Brasil intenta nuevamente erradicar el analfabetismo, con la ambiciosa meta de abarcar a 20 millones de personas mayores de 15 años durante los cuatro años de gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva, es decir hasta 2006.
Semejante propósito ahora sí es factible, porque se cumplen varias condiciones para el éxito, dijo a IPS la pedagoga María de Jesús dos Santos, formada en la lucha por la reforma agraria y una de las coordinadoras de los proyectos educativos del Movimiento de los Sin Tierra (MST).
Además de la decisión gubernamental de convertirlo en política pública, el programa "Brasil Alfabetizado", anunciado por Lula el 8 de septiembre, aprovechará conocimientos acumulados en numerosas experiencias anteriores o aún en marcha, argumentó.
Pero "no basta leer y escribir", es necesario continuar los estudios, ofrecer a los recién alfabetizados una escolarización posterior, como ya existe en asentamientos de campesinos liderados por el MST, advirtió Dos Santos, dedicada desde hace nueve años a la enseñanza de jóvenes y adultos.
"Brasil Alfabetizado" sucede a varias campañas que se reiteran en Brasil desde seis décadas atrás, persiguiendo el sueño de universalizar la lectura y la escritura. Todas presentaron grandes insuficiencias, pero constituyeron avances.
El índice de analfabetismo, que era de 50,6 por ciento en 1950, bajó gradualmente a 13,6 por ciento en 2000, según los censos realizados cada diez años por el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística.
Pero en los últimos años se logró mejorar muy poco ese cuadro. En 2001 aún había 12,4 por ciento de iletrados.
Brasil presenta una situación educativa muy inferior incluso a la de países vecinos de menor desarrollo relativo. Colombia y Ecuador, por ejemplo, registraban un analfabetismo de 8,4 por ciento en 2000 y Perú de 10,1 por ciento, según la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).
Además, lo que preocupa a las autoridades es que entre los adolescentes de 15 a 19 años hay tres por ciento de analfabetos, indicando la necesidad de universalizar la enseñanza primaria de ocho años, para eliminar el problema en la futura generación de adultos.
Según datos oficiales, no saben leer unos 16 millones de brasileños mayores de 15 años en este país de más de 174 millones de habitantes, pero el programa anunciado por Lula se propone alcanzar a 20 millones, considerando que muchos que se declaran alfabetizados se limitan a escribir su nombre.
Según Lula, el desafío se logrará con la movilización de toda la sociedad, escuelas, empresas, organizaciones no gubernamentales (ONG), sindicatos y otros movimientos sociales. "Es una campaña de vacunación para eliminar el virus del analfabetismo", comparó.
Es inaceptable que una familia encabezada por personas con formación universitaria tenga una empleada doméstica iletrada sin alfabetizarla, desafió el ministro de Educación, Cristovam Buarque.
El programa no será ejecutado directamente por el gobierno, sino por instituciones variadas, como ONG, sindicatos y asociaciones empresariales o profesionales, además de alcaldías, y a través de convenios con el Ministerio de Educación, que aporta recursos para esas iniciativas.
Para coordinar ese movimiento, el Ministerio creó una Secretaría Extraordinaria de Erradicación del Analfabetismo.
La campaña llama también a alfabetizadores voluntarios, a los que ofrece una pequeña remuneración de 15 reales (cinco dólares) mensuales por cada alumno. Los cursos, para grupos de entre 15 y 25 personas, durarán de seis a ocho meses.
El MST, que invade predios que considera improductivos y que no cumplen la "función social determinada por la Constitución", reclama una ampliación de los cursos a diez meses y programas para que los alfabetizados sigan estudiando, tal como hace el propio plan de educación del movimiento.
El éxito de este esfuerzo dependerá asimismo de adecuar la enseñanza a la realidad rural, especialmente en la Amazonia, donde el acceso de personas dispersas a la escuela es más difícil, y de otras medidas como suministrar electricidad y transporte a la población más pobre, afirmó Dos Santos.
Ariovaldo José de Souza, trabajador rural de 44 años y padre de cuatro hijos adolescentes, dijo a IPS no haber "aprendido nada" en el curso de tres meses que se exige a los beneficiarios analfabetos del Hambre Cero, el principal programa social del gobierno.
Souza vive en Guaribas, municipio del nororiental estado de Piauí, donde se lanzó en febrero el plan Hambre Cero, que ofrece una ayuda mensual de 50 reales (17 dólares) a las familias más pobres.
El analfabetismo en Guaribas es de 58,2 por ciento entre la población mayor de diez años.
"Quería aprender a firmar mi nombre, pero no pude", lamentó el campesino, señalando que la duración del curso, de "sólo 90 días", es insuficiente, incluso porque hubo clases "una semana sí, otra no, y solo dos días cada semana".
"¿Qué se puede aprender así, después de viejo?", preguntó en tono crítico.
Pero tales cursos vinculados al plan Hambre Cero no forman parte de Brasil Alfabetizado, observó a IPS Vera Mazagao, coordinadora de programas de la ONG Acción Educativa, de la meridional ciudad de Sao Paulo.
La nueva campaña podrá avanzar si tiene continuidad, como parte de una política "de elevación de la escolaridad a largo plazo", y si está integrada a otras políticas sociales que mejoren de hecho la situación de las poblaciones "más excluidas", evaluó la experta.
"Tres meses enseñando a dibujar letras no cambian nada", especialmente si el hambre sigue azotando a la comunidad local, sentenció.
Las experiencias anteriores presentaron insuficiencias y errores, pero cada campaña es importante por "la movilización, la sensibilización y ampliación de las demandas", comentó Mazagao.
La alfabetización de adultos, especialmente jóvenes, es esencial porque "no se educa una generación abandonando a otra" y es un derecho de todos, para no agravar las desigualdades y asegurar oportunidades, concluyó. *****
+ Instituto Nacional de Investigaciones Educativas, en portugués (http://www.inep.gov.br)
+ Acción Educativa, en portugués (http://www.acaoeducativa.org)
+ MST, en portugués (http://www.mst.org.br)