La propuesta de países en desarrollo para destrabar la negociación sobre agricultura en la próxima conferencia de Cancún, México, revive en la Organización Mundial del Comercio (OMC) el acallado debate Norte-Sur.
La iniciativa de un grupo de países, entre los que figuran Argentina, Brasil, China, India y Sudáfrica, se basa en la previsión de que en la actual Ronda de Doha de negociaciones comerciales son las naciones industrializadas las que deben ceder.
Una concepción extendida entre los países en desarrollo sostiene que durante la anterior Ronda Uruguay (1986-1993), cuando por primera vez se negoció un acuerdo multilateral de agricultura, las naciones industriales obtuvieron los mayores beneficios en el sector.
La iniciativa respaldada por 16 países reclama el cese definitivo de toda clase de subvenciones a las exportaciones, las reducciones de las subvenciones que se otorgan a la producción y una mejora en el acceso a los mercados.
La nueva propuesta aspira a reformar la agricultura para establecer un sistema comercial justo y orientado por los mercados.
Asimismo procura armonizar los diversos intereses del mundo en desarrollo mediante la adopción del concepto de trato especial y diferenciado para esas naciones y de la autorización para aplicar disposiciones de protección en casos de productos considerados estratégicos.
Esta vez, el nuevo texto ”requiere mucho” de los países industriales pues ”de ellos esperamos más”, explicó Luiz Felipe de Seixas Correa, representante de Brasil, el país que impulsó la propuesta.
Las naciones del Norte disponen de medios para financiar las políticas que distorsionan la agricultura, justificó el negociador brasileño.
Además, esos países cuentan con múltiples mecanismos para proteger a sus agricultores y también poseen una red de seguridad social más extendida, insistió.
Las diferencias mencionadas por Seixas Correa se reflejan en este simbólico ejemplo: más de la mitad de la población del mundo vive con menos de dos dólares por día, mientras que las vacas de la Unión Europea (UE) reciben, en promedio, 2,50 dólares por día de subsidios entregados por los gobiernos.
En cambio, los países en desarrollo carecen de recursos y sólo cuentan con la protección en las fronteras para aislar a sus campesinos de las fluctuaciones que sacuden los mercados agrícolas, sostuvo Seixas.
Pero la UE hace una lectura totalmente opuesta del equilibrio en el negocio agrícola mundial al sostener que será imposible explicar ese enfoque a los contribuyentes comunitarios.
Peter Carl, director de comercio de la Comisión Europea, órgano ejecutivo de la UE, alega que en 2007, cuando el bloque haya pasado de los actuales 15 miembros a 25, el ingreso por habitante de muchos de sus estados será superado por entre 10 y 30 países en desarrollo.
El portavoz europeo atribuyó este miércoles a la propuesta de los países en desarrollo un prisma ”maniqueo”, por un supuesto carácter dual que hace recaer todos los esfuerzos en las naciones industriales y ”apenas algunos” en los países en desarrollo.
Por esa razón, dedujo el representante europeo, la propuesta de los países en desarrollo constituye una ”reinvención del eslogan Sur versus Norte” difundido en el decenio de 1970.
La reactualización de ese lema se produce dos días antes de la finalización de los trabajos preparatorios para la conferencia ministerial de la OMC que sesionará en el balneario mexicano de Cancún del 10 al 14 de septiembre, señaló Carl.
El presidente del consejo general de la OMC, el uruguayo Carlos Pérez del Castillo, ha anunciado que presentará este viernes un resumen del estado de las negociaciones, que incluyen como tema primordial a la agricultura.
La propuesta de los países en desarrollo muestra diferencias profundas con una iniciativa del mismo tipo que Estados Unidos y la Unión Europea hicieron llegar a la OMC la semana pasada.
La organización no gubernamental Oxfam, con sede en Londres, describió la presentación del Sur como ”un plan radical” para la reforma del comercio agrícola.
Celine Charveriat, jefa de la oficina de Oxfam Internacional en Ginebra, estimó que la nueva propuesta representa ”un desafío directo” al plan de estadounidenses y europeos que, de prosperar, dejaría incólumes miles de millones de dólares de subvenciones a las exportaciones.
Esas dos grandes potencias agrícolas y otros países industrializados destinan alrededor de 311.000 millones de dólares por año para sostener sus explotaciones agropecuarias ineficientes.
La iniciativa de los países en desarrollo cuenta con el auspicio de Argentina, Brasil, Bolivia, Chile, China, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Filipinas, Guatemala, India, México, Paraguay, Perú, Sudáfrica y Tailandia.
Charveriat opinó que esa acción y otras emprendidas en los últimos días por países en desarrollo con relación a diferentes negociaciones, constituyen las primeras buenas noticias en muchos meses.
La gran mayoría de las negociaciones de la Ronda de Doha, entre las que se cuenta la agricultura, han incumplido los plazos establecidos debido fundamentalmente a las diferencias entre países del Norte y del Sur.