El Banco Mundial y el FMI postergaron para 2004 el debate sobre la representación del Sur en desarrollo en sus órganos de dirección, pero en la reunión conjunta de ambas instituciones en Dubai se percibió consenso sobre la necesidad de aumentar el volumen de la voz del mundo pobre.
Este miércoles, al concluir la reunión en Dubai, el director gerente del FMI (Fondo Monetario Internacional), Horst Kohler, dijo creer "posible un consenso que incluya un aumento de los derechos de votación básicos de los países en desarrollo".
Por su parte, el presidente del Banco Mundial, James Wolfensohn, declaró: "Recogimos en Cancún el dato de que las voces del mundo en desarrollo y del desarrollado necesitan ser más iguales."
Wolfensohn hacía referencia así a la fracasada Quinta Conferencia Ministerial de la Organización Mundial del Comercio (OMC), celebrada este mes en la sudoriental ciudad mexicana de Cancún.
La conferencia de la OMC concluyó sin acuerdos entre el Norte indutrial y el Sur en desarrollo, que por primera vez mostró un frente unido a través del denominado Grupo de los 22, encabezado por Brasil, China e India.
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"Necesitamos atender la cuestión del vínculo entre comercio, asistencia y condonación de la deuda" externa, que afectan al mundo en desarrollo, dijo Wolfensohn.
Países en desarrollo y activistas han solicitado durante años reformas institucionales en el FMI y en el Banco Mundial. El asunto iba a considerarse abril, en la reunión conjunta de las juntas de gobernadores, en Washington, pero a último minuto fue retirado de la agenda.
Cuarenta y seis países de Africa subsahariana cuentan en total con apenas dos directores ejecutivos respectivamente en el FMI y en el Banco Mundial. En cambio, ocho países ricos tienen, cada uno, un director. Lo países ricos controlan más de 60 por ciento de los votos en las dos intstituciones.
Estados Unidos tiene, por su participación en la directiva, poder de veto aun cuando se trate de resoluciones que requieren mayorías especiales.
Kohler sostuvo que muchos gobernadores del FMI y del Banco Mundial coincidieron en la necesidad de dar más voz y representación a los países en desarrollo en la dirección de ambas instituciones.
"Confío mucho en que los accionistas (del FMI) de los países avanzados escucharon a sus colegas de los países en desarrollo para reflexionar sobre esta posición", sostuvo el director gerente de la organización financiera.
"No vi ninguna gran hostilidad en las reuniones" en Dubai, sino "una volutnad de comprometernos con las cuestiones en un sentido muy positivo", dijo Wolfensohn. "Eso no significa que la gente (en la dirección del Banco Mundial y del FMI) está firmando cheques inmediatamente", agregó.
Wolfensohn sostuvo que, a la luz de los resultados en Cancún, se reformulará la discusión sobre el reparto de poder en los organismos financieros multilaterales.
"Creo que este asunto es serio y que nuestros accionistas deben tomar una decisión. No me sorprendería que surgieran nuevas negociaciones sobre el derecho de votación (de los países en el Banco Mundial y el FMI). Eso sería coherente con (la posición del Grupo de los 22) en Cancún", dijo el funcionario internacional.
Por su parte, Kohler consideró "muy importante que las estructuras de gobierno mundiales, incluidas las del Fondo, promuevan un diálogo amplio e inclusivo que asegure que la posición de todos los países sea tenida en cuenta".
Países en desarrollo y activistas han solicitado durante años reformas institucionales en el FMI y en el Banco Mundial. El asunto iba a considerarse abril, en la reunión conjunta de las juntas de gobernadores, en Washington, pero a último minuto fue retirado de la agenda.
Pero la materialización de una mayor representación del Sur en desarrollo en las instituciones de Bretton Woods parece una perspectiva lejana.
"¿Por qué el mundo desarrollado rendiría sus posiciones de poder cuando no tiene absolutamente nada en juego en ello?", dijo el analista económico Arun Kumar Singh, del diario indio The Hindustan Times.
El gobernador del Banco de Reserva (central) de India, Y. V. Reddy, no considera que la reunión conjunta de las Juntas de Gobernadores del FMI y el Banco Mundial en Dubai haya sido un éxito.
"Al contrario que Cancún, el mundo desarrollado estaba más preparado para la unidad del mundo en desarrollo, y pudo postergar la cuestión de la representación para el año próximo", dijo Reddy al cabo de la reunión.
Pero, advirtió, "los optimistas perciben como una señal positiva el hecho de que no se haya descartado la discusión".