Filmes de largo y cortometraje de 22 países convocan este año al festival internacional de cine de Paraguay, casi la única posibilidad en este país de acceder a producciones alternativas a las más comerciales de Hollywood, que inundan las carteleras todo el año.
El Festival Internacional de Cine Arte y Cultura, que se extenderá hasta el 16 de este mes en Asunción, ya cumplió con las expectativas de críticos y espectadores por la gran variedad y calidad vista en la primera semana de exhibiciones.
Esta muestra anual organizada desde 1990 por la Fundación Cinemateca y Archivo Visual del Paraguay con el nombre de Festival Cinematográfico Internacional de Asunción había faltado a la cita en 1999 y en 2000 debido a problemas de financiación.
Pero en 2001 volvió al ruedo con el nuevo nombre y en la modalidad no competitiva, pero con el voto del público a la mejor película. En las primeras nueve ediciones se entregaron 65 premios Panambí, vocablo que en guaraní que significa mariposa, a las diversas producciones y personalidades participantes.
La gran expectativa de esta edición 2003 está centrada en la película local, realizada en coproducción con Argentina, ”Estudio para una siesta paraguaya”, rodada en formato digital y que será exhibida en ese soporte.
Fue dirigida por Lia Danzker, con la participación de un grupo de estudiantes del Centro de Experimentación y Realización Cinematográfica (CERC), del Instituto de Cine y Artes Audiovisuales de Argentina (INCAA).
”Queríamos innovar en cuanto a los estilos de trabajo que nos enseñan en la escuela, con roles no tan definidos y que no viniera todo estipulado desde el guión y el director. Queríamos experimentar en aspectos técnicos y también entrar en temáticas que nos involucraran”, dijo a IPS Eugenia Blanc, productora del filme.
Así nació la idea de retratar penurias, alegrías y preocupaciones de la gran colectividad paraguaya en Buenos Aires y, para lograr fidelidad, los realizadores se contactaron con miembros de esa colectividad, de entre quienes surgieron los intérpretes, que por supuesto no son actores profesionales.
En la programación del festival se incluye la polémica película francesa ”Irreversible”, de Gaspar Noé y con las actuaciones de Mónica Bellucci, Vincent Cassel y Albert Dupontel, que fuera selección oficial el año pasado en el Festival de Cannes.
También se exhibirán las estadounidenses ”Monster's Ball” (Cambio de vida), de Marc Forster, por la cual la actriz Halle Berry obtuvo el premio Oscar de la Academia de Hollywood, y ”Mulholland Drive (El camino de los sueños), de David Luynch.
Otra producción presente será la cinta bosnia ”No Man's Land” (En tierra de nadie), de Danis Tanovic, ganadora del Oscar a la mejor película extranjera en 2002.
El país más representado será Argentina con ”El bonaerense”, de Pablo trapero, ”Mercano el Marciano”, de Juan Antín, ”Tan de repente”, de Diego Lerman, y ”Un oso rojo”, del uruguayo Adrián Caetano.
También se verá una programación compuesta de cinco cortometrajes procedentes de México, Argentina y Paraguay.
El hecho de que este festival internacional sea casi la única oportunidad para ver producciones de alta calidad, muchas de ellas latinoamericanas o europeas, es atribuido por algunos críticos a la falta de visión empresarial para tentar a los espectadores más allá de éxitos seguros.
Para el productor y director Hugo Gamarra, fundador y director general de la muestra, el papel que cumple cualquier festival es, en principio, el de ofrecer un cine que no llega por las vías comerciales.
”Nuestro rol es bastante primario comparado con otros festivales, como por ejemplo el de cine independiente que se realiza anualmente en Buenos Aires”, comentó Gamarra a IPS.
Explicó que algunos de los filmes que este año se exhibirán en Asunción son ”películas con premios Oscar encima y no entiendo cómo es que no fueron estrenadas, porque tienen potencial comercial”.
Sin embargo, Gamarra aclaró que el fenómeno tiene múltiples respuestas, y que ninguna de ellas es definitiva.
Uno de esos factores involucra tanto a los distribuidores como a los dueños de las salas. El director afirmó que en Paraguay estos sectores ”no se preocupan mucho por la diversificación de la oferta en el mercado y sólo apuestan a lo seguro y están dependientes de los éxitos que les vienen servidos”.
Gamarra también explicó que el fenómeno que se vive en Paraguay se observa también en gran parte del mundo, con pantallas ocupadas casi en 80 por ciento por películas producidas por la industria cinematográfica estadounidense.
”Al haber una oferta constante de este tipo de cine, eso es lo que consume el espectador. Entonces, el público se va colonizando y espera sólo eso, pues el gusto se cultiva”, subrayó.
”Existen películas que nosotros denominamos productos comerciales y productos de arte. La propia definición ya da la explicación de porqué funcionan más los primeros”, explicó a IPS Javier Bernardes, titular de Filmagic Entertainment, que representa y distribuye películas de Buena Vista International y de United International Pictures.
”Viendo la pirámide poblacional; se observa que el nuestro es un país con una gran mayoría de jóvenes. Y este público lo que más busca es entretenimiento”, continuó.
Bernardes indicó también que en otras plazas, como Buenos Aires, un sector del público busca alternativas artísticas. ”Por más pequeña que sea esta porción, es suficiente cantidad de público para que se justifique el estreno de títulos no comerciales”, afirmó.
En cambio, el crítico de arte, teatro y cine Jesús Ruiz Nestosa sostuvo que la falta de alternativas en la cartelera cinematográfica paraguaya se suscita solamente por una cuestión de ”miopía empresarial”.
Los distribuidores ”solamente apuestan a lo seguro”, apuntó.
”Ellos dicen que el público pide cine comercial, y esto no es cierto y me consta. Sigo creyendo en nuestra gente, pero en quienes no creo es en nuestros distribuidores”, disparó Nestosa, encargado de la cátedra de apreciación cinematográfica en el Instituto Paraguayo de Arte y Ciencias de la Comunicación (IPAC) y en la Universidad Americana.
Mientras, Marlene Aponte, del matutino asunceño ABC Color, dijo a IPS que de lo mejor proyectado hasta ahora en esta edición del festival es la producción francesa ”Ça commence aujourdohui” (Todo comienza hoy), de Bertrand Tavernier.
”Esta película nos enfrenta con una dura y palpable realidad, la pobreza, un flagelo que día a día acecha a más personas, siendo los niños las víctimas más vulnerables”, expreso la especialista.
Sin embargo, Aponte destaca que la situación planteada en la cinta ”contrasta con el mensaje de esperanza, que a fin de cuentas es el motor de quienes no se rinden”.
Otro título destacado por Aponte fue ”La boda” (Monsoon Wedding), de la realizadora Mira Nair. ”Es una comedia fresca que pone en el tapete las relaciones de pareja y familia en una sociedad que sigue las tradiciones, como la hindú, pero que también está adaptada a los tiempos que corren”, comentó.
Para Carlos Giménez, crítico del diario La Nación, la producción argentina ”Un oso rojo”, de Caetano, es lo mejor que vio en la primera semana, ”por la calidad narrativa y el buen nivel de interpretación”.
El experto afirma que la cinta ”tiene una narración atrapante, ya que se trata de un western urbano cercano a las realidades sociales marginales de Argentina. Sin dudas, un buen relato de ficción”, opinó. (