El traslado de los infantes de marina de Estados Unidos de la capital de Liberia a buques estacionados en la costa puede impedir la recuperación de ese país africano devastado por la guerra, advirtieron expertos y grupos humanitarios.
El repliegue de los soldados "es una bofetada a la ONU y a todos los esfuerzos de pacificación", opinó Robert Rotberg, director del programa de prevención y resolución de conflictos de la Facultad de Gobierno John F. Kennedy, de la Universidad de Harvard.
La medida "demuestra que Estados Unidos no se toma en serio" el problema de Liberia, enlutada por una guerra civil de 14 años, añadió.
Unos 150 soldados que patrullaban Monrovia desde el 14 de agosto fueron trasladados en helicóptero esta semana hacia tres barcos anclados en las cercanías, dejando atrás otros 100 efectivos para custodiar la embajada de Estados Unidos y colaborar con las fuerzas de paz de Africa occidental.
Los infantes de marina habían llegado el día 11, horas antes de la renuncia del presidente Charles Taylor, que dimitió conforme a un tratado de paz auspiciado por los 14 países que integran la Comunidad Económica de Estados de Africa Occidental (ECOWAS).
Ese grupo regional inició el envío a Liberia de una fuerza pacificadora de 3.250 efectivos, que será sustituida en noviembre por un contingente de la ONU (Organización de las Naciones Unidas) de unos 15.000 soldados.
Desde la partida de los soldados estadounidenses, se han registrado enfrentamientos en distintas partes del país entre el gobierno interino y los grupos rebeldes LURD y MODEL, protagonistas de semanas de sangrientos choques que devastaron Monrovia y otras ciudades liberianas.
Ambas partes se acusan mutuamente de violar el cese al fuego que acordaron en Ghana la semana pasada, por el cual el actual presidente interino, Moses Blah, transferirá el poder a un nuevo gobierno interino el próximo 14 de octubre.
Organizaciones humanitarias informaron el lunes que entre 3.000 y 4.000 civiles huyeron de sus hogares hacia campamentos de refugiados en el centro de Liberia.
Portavoces militares de Estados Unidos afirmaron que los soldados pueden evaluar mejor la situación desde la costa, aunque varios oficiales dijeron anteriormente que podían hacer una mejor labor en tierra.
El presidente estadounidense, George W. Bush, dijo este mes que sus efectivos abandonarán Liberia el 1 de octubre.
"El largamente discutido envío de tropas fue sólo un primer paso, parte de un proceso de estabilización más amplio", señaló Joseph Siegle, del Consejo de Relaciones Exteriores, un centro de estudios con sede en Washington.
"Las fuerzas estadounidenses son parte esencial de este proceso, porque no sólo tienen capacidad coercitiva sino que indican a los liberianos que al mundo le importa lo que está pasando allí", agregó el experto en una entrevista.
"Considero fundamental, en primer lugar, crear un ambiente estable en Monrovia, y luego ampliarlo a todo el país para permitir la reconstrucción", opinó.
La comunidad internacional ejerció fuerte presión sobre Washington para que interviniera en Liberia, una nación creada por esclavos libertos de Estados Unidos en el siglo XIX.
El despliegue de los infantes de marina tuvo un inmediato efecto psicológico. "Cuando los soldados estadounidenses llegaron, no sé si fue coincidencia, pero los combates cesaron", recordó Joel Frushone, analista político sobre Africa del Comité de Estados Unidos para los Refugiados (USCR).
Rotberg contrastó la actitud de Washington con la de Francia y Gran Bretaña, que continúan realizando actividades de mantenimiento de la paz en los vecinos Sierra Leona y Costa de Marfil, respectivamente, sus antiguas colonias.
"Unos 850 paracaidistas británicos hicieron posibles las elecciones en Sierra Leona, mientras en Costa de Marfil, 2.000 soldados de la Legión Extranjera francesa impiden que la nación caiga en el caos. Nosotros también debemos hacer nuestra parte", declaró el académico.
Rotsberg cree que las fuerzas estadounidenses deberían ser parte importante de las fuerzas de paz de la ONU que reemplazarán a las tropas de ECOWAS en noviembre, pero hasta entonces, "cualquier cosa puede ocurrir".
"Los liberianos desconfían de las tropas de Nigeria y Ghana, porque en ocasiones anteriores, cometieron saqueos y realizaron tráfico de drogas", dijo.
Además, las fuerzas de ECOWAS simplemente no pueden ser tan eficaces como las de Estados Unidos.
"Algunos de los vehículos nigerianos que patrullaban las calles se quedaron sin combustible, porque falta de fondos. Aun si se despliega una fuerza de 3.250 soldados, se precisa una fuerte presencia de Estados Unidos, para apoyo militar y logístico", opinó Frushone. ***** +Comité De Estados Unidos para los Refugiados, en inglés (http://www.refugees.org/news/press_releases/2003/beyondmonrovia.cfm)
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