Organizaciones de la sociedad civil pidieron a la Unión Europea (UE) que deje de lado la inflexibilidad exhibida en la última reunión ministerial de la OMC y que facilite un acuerdo con sus ex colonias, que esta semana reanudarán el diálogo comercial con el bloque.
Representantes de la UE y del Grupo de Estados de Africa, Caribe y Pacífico (ACP), formado por 79 ex colonias europeas, se reunirán en Bruselas a partir de este jueves para continuar con negociaciones pendientes entre las dos partes.
Esta reunión será el primer examen para la política comercial de la UE después del fracaso de la V Conferencia Ministerial de la OMC (Organización Mundial del Comercio), realizada del 10 al 14 de este mes en el sudoriental balneario mexicano de Cancún, señaló la alianza de organizaciones no gubernamentales Eurostep.
Esa coalición teme que si la UE repite la actitud que tuvo en Cancún terminará por socavar la integridad del grupo ACP, en el que figuran los 41 países llamados menos desarrollados.
Las autoridades de la UE discutirán con el grupo ACP los detalles de los Acuerdos de Sociedad Económica (EPA, por sus siglas en inglés), de libre comercio e integración, que intentan sustituir al trato preferencial de comercio que por años gozaron las ex colonias europeas.
Los EPA remplazarán al actual régimen de comercio entre ambas partes, mediante el cual la UE importa sin aranceles cuotas de productos de los países del ACP, y éstos pueden imponer aranceles a sus importaciones procedentes del bloque europeo.
Además, las ex colonias reciben compensaciones por variación de precios internacionales de productos básicos que exportan, entre ellos azúcar, carne y banano.
Los acuerdos, cuyos detalles deben estar prontos en diciembre de 2007, tienen el objetivo de integrar a las naciones del ACP — que suman 650 millones de habitantes— a la economía mundial y contribuir a reducir la pobreza.
Una de las discrepancias que precipitó el fracaso de la conferencia de Cancún fue la negativa de los países africanos a abrir una negociación sobre los llamados temas de Singapur, impulsada en especial por la UE.
Con esa denominación se conocen cuestiones relacionadas con protección de inversiones extranjeras, políticas de competencia, facilitación del comercio mediante aduanas expeditivas y transparencia en compras de los gobiernos, pendientes desde la II Conferencia Ministerial de la OMC, realizada en Singapur en 1996.
Pero en general, los países del ACP estuvieron distanciados en Cancún de otro bloque del Sur en desarrollo, el Grupo de los 22 (Argentina, Brasil, Bolivia, Chile, China, Colombia, Costa Rica, Cuba, Ecuador, Egipto, El Salvador, Filipinas, Guatemala, India, México, Pakistán, Paraguay, Perú, Sudáfrica, Tailandia, Turquía y Venezuela).
El Grupo de los 22 se formó semanas antes de la conferencia ministerial, para contrapesar la iniciativa común de Estados Unidos y la UE, potencias proteccionistas de sus agricultores, en materia de comercio agrícola.
Más de 51 por ciento de la población mundial y 63 por ciento de los agricultores viven en los países del G-22, que suman más de un quinto de la producción agrícola y más de un cuarto de las exportaciones agropecuarias.
Cancún confirmó que los países ricos deben escuchar las inquietudes del Sur en desarrollo si quieren evitar un costoso colapso de las negociaciones comerciales internacionales, indicaron representantes de Eurostep.
Eurostep subrayó que las economías del grupo ACP, y en particular las de los países menos desarrollados, están en una condición de desventaja ante la liberalización del comercio con un gigante como la UE.
La Política Común Agrícola de la UE, unida al libre comercio, provocará una invasión de productos europeos a bajo precio en los mercados del grupo ACP, favorecidos por la ausencia de aranceles o cuotas de protección, advirtió el director de Eurostep, Simon Stocker.
Por su parte, el asesor de políticas del grupo, Guggi Laryea, instó a las naciones del ACP a también aprender lo ocurrido en la reunión de la OMC en Cancún.
Una de las claras lecciones de Cancún es que si los países en desarrollo se unen, tendrán la fuerza para resistir las demandas de los países industrializados, dijo Laryea a IPS.
La primera fase de las negociaciones por los EPA se inició el 27 de septiembre de 2002, con el propósito de definir objetivos comunes y determinar el marco de los acuerdos. Las negociaciones quedaron inconclusas.
El ACP espera ahora que la UE permita un acuerdo sobre los asuntos clave, como cláusulas de salvaguardia y mecanismos para la resolución de diferendos, antes de que las distintas regiones que integran el grupo comiencen a negociar por su cuenta tratados comerciales con el bloque europeo.
Este acuerdo debe garantizar la igualdad entre las diferentes regiones y proteger la solidaridad del ACP, dijo un portavoz del grupo a IPS en Bruselas.
Una serie de negociaciones comerciales directas entre la UE y países de Africa central y occidental comenzarán este fin de semana, aun cuando no se haya llegado a un acuerdo antes en Bruselas por los EPA.
Esta será la primera vez en los 25 años de relaciones entre la UE y el ACP que las diferentes regiones de este grupo de naciones en desarrollo negocian en forma directa con el bloque europeo.