GUINEA BISSAU: Otro golpe derroca a un golpista

El militar que puso fin en Guinea Bissau al gobierno del presidente Kumba Yallah prometió encontrar una solución al caos económico y político, que llevó incluso a postergar la celebración de elecciones por falta de fondos.

Las fuerzas armadas ”tomaron esta decisión porque el gobierno estaba abusando de la constitución y parece incapaz de resolver los problemas”, dijo el general del ejército Verissimo Correia Seabre, cabecilla del golpe de Estado del domingo.

Seabre informó que el presidente Yallah se encuentra bajo custodia militar y que es libre de permanecer en el país o de exiliarse.

Soldados tomaron el domingo de mañana edificios estratégicos del gobierno en Bissau, donde declararon el derrocamiento del gobierno de Yallah, en el poder desde 2000.

”Hace tiempo que se veía venir” del golpe, dijo a IPS por teléfono el propietario de Radio Bombolom de Bissau, Angelo Regala. ”Había insatisfacción no sólo en el ejército, sino también entre la población civil.”

Guinea Bissau pasó en crisis económica y política todo el año pasado. Yallah disolvió el parlamento en diciembre para impedir la aprobación de una reforma constitucional que habría permitido someterlo a juicio político.

Además, hace 11 meses que los trabajadores del Estado, incluidos los militares, no reciben su salario. En las semanas anteriores al golpe, empleados públicos, médicos, educadores y trabajadores de servicios estuvieron de huelga.

Las elecciones legislativas estaban programadas para el 21 de octubre, luego de varias postergaciones. Pero ”creo que no hay posibilidades de que estas eleccions se celebren, porque, simplemente, no tenemos fondos”, sostuvo la secretaria ejecutiva de la estatal Comisión Electoral, Filomena Lobo de Pina.

El gobierno de Yallah, que en los últimos meses había cesado a varios ministros, estaba en crisis constitucional desde su inicio hace tres años.

El propio Yallah tomó el poder en 1999 tras el derrocamiento del presidente Nono Vierra, también general del ejército, en un golpe de Estado. Su gobierno se caracterizó por la represión a los opositores y el cierre de emisoras privadas de radio.

Hasta ahora, el golpe de Seabre ha sido incruento. Los soldados están en las calles y no se han enfrentado con ninguna muestra de resistencia.

Muchos creen que el autoritarismo de Yallah había hastiado a la población de 1,5 millones de habitantes, que ya sufrían a causa del creciente desempleo y de la pobreza. Se trata de uno de los países más pobres de Africa subsahariana, con un producto interno bruto de apenas 200 dólares por habitante.

El general Seabre aseguró que no pretende permanecer indefinidamente en el poder y anunció que la sociedad civil tendrá participación en una suerte de consejo nacional de gobierno.

Pero el golpe ha sido condenado por los países vecinos a través de la Comisión Económica de Estados de Africa Occidental (Ecowas), la Unión Africana, la Organización de las Naciones Unidas y la Asociación de Países Lusófonos. Ya están en curso las gestiones de mediación.

De todos modos, Seabre afirmó que no dejará el poder hasta solucionar el caos político y económico. Este general del ejército, graduado de academias militares europeas y combatiente en la guerra contra el colonialismo portugués en los años 70, ya participó en los golpes de Estado contra Luis Cabral y contra Vierra.

La vecina Senegal cerró sus fronteras. Otros países de la región, como Gambia, expresaron preocupación.

Guinea Bissau, país con una economía predominantemente agrícola, ha enfrentado crisis tras crisis. En 1999, una guerra civil de un año devastó buena parte de la infraestructura civil. (

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