El acuerdo obtenido por Argentina con el Fondo Monetario Internacional, tras su forcejeos, alentó en América Latina la esperanza de que ese organismo multilateral empiece a demostrar más indulgencia en sus metas fiscales, para favorecer la reactivación económica y los programas sociales. En Brasil y Colombia se discute -ante negociaciones inminentes- si la refinanciación de la deuda argentina y cierta moderación en las metas de superávit primario (tres por ciento para 2004) fueron favores excepcionales concedidos a un país en bancarrota, o si pueden servir de precedente.