La Organización de Estados Americanos (OEA) ha asumido un compromiso urgente de lucha contra la pobreza, la exclusión social y la desigualdad en la Declaración de Margarita, que será formalmente adoptado por sus 34 gobiernos este viernes.
Esa declaración final de la Reunión de Alto Nivel de la OEA sobre Pobreza, Equidad e Inclusión Social llamará a dar prioridad a los grupos más vulnerables, como los indígenas, las mujeres y los niños y niñas, según el borrador que reunió consenso este jueves en la Isla de Margarita, del caribe venezolano.
El secretario general de la OEA, César Gaviria, el presidente del Banco Interamericano de Desarrollo, Enrique Iglesias, y el secretario permanente del Sistema Económico Latinoamericano, Otto Boye, habían advertido sobre la pobreza como amenaza para la democracia en la región, pero opinaron también que es un desafío superable con voluntad política.
Los embajadores de Brasil y Venezuela ante la OEA, Valter Pecly y Jorge Valero, dijeron por separado a IPS que la cita en producirá un compromiso en ruta hacia una nueva Carta Económica y Social de las Américas, pero no pautaría en lo inmediato programas o medidas para los gobiernos y grupos subregionales.
En la Declaración de Margarita, los gobiernos del hemisferio excepto el de Cuba, excluido de la OEA, comenzarán por afirmar su ”determinación y compromiso de combatir de forma urgente los graves problemas de la pobreza, la exclusión social y la inequidad, que afectan en distinta medida a los países del hemisferio”.
En la reunión se destacó que, según cifras de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, de los casi 500 millones de habitantes de la región, unos 220 millones viven en la pobreza, y de ellos 90 millones en la pobreza extrema o indigencia.
En segundo término, los gobiernos se comprometerán a fortalecer políticas y programas que faciliten la inclusión social y reiterarán su obligación especial con la familia, por reconocerla como núcleo básico de la sociedad, y con los grupos más vulnerables, como las mujeres, la infancia y las comunidades indígenas.
Para favorecer a los pobres, la Declaración pedirá enfatizar el desarrollo sostenible y formar un sistema comercial internacional equitativo, no proteccionista y no discriminatorio.
También destacará el aporte que puede provenir de la ayuda oficial al desarrollo desde países industrializados, y del alivio de la deuda externa.
La región debe 740.000 millones de dólares, según dijo Boye, es decir casi el doble que las exportaciones anuales del subcontinente, que suman unos 398.000 millones de dólares.
El borrador aprobado proclama que se redoblarán esfuerzos para que los gobiernos nacionales trabajen con los municipales y regionales, así como ”con el sector privado y demás actores de la sociedad civil, para lograr una distribución más equitativa de los ingresos” y también para reconocer ”el potencial de las economías locales como motor del crecimiento”.
Se prometerá promover el intercambio de experiencias y de ”las mejores prácticas que contribuyan a la eliminación de la pobreza y la disminución de las brechas sociales”, así como la coordinación entre organismos y agencias regionales de desarrollo.
Los autores del borrador enfatizaron la importancia del buen gobierno, la transparencia de la gestión pública y la rendición de cuentas. ”Muchas veces no se gasta poco sino que se gasta mal en América Latina”, opinó Iglesias cuando intervino en el foro.
La lista de asuntos que es preciso atender carece de sorpresas: ”Daremos prioridad a la eliminación del hambre, al acceso a una alimentación adecuada y agua potable, a servicios sociales básicos para todos, y con atención especial a la educación de calidad y a la protección social de la salud”.
Se consideran claves el acceso a los avances de la ciencia, la tecnología y la innovación, así como la promoción del trabajo ”digno, productivo y decente”, el mejoramiento de las condiciones laborales, la creación de oportunidades de empleo y la elevación de la calificación de los trabajadores.
La Declaración de Margarita debe ser incorporada como insumo para el trabajo de las distintas comisiones dela OEA volcadas sobre materias económicas y sociales, se concluyó.
