El presidente de Bolivia, Gonzalo Sánchez de Lozada, anunció un nuevo plan de seguridad ciudadana, que prevé un mayor control de la inmigración, el fortalecimiento de la policía y el despliegue de efectivos militares en las calles. El jefe de Estado también anunció una campaña de información pública sobre el problema de la delincuencia y la creación de un sistema de vigilancia contra la corrupción dentro de las fuerzas policiales.