COMERCIO-AMERICA: El Caribe no cree en el ALCA

Cuando faltan apenas 15 meses para la prevista inauguración del Area de Libre Comercio de las Américas (ALCA), los países del Caribe advierten que las negociaciones aún no han resuelto unos 7.000 puntos de conflicto.

El diálogo hacia el ALCA, que podría constituirse en el mayor acuerdo comercial del mundo, comenzó en 1998, pero el ritmo ha sido menor al previsto.

En la próxima etapa de negociaciones, asuntos como el tratamiento diferencial a los países menos avanzados del continente, el acceso a los mercados, la agricultura, los servicios y la inversión deberían priorizarse, según los países del Caribe.

Deberán diseñarse nuevas estrategias para asegurar que el ALCA se constituya el 1 de enero de 2005, dijo a IPS el ministro de Comercio de Trinidad y Tobago, Kenneth Valley.

El ministro trinitario propuso adoptar ”una agenda más simple” para las futuras deliberaciones, que ”abarque el equilibrio entre las demandas, ambiciones, preocupaciones y sensibilidad de todos nuestros países”.

La mayoría de los 34 países que negocian el ALCA apoyan la creación del bloque, según Valley, quien, no obstante, advirtió que existe ”un sentimiento general de que el actual 'impasse' en las negociaciones tornarán imposible completar las negociaciones en todas las áreas”.

Los ministros de Comercio intentarán el 20 y 21 de noviembre de noviembre en Miami dar una dirección, un marco y un cronograma para las negociaciones que deberán concluir en enero de 2005.

”Podemos dar un ejemplo al mundo. Aún seguimos comprometidos con la creación de un sistema multilateral de comercio equitativo”, afirmó Valley.

”Digo más. Percibo un ALCA adecuadamente diseñado como fundamental para derrotar una de las mayores desventajas de las economías de la Comunidad de Naciones del Caribe (Caricom): sus pequeñas magnitudes”, dijo.

Mientras, Estados Unidos se manifestó ”altamente comprometido con el logro de un ambicioso y completo” cronograma en la reunión en Miami, dijo el principal negociador de Washington, Ross Wilson.

Es necesario alcanzar la integración del hemisferio occidental ”para que esta región se beneficie de la economía moderna y globalizada”. ”Debemos ser ambiciosos para vincular nuestros mercados, productos y servicios”, agregó Ross.

El proyecto del ALCA comprende 800 millones de consumidores y un producto interno bruto total de 14 billones de dólares. Participan en él todos los países de América excepto Cuba.

Los países de Caricom ven en el ALCA una oportunidad de asegurar a sus productos y servicios un acceso favorable a los mercados más ricos del hemisferio occidental, en especial Estados Unidos.

El ALCA brinda a América una oportunidad de abrir sus mercados, demoler barreras comerciales y reducir tarifas, pues la Conferencia Ministerial de la Organización Mundial del Comercio (OMC) perdió el mes pasado en Cancún, México, la oportunidar de dar un paso significativo, según Wilson.

Los 34 países que negocian el ALCA no deben ”repetir ese error”, advirtió.

Las negociaciones en Cancún fracasaron cuando el flamante Grupo de los 22, que reúne a países en desarrollo, rechazaron la pretensión de los países del Norte industrial de mantener sus elevados subsidios agrícolas.

”Antes de Cancún y durante la conferencia ministerial, los países ricos estaban convencidos de que los pobres podrían ser presionados, intimidados y, si era necesario, comprados”, dijo el ex secretario general de Caricom y ex jefe del intergubernamental Mecanismo de Negociación Regional del Caribe, Shridath Ramphal.

Los países de Caricom ”no pueden ganar en Cancún y perder en el ALCA”, advirtió Ramphal, quien recomendó desconfiar de las propuestas del Norte industrial.

”En el Caribe y en el mundo en desarrollo necesitamos una revisión post-Cancún de la escena negociadora mundial, así como una nueva estrategia. Ganamos la batalla de Cancún, pero la guerra no terminó aún”, dijo.

Brasil, que jugó un gran papel en el Grupo de los 22, pretende que el acceso directo a los mercados sea prioritario en la agenda del ALCA.

Por su parte, Estados Unidos quiere incluir entre las prioridades el intercambio de bienes y servicios y excluir de ellas los subsidios agrícolas, que, dice, deben ser considerados en la OMC.

Otro punto de desacuerdo es que el Caribe, apoyado por Costa Rica y Venezuela, pretenden que la sede del ALCA se fije en Trinidad y Tobago, mientras Estados Unidos propone a Miami. Esa ciudad está en el sudoriental estado de Florida, cuyo gobernador es Jeb Bush, hermano del presidente George W. Bush.

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