La V Conferencia Ministerial de la Organización Mundial del Comercio (OMC) en el sudoriental balneario mexicano de Cancún terminó este domingo de forma abrupta y sin acuerdos, y se abre un gran interrogante sobre el futuro de la negociación internacional en la materia.
Las negociaciones fracasaron, las posiciones están muy distantes y no hay posibilidad de lograr un acuerdo, al menos por ahora, señalaron delegados de algunos gobiernos. Los diálogos continuarán en Ginebra, sede de la OMC, informaron.
El sabor a fracaso con que terminó la reunión de cinco días produjo una explosión de alegría entre delegados de organizaciones no gubernamentales (ONG) que gritaron, saltaron y hasta bailaron al enterarse del colapso de la reunión.
Los ministros de Comercio de los 146 Estados miembros de la OMC esperaban lograr un acuerdo este domingo o seguir reunidos el lunes, pero tras varias horas de negociación, las divergencias se mantuvieron sin que pudiera resolverlas el gobierno anfitrión de México, que intentó hasta el último momento acercar las posiciones.
"La reunión ministerial está colapsada. Se acabó. Nos vemos dentro de dos años en la próxima reunión ministerial", dijo a periodistas George Odour Ong'wen, miembro de la delegación de Kenia.
El canciller mexicano Luis Derbez, presidente de la Conferencia, expresó que no tenía sentido continuar la discusión de posturas irreconciliables.
Esta es la segunda conferencia fracasada de la OMC desde su creación en 1995. La anterior fue la tercera, realizada en 1999 en la noroccidental ciudad estadounidense de Seattle, en el marco de masivas protestas callejeras.
"Este es un triunfo de la razón, un triunfo de los países pobres y de la sociedad civil, pues no podíamos permitir que otra vez los ricos impusieran sus criterios y sus presiones", dijo a IPS Alberto Villareal, responsable de la campaña de comercio de la ONG ambientalista Amigos de la Tierra Internacional.
En el último tramo de las negociaciones los ministros trabajaron sobre un borrador de acuerdo presentado el sábado por funcionarios del gobierno mexicano, que no resolvía el tema de los subsidios agrícolas, ni ponía plazos para atender diversos compromisos de la llamada agenda de Doha, acordada hace dos años en la anterior conferencia de la OMC
Además, ese texto dejaba pendiente la posibilidad de nuevas negociaciones sobre inversiones y transparencia en las compras gubernamentales.
El borrador, elaborado con base en las posturas expresadas durante cuatro días de deliberaciones, decepcionó a casi todos. Los delegados de gobiernos trataron este domingo de modificarlo, pero no lograron consenso.
"Si no hay acuerdo aquí, es posible que nos vayamos a casa con las manos vacías, una gran deuda con los países en desarrollo y dudas sobre el futuro de la OMC", dijo a IPS, antes del colapso de la reunión, un miembro de la delegación de Brasil.
En las negociaciones persistieron hasta el último minuto discrepancias entre los países ricos y los menos desarrollados, pero también entre éstos últimos, señaló la fuente.
Desde el inicio de la cita se notó una marcada polarización que opuso a las grandes potencias, Estados Unidos, la Unión Europea (UE) y Japón, con un creciente grupo de países en desarrollo liderados por Brasil, India y China, llamado ahora Grupo de los 22 o G-22.
Tras el anuncio del fracaso, los delegados de Argentina, Brasil, Ecuador y Sudáfrica, miembros del G-22, dijeron a periodistas que ese grupo se mantendrá unido en las futuras negociaciones, sea donde fuere que se realicen. La negociación sobre el comercio agrícola no ha terminado, subrayaron. El borrador de declaración final tenía muchas limitaciones, reconocieron delegados de los gobiernos.
Ese documento, que pretendió acercar posiciones, reafirmaba el "compromiso" de cumplir con el objetivo de reducir las subvenciones agrícolas en los países desarrollados, pero sin mencionar plazos ni porcentajes.
Además, del texto se infería que la potencial reducción no se aplicaría de manera general, sino sólo para algunos productos.
Otro aspecto polémico, que irritó a activistas sociales, era que el documento extendía por un período indeterminado la llamada "cláusula de paz" que vence a fines de este año, y que impide presentar demandas ante la OMC contra los países industrializados por sus medidas de proteccionismo a la agricultura.
"Se quiere reinterpretar los mandatos de la declaración de Doha", y eso es inaceptable, señaló el canciller brasileño Celso Amorim.
En la mayoría de temas en los que se esperaba algún tipo de acuerdo, el borrador indicaba sólo la existencia de "compromisos" para continuar las negociaciones de Cancún en Ginebra, sede de la OMC, bajo la guía de la llamada Agenda de Desarrollo de Doha.
En la IV Conferencia de la OMC, realizada en la capital qatarí, se acordó avanzar hacia un sistema de comercio que ayude a los países en desarrollo a salir de su pobreza.
El plazo para atender los mandatos de esa reunión vence el primer día de 2005, pero varios observadores piensan que tal compromiso no se cumplirá, y ese pronóstico se fortalece tras el desenlace de la V Conferencia.
"La OMC anda con pies de plomo y cada vez se mueve menos, yo no le auguro un buen futuro", dijo Villareal.
Desde la conferencia de Doha, los gobiernos no se han puesto de acuerdo sobre los plazos y forma en que se pondría fin a los subsidios agrícolas, que entre Estados Unidos y la UE suman más de 1.000 millones de dólares por día.
"Frustración" y "desaliento" fueron algunas de las palabras que repitieron delegados de varios gobiernos al referirse al contenido del borrador.
Lo más optimista que se escuchó en algunas delegaciones es que el documento era un punto de partida paran seguir negociando.
En los pasillos de la conferencia se respiraba este domingo un clima de preocupación entre los delegados, muchos de los cuales advirtieron al iniciar la reunión que fracasar sería un duro golpe contra el sistema internacional de comercio, que empezó a forjarse a fines de los años 40.
"El único consenso hasta este momento es que el texto presentado no es aceptado por nadie", pero se está trabajando para pulirlo y alcanzar un acuerdo, dijo en la noche del sábado Keith Rockwell, portavoz de la OMC.
Para muchos activistas, el borrador era contrario a los intereses de los países en desarrollo. "Qué bueno que esto terminó sin acuerdo", dijo a IPS Alejandro Calvillo, portavoz en México de la ONG ambientalista Greenpeace.
"Europa y Estados Unidos están empujando a los países en desarrollo al abismo", y eso se veía ya en el documento base para la reunión de Cancún, comentó la coordinadora del grupo ambientalista internacional Amigos de la Tierra, Ronnie Hall.
Para Phil Bloomer, de la ONG británica Oxfam, las negociaciones en la OMC nunca volverán a ser como antes. Cancún fracasó por el poder y la cohesión de los países en desarrollo, dijo.