La Organización Mundial del Comercio (OMC) debe ser refundada dentro del sistema de las Naciones Unidas, planteó este jueves Ubuntu, el Foro Mundial de Redes de la Sociedad Civil, cuyo nombre significa humanidad.
Así, los temas comerciales serían tratados bajo coordinación de un organismo de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) responsable de asuntos económicos, sociales y ambientales, alegó Ubuntu, presidido por Federico Mayor Zaragoza, ex director de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).
Ese organismo de la ONU debería estar, a su vez, bajo las directrices políticas de la Asamblea General del foro mundial, indicó el grupo, con sede en la nororiental ciudad española de Barcelona.
Lograr ese objetivo sería un paso en un proceso de profunda reforma del sistema de instituciones internacionales, cuyo fin último debe ser volver a poner al ser humano, y no al interés económico, en el centro de sus objetivos y acciones.
Firmaron la propuesta, además de Mayor Zaragoza, el lingüista estadounidense Noam Chomsky, la académica estadounidense-francesa Susan George, directora del Instituto Transnacional, la francesa Danielle Mitterrand, presidenta de France Libertés, y la tanzania Fatma Alloo, directora de Alternativas para el Desarrollo Femenino por una Nueva Era.
También el egipcio Mohammed Fayek, presidente de la Organización Arabe por los Derechos Humanos, el ex presidente portugués Mario Soares, presidente del Consejo Directivo de IPS, y el periodista Roberto Savio, fundador y director emérito de IPS.
Los firmantes afirmaron que en la fallida V Conferencia Ministerial de la OMC, del 10 al 14 de septiembre en el sudoriental balneario mexicano de Cancún, constataron en primer lugar la insensibilidad de los países desarrollados ante los graves problemas relativos a las necesidades básicas de la mayoría de la población mundial.
Pero también la fuerza de los países en desarrollo actuando unidos, para resistir a todo tipo de presiones y oponerse a un acuerdo que sólo hubiese beneficiado a los intereses de los países ricos del mundo, sin afrontar los graves problemas económicos, sociales y ambientales que hoy tiene planteados la humanidad, indicaron.
Y en tercer lugar, que la eficacia de una organización se basa en negociar y alcanzar acuerdos fundados en principios democráticos que beneficien a todos, en particular a los más débiles, aseveraron los firmantes de la declaración.
La OMC ha procedido, lamentablemente, en sentido contrario y ello es particularmente grave porque los problemas que debe abordar son esencialmente políticos y, además, fundamentales para conseguir un desarrollo humano sostenible en el mundo, puntualizaron.
La Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) de España expresó de inmediato su apoyo a la iniciativa de Ubuntu.
El director de Relaciones Internacionales de la COAG, Javier Sánchez, representante de ese grupo en la reunión de Cancún, recordó a IPS que ya en 1947, cuando fue fundado el Acuerdo General de Aranceles y Precios (GATT), predecesor de la OMC, se planteó su incorporación a la ONU y Estados Unidos se opuso.
En aquel año, 23 países constituyeron el GATT, que en 1995 se transformó en la OMC, integrada en la actualidad por 146 Estados.
Sánchez comentó que anticipar si la propuesta de Ubuntu tendrá éxito o no sería jugar a las adivinanzas, pero subrayó que la COAG considera que la ONU es el marco idóneo para ejercer la soberanía alimentaria y cambiar el actual sistema que produce miseria en el mundo.
Al preguntarle si una mayor liberalización del comercio perjudicaría a los productores europeos, al privarlos de los subsidios que actualmente reciben, contestó que el comercio internacional de productos alimenticios equivale a sólo 10 por ciento de la producción mundial, y que el problema hay que resolverlo vía ONU, sin falsedades.
También consideró muy positiva la iniciativa David Alvarez, presidente de la Coordinadora de Organizaciones No Gubernamentales para el Desarrollo, que agrupa a todos los grupos españoles de ese tipo.
Los pueblos del mundo podrían tener el peso que se merecen, si se incluyese a la OMC en la ONU y se democratizase a esta última, dijo Alvarez a IPS.
La economía y el comercio deben estar al servicio de la humanidad, con respeto a la soberanía alimentaria, ya que muchas veces se impide a los países del Sur (en desarrollo) exportar sus productos a Estados Unidos y a la Unión Europea, opinó.
Es inadmisible que quienes reivindican las reglas del libre comercio sean quienes ponen trabas al comercio de los países en desarrollo, a través de subvenciones y medidas arancelarias y paraarancelarias, concluyó el activista.
Ubuntu es una organización no gubernamental integrada por personalidades de varios países.
Según su fundador, Mayor Zaragoza, su actividad es necesaria porque el siglo XXI se encuentra frente a un proceso de 'globalización' que, mediante acuerdos, fusiones y trabajo conjunto de redes internacionales de grandes empresas financieras, industriales y de servicios influye en el resto del mundo.
Esa situación plantea la necesidad de que otro actor del contexto internacional, la llamada 'sociedad civil', se articule globalmente con la finalidad de incidir en los temas de la agenda mundial que le afectan cotidianamente, añade el ex director de la Unesco.
Es por ello que deben unirse todas las voces de forma que alcancen la magnitud apropiada para ser escuchadas, y hacer posible la interacción que favorezca la presencia del 'sentido humano' en la acción política, social, cultural y económica, concluye.
Ubuntu es una antigua palabra africana para designar humanidad, compartir, tener en cuenta y estar en armonía con toda la creación. Como ideal promueve la cooperación entre individuos, culturas y naciones, según la definición del grupo en Internet, la red mundial de computadoras.
