La colectividad musulmana de Estados Unidos está en campaña contra la postulación del polémico analista Daniel Pipes a integrar un instituto de paz financiado por el gobierno, mientras la Casa Blanca amenaza con ponerlo en el cargo sin el aval del Senado.
El presidente George W. Bush propuso en abril que el periodista y analista Pipes integrara la mesa de directores del Instituto de Paz de Estados Unidos, provocando la indignación de los musulmanes, que lo acusan de proisraelí e islamófobo.
Días atrás, Bush sugirió que apelaría a una designación en receso, esto es, un nombramiento directo mientras el Senado está en su descanso de verano. La designación tendría vigencia hasta que asuma el próximo Congreso legislativo en 2005.
Una designación así socavaría el papel legítimo del Senado y sería una forma inapropiada para una designación inapropiada, dijo a IPS el portavoz del Comité Arabe-Estadounidense Antidiscriminiación, Hussein Ibish.
Esta medida significaría una derrota a la democracia y una afrenta para todos aquellos que buscan la paz, señaló por su parte el director de comunicaciones del Consejo de Relaciones Islámico-Estadounidenses, Ibrahim Hooper.
Pipes dirige actualmente el Foro Medio Oriente, centro académico con sede en Filadelfia con frecuencia acusado por dirigentes de la comunidad árabe y organizaciones de derechos civiles de incitar al odio contra los musulmanes.
El Instituto de Paz fue creado por el Congreso en 1984 como un organismo federal independiente y no partidario destinado a proponer soluciones pacíficas, métodos de prevención y formas de administración de conflictos internacionales.
Los 15 miembros de la mesa de directores son propuestos por el presidente y confirmados por el Senado.
En las últimas reuniones del Comité de Salud, Educación, Trabajo y Pensiones del Senado —donde debería comenzar la votación—, varios legisladores criticaron a Pipes.
El Instituto de Paz es el último lugar en el que necesitamos a alguien que va a causar polémica. Si está en la mesa, todo se va a centrar en él y en sus opiniones, más que en todo el trabajo del instituto, dijo el senador demócrata Tom Harking.
Las voces contra Pipes también se oyen desde diarios como The Washington Post, The Dallas Morning News y The Chicago Tribune.
La postulación de Pipes también causó polémica dentro de la comunidad judía, donde hay sectores pacifistas que se oponen y otros grupos, como el Comité Judío-Estadounidense (AJC, por sus siglas en inglés), que lo apoyan.
Pipes se ha dedicado a advertir al público estadounidense sobre el peligro del extremismo islámico y se ha presentado siempre como un partidario del Islam moderado, escribieron Harold Tanner y David Harris, del AJC.
Las sociedades de Europa occidental no están preparadas para la inmigración masiva de pueblos de piel morena que preparan comidas extrañas y tienen diferentes costumbres de higiene. Los inmigrantes tienen actitudes exóticas, pero las de los musulmanes son las más problemáticas de todas, escribió Pipes en 1990 en la revista National Review.
Meses atrás, Pipes pidió que la policía tuviera en cuenta el perfil étnico y racial de los sospechosos en sus investigaciones y que vigilara las actividades en las mezquitas.
La odiosa forma de pensar de este hombre está por fuera de la tradición estadounidense de la igualdad y de la tolerancia. Es un intolerante. Promueve el temor y el odio contra muchas de las comunidades, no sólo contra los árabes y musulmanes, dijo Ibish.
Sus ataques contra los afroestadounidenses son en particular despiadados. Es también un feroz opositor de los acuerdos de paz de Oslo (que dieron lugar a la Autoridad Nacional Palestina) y de la 'hoja de ruta' para la paz del presidente Bush, indicó.
Es más que interesante notar que Pipes, en los años 80, criticaba al gobierno de turno por no dar suficiente apoyo a Saddam Hussein, el derrocado presidente iraquí, añadió.
Pipes es el autor de un proyecto llamado Campus Watch, un sitio en Internet administrado por el Foro Medio Oriente que investiga la actividad de los eruditos islámicos.
Daniel Pipes no es una persona confiable, ni en su postura sobre el Islam ni en su credibilidad intelectual, dijo a IPS la directora ejecutiva de la Fundación Libertad de la Sociedad Musulmana-Estadounidense, Mahdi Bray, que también criticó a la Casa Blanca por la postulación.
Creo que la razón es más que obvia. Se trata de la Derecha Cristiana. Daniel Pipes coincide bien y tiene amigos entre ellos, sostuvo Bray.
Muchos temen que la polémica perjudique la credibilidad e integridad del Instituto de Paz.
Ante el desdén con que Pipes responde a los llamados al entendimiento y al respeto hechos incluso por el presidente, su postulación debe ser vista en un contexto amplio y considerada un peligro para la misión de la institución, señaló el Instituto Arabe-Estadounidense en una declaración.
Con alguien del calibre de Pipes en la mesa de directores, nuestros amigos y aliados alrededor del mundo van a poner en duda si hablamos en serio cuando decimos que hay que acabar con la violencia y resolver los conflictos, añadió.