividad y de disponibilidad de recursos, además de la falta de conocimientos prácticos.
A pesar de todas esas malas noticias, la industria de las TIC sigue siendo rentable, pues sus ingresos crecieron a razón de 5,5 por ciento por año entre 1999 y 2003, aclaró Tim Kelly, jefe de la unidad de estrategia y política de la UIT.
Por su parte, el secretario general de la UIT, Yoshio Utsumi, diagnosticó que la industria se encuentra en un punto de inflexión. Y trata de entender cuáles fueron los errores.
En la actualidad, afronta una competencia intensa, la erosión de los precios, el exceso de capacidad y busca una nueva dirección, definió.
Utsumi aceptó que este año participan menos expositores en Telecom Mundial 2003 que en 1999. Entre los desertores figuran empresas de primera línea en la actividad, como Alcatel, Nokia y Ericsson.
El rumbo del sector es trazado para los próximos años por la UIT, una organización particular que, además de 189 estados miembros, acoge a 650 representantes de la industria de las TIC, a otros operadores privados y a radio y teledifusores.
El jefe de la UIT dijo que corresponde identificar a las naciones y las tecnologías que podrán estimular el crecimiento de la industria. Entre las tecnologías por explotar mencionó la banda ancha y la comunicación inalámbrica.
Pero Touré insistió en las perspectivas que ofrecen los mercados emergentes para la recuperación de la industria.
China, por ejemplo, posee el mayor mercado de telefonía móvil del mundo. Este año se han incorporado cada mes a ese servicio cinco millones de nuevos suscriptores en ese país. Por su parte, Rusia sumó sólo en agosto 1,6 millones de nuevos abonados al sistema móvil.
Africa también presentó una tasa de crecimiento del servicio móvil superior a todas las demás regiones durante los últimos cinco años.
Hasta agosto de 2001, Nigeria, la nación más poblada de Africa con 124 millones de habitantes, tenía una de las tasas de teledensidad más bajas del mundo.
Pero en cuanto comenzaron a funcionar las 15 licencias de explotación de sistema móvil otorgadas por el gobierno de ese país en febrero de 2001, los indicadores cambiaron de manera radical.
En diciembre de 2001 Nigeria tenía alrededor de 400.000 suscriptores de telefonía móvil, una cifra apenas inferior a las 540.000 líneas fijas que se habían instalado durante 40 años.
En Gabón, la cantidad de abonados al servicio móvil supera ocho veces a las líneas fijas. El primer país del mundo donde las suscripciones móviles sobrepasaron a las fijas fue Camboya, a partir de 1999.