La OMC, apenas un mes después del ruidoso derrumbe de la conferencia ministerial de México, se dispone a relanzar las negociaciones y para ello comenzará la semana próxima las consultas sobre agricultura, el asunto más espinoso.
El mecanismo de consulta se pondrá en marcha inmediatamente después de la sesión formal del Consejo General de la OMC (Organización Mundial del Comercio), prevista para el martes próximo, informó a IPS el presidente de ese organismo, Carlos Pérez del Castillo.
Una reunión informal de jefes de delegaciones de los 146 países miembros de la OMC celebrada este martes otorgó el visto bueno a la propuesta de Pérez del Castillo, que según este negociador uruguayo, fue bien recibida.
Creo que hubo unanimidad en la convicción de que ha llegado el momento de retomar este proceso con base en las ideas que he sugerido, agregó.
Pérez del Castillo anunció que entablará consultas en diferentes formatos y sostendrá reuniones con bloques regionales y con otros grupos de países. En toda la gestión se actuará con transparencia y participación, aseguró.
La primera ronda de consultas incluirá, además de agricultura, otros asuntos críticos que también fueron responsabilizados del fracaso de la V Conferencia Ministerial de la OMC, realizada sin resultados concretos del 10 al 14 de septiembre en el sudoriental balneario mexicano de Cancún.
Esos otros aspectos candentes son el comercio del algodón, la reducción de los aranceles que se aplican a los productos industriales y los llamados temas de Singapur, que abarcan inversiones, competencia, facilitación del comercio y transparencia de compras gubernamentales.
La cuestión del algodón llegó a la OMC por un reclamo de cuatro países africanos, Benín, Burkina Fasso, Chad y Malí, que objetan los subsidios por unos 3.600 millones de dólares percibidos por 25.000 productores estadounidenses del sector.
El intervencionismo de Washington ha deprimido los precios internacionales del algodón y perjudicado a unos 12 millones de cultivadores africanos que sólo dependen de ese producto, alegaron los cuatro países.
Luego de una primera ronda de consultas sobre agricultura para poner a prueba la voluntad y la flexibilidad que tienen los gobiernos en esta materia, Pérez del Castillo iniciará una rueda de conversaciones sobre los otros tres temas.
Una vez concluido ese examen, el negociador uruguayo insistirá con una segunda ronda sobre todas las cuestiones. Voy a mantener un enfoque horizontal para que los resultados en unos asuntos puedan tener influencia en los otros, explicó.
En el caso específico de la agricultura, las consultas tienden a conseguir una base de entendimiento en torno a las modalidades que orientarán las negociaciones para profundizar la liberalización del comercio de ese sector, iniciadas en enero de 2000 y programadas para concluir el 1 de enero del 2005.
En esa misma fecha vence el plazo para la finalización del resto de las negociaciones pendientes en la OMC, llamada Ronda de Doha por haber sido lanzada en la conferencia ministerial de 2001 que sesionó en esa capital de Qatar.
A lo largo de todo el proceso de Doha surgieron diferencias insalvables entre los intereses comerciales de distintos países o grupos de naciones, aunque la división se profundizó al llegar a Cancún.
Estados Unidos y la Unión Europea, unas semanas antes de la cita del balneario mexicano, establecieron una alianza en torno a la cuestión agropecuaria, un sector en el que esas dos potencias comerciales aplican fuertes políticas proteccionistas.
La reacción de otras naciones modificó la tradicional relación de fuerzas en la OMC con la aparición de un grupo de países en desarrollo, a veces denominado G-20 Plus, otras G-22 e inclusive hasta G-17, que reclamó la eliminación de las barreras de los países del Norte al comercio agrícola.
En ese nuevo grupo participan países emergentes en el campo comercial, como China, India, Sudáfrica, Brasil y Argentina.
El jefe negociador de India, K. M. Chandrasekhar, aceptó que el número de miembros del grupo ha variado desde que fuera lanzado a fines de agosto en Ginebra.
Algunos se alejaron y otros se incorporaron, pero ese no es el problema fundamental, dijo el diplomático. La cuestión básica es saber si podemos trabajar juntos como grupo y conseguimos que resalten los temas que nos preocupan, agregó.
Chandrasekhar confirmó que el grupo sostendrá reuniones para examinar las consultas sobre agricultura que la OMC relanzará la semana próxima. Trataremos de precisar cuál será nuestro mejor aporte para estimular las discusiones, dijo.
En contraste con la disposición al diálogo expuesta por el negociador indio, fuentes de Estados Unidos y de la Unión Europea habían atribuido anteriormente al nuevo grupo de países en desarrollo una actitud intransigente y radical.
En un resumen de los debates, funcionarios comerciales dijeron que predominó un compromiso con el mantenimiento del sistema multilateral del comercio, en especial de tres países africanos Benín, Botswana y Marruecos, y también de Bolivia, que hablaron en la sesión de este martes.
Luego del fracaso de Cancún, en la OMC y en algunas capitales se expresaron temores por la suerte del sistema multilateral a causa de los anuncios del representante de Comercio de Estados Unidos, Robert Zoellick, de que su país se concentraría en la concertación de acuerdos bilaterales y regionales.
También la Unión Europea hizo saber que se dispone a revisar su estrategia comercial a la luz de los resultados de Cancún.
Carlo Trojan, el representante del bloque europeo ante la OMC, dijo que, mientras se realizan en Ginebra las consultas conducidas por Pérez del Castillo, la UE mantendrá discusiones internas sobre su posición en la etapa posterior a Cancún.
En un ejercicio de reflexión y consultas internas reconsideraremos nuestra posición, inclusive de los temas de Singapur y de la manera en que eso afecta nuestro enfoque estratégico, dijo Trojan.