La transparencia no es una de las propiedades del petróleo. La corrupción parece flotar hacia su superficie dondequiera que se encuentre. ¿Acaso el petróleo es intrínsecamente sucio?
”La renta petrolera ha tendido a impedir la democratización y ha sostenido una larga serie de gobernantes autoritarios, desde el sha de Irán (Rezah Pahlevi) y el (ex dictador nigeriano) Sani Abacha hasta la familia Saud (reinante en Arabia Saudita) y (el desaparecido dictador iraquí) Saddam Hussein”, según el informe ”Fondo del barril”, de la organización independiente Catholic Relief Services (CRS).
Varios otros informes apuntan en el mismo sentido. El petróleo y el gas producen los mayores sobornos después de los contratos del sector armamentístico, sostuvo la organización Transparencia Internacional (TI) en su último informe al respecto.
”Un factor clave es cómo un país hace su dinero”, escribió la periodista Tina Rosemberg en el diario estadounidense The New York Times. ”El petróleo lastima. Países que hacen su dinero con el petróleo no han desarrollado una clase media e instituciones políticas sólidas”.
Abundan los casos de países enteros manchados de petróleo.
A Angola, Gabón y Nigeria, donde se descubrió petróleo hace varios decenios, les ha ido peor que a muchos otros países africanos, según el informe de CRS. TI estimó en 2002 que Nigeria estaba en el segundo lugar y Angola en el quinto según la percepción de corrupción, en un informe que abarca 102 países.
En Angola, ”los crecientes ingresos petroleros han sido desviados directamente a presupuestos paralelos de un estado en las sombras”, sostuvo la organización no gubernamental dedicada a investigaciones Global Witness, con sede en Londres.
Como en Angola, la sobrevaluación de la moneda nacional hizo añicos a los sectores no petroleros nigerianos. Las revueltas locales por el control de las ganancias petroleras originaron una aplastante represión militar en el delta del río Níger.
”La mala administración y la búsqueda del lucro son tan abrumadoras que Nigeria se ha convertido virtualmente en sinónimo de corrupción”, indica el informe de CRS.
El petróleo de Gabón ha estado en el centro de una serie de escándalos que mancharon el gobierno del fallecido presidente de Francia François Mitterrand.
Su administración es acusada de hacer la vista gorda respecto de la corrupción, luego de que investigadores revelaran el uso por parte de la empresa petrolera Elf Aquitaine, privatizada en 1993, de bancos gaboneses para lavar dinero y pagar grandes sobornos al gobierno.
”La razón por la cual la corrupción es tan extendida en los países exportadores de petróleo no es difícil de ver”, dijo en una entrevista telefónica la coautora del informe de CRS, Terry Karl.
”No hay otro producto básico que produzca tanta ganancia”, explicó Karl, para quien los países exportadores se caracterizan por ”un poder altamente concentrado, burocracias muy débiles y un estado de derecho endeble”. ”Un ministro de Hacienda de Venezuela me dijo hace muchos años: 'La gente roba porque no encuentra razones para no robar.'”
De los 11 países socios de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), figuran en el índice de TI Nigeria, Indonesia (en el séptimo lugar en cuanto a percepción de corrupción) y Venezuela (22).
Pero los otros miembros de la OPEP —Arabia Saudita, Argelia, Emiratos Arabes Unidos, Irán, Iraq, Kuwait, Libia y Qatar— distan de ser ejemplos de transparencia.
Las grandes compañías petroleras también están directamente vinculadas con la corrupción.
El diario panameño La Prensa, en una investigación reproducida luego por el estadounidense The Wall Street Journal, reveló en 1999 que una empresa conjunta entre la petrolera estadounidense Mobil (convertida ese año en ExxonMobil) y la saudita Alireza pagó 2,7 millones de dólares a tres enviados ”presidenciales” para asegurarse un contrato en las ex bases militares estadounidenses en Panamá durante el periodo de gobierno de Ernesto Pérez Balladares (1994-1999).
El campo petrolero de Tengiz, en la costa de Kazajstán sobre el mar Caspio, es uno de los 10 principales depósitos de petróleo del mundo y también el centro de un gran escándalo que involucra a ExxonMobil. Kazajstán está ubicado en el lugar 15 de los países con peor percepción de corrupción, según el índice de TI.
El periodista de investigación Seymour Hersh informó en la revista estadounidense The New Yorker que un empresario jordano, Farhat Tabbah, acusó ante la justicia en Londres a un representante del gobierno kazajo y a un intermediario de Mobil, Friedhelm Eronat, de conspirar para estafarlo por millones de dólares en comisiones cuando colaboró con un lucrativo acuerdo entre la firma y ese país de Asia central.
La industria suele recurrir al ”swap” (pase de mercaderías) para reducir costos de transporte. Este mecanismo de comercio exterior da a los campos petroleros alejados de los países importadores una vía hacia el mercado.
Mediante el ”swap”, un título de petróleo producido en cierto lugar pasa a referirse a un petróleo de igual valor extraído en otra parte. En el caso de Irán, esta operación sirvió para eludir el embargo comercial estadounidense.
El banquero independiente James Giffen, bautizado ”Mr. Kazajstán” por el ex agente de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) de Estados Unidos Robert Baer en su libro ”See No Evil”, tiene un lugar destacado en las investigaciones según las cuales Mobil violó el embargo comercial a Irán.
Para Baer, Giffen, a quien consideró embajador estadounidense de facto en Kazajstán, concertó reuniones de alto nivel y acuerdos y cobró grandes comisiones.
Un jurado en Nueva York acusó en abril a Giffen y al encargado de transacciones de crudo desde el extranjero de Mobil, Bryan Williams. Ambos rechazaron los cargos.
Los vínculos entre las grandes corporaciones petroleras y el poder político son demasiado estrechos como para ser cómodos. Y en ningún lugar tanto como en Estados Unidos.
En el periodo en que se registraron los sobornos y los pases de mercaderías en Kazajstán, el hoy vicepresidente estadounidense Dick Cheney era presidente de Halliburton, principal proveedor mundial de servicios especializados para el sector petrolero, involucrado con ExxonMobil y con la compañía BP Amoco en el país asiático.
ExxonMobil fue demandada por complicidad con abusos cometidos por militares indonesios en la provincia de Aceh, rica en gas natural.
Pero el Departamento de Estado (cancillería) de Estados Unidos urgió en julio de 2002 al juez Louis Oberdorfer a archivar el caso, porque podría poner en peligro intereses de Washington y desalentar la cooperación del gobierno de Indonesia en la guerra contra el terrorismo.
Las grandes firmas petroleras son también grandes contribuyentes a las campañas políticas. El sector respondió por el grueso de los 32 millones de dólares donados en 2000 para la campaña presidencial del presidente George W. Bush, un ex empresario petrolero, y a Partido Republicano.
Uno de los primeros contratos para la reconstrucción del Iraq de posguerra fue asignado a Halliburton, el patrón de Cheney entre 1995 y 2000.
¿Los villanos son los políticos deshonestos de los países ricos en petróleo, las compañías que los alimentan o las organizaciones que los financian?
”Un comercio internacional no petrolero elevado ayuda, quizás porque históricamente el comercio ha aumentado el interés de ciudadanos poderosos por un gobierno efectivo, e incentivado a los líderes para aumentar los estándares a los niveles internacionales”, dijo Rosenberg.
”Singapur, Hong Kong, Chile y Botswana, todas ellas naciones comerciales, son significativamente menos corruptos que sus vecinos y más limpios que muchos países más ricos”, agregó la periodista.
Es un error creer que el petróleo en sí mismo atrae la corrupción, dijo Karl. ”Esto no se trata, realmente, de petróleo, sino de instituciones preexistentes que manejan la generación de petróleo y la distribución de la riqueza”, sostuvo la experta.
”Si son llamativamente débiles o autoritarias, es muy probable que haya corrupción”, agregó.
Las empresas petroleras suelen firmar cláusulas de reserva que les prohíben revelar detalles de contratos con países en desarrollo. Pero ”si las compañías se unen como sector industrial y dicen que sólo firmarán contratos transparentes, los gobiernos no tendrán opción”, advirtió Karl.
CRS dijo que el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional han sido demasiado lentos en reconocer que los gobiernos corruptos están derrochando las ganancias petroleras. A pesar de sus recientes declaraciones de respaldo a la transparencia, el Banco Mundial todavía no ha condicionado sus créditos a la revelación total de los contratos.
ExxonMobil ha estado involucrada en varios escándalos, pero la Corporación Financiera Internacional, brazo del Banco Mundial que asiste al sector privado, financia parte de un oleoducto en Chad y Camerún en que la firma estadounidense participa con la también estadounidense Chevron y con la malasia Petronas.
El primer ministro británico Tony Blair apoya una Iniciativa de Transparencia para las Industrias Extractivas, de carácter voluntario para compañías y gobiernos, que incluye la revelación de los pagos por contratos petroleros.
Varias empresas y gobiernos de países en desarrollo han dado señales positivas hacia la iniciativa. Pero si las compañías petroleras no la apoyan en masa, estará condenada al fracaso.
* Miren Gutierrez es editora jefa de IPS.