CINE-MALASIA: Pensar no entretiene

Un plan del gobierno de Malasia para mejorar la calidad de la industria cinematográfica local, caracterizada por filmes sentimentales y simples, dio como resultado una película elogiada por la crítica, pero despreciada por el público.

El gobierno malasio, cansado de los triángulos amorosos que abundan en las películas locales, decidió crear un fondo para que los cineastas se dediquen a hacer películas de mejor calidad sin preocuparse por el financiamiento.

El objetivo es, además, que estas producciones recorran el mundo, ganen premios en festivales internacionales y difundan la cultura de Malasia.

La primera obra financiada por el fondo de la gubernamental Corporación Nacional para el Desarrollo del Cine (CNDC) fue ”Paloh”, estrenada en julio con gran entusiasmo.

Pero se transformó en un fracaso de taquilla. El filme sólo recogió 26.300 dólares en las primeras dos semanas de cartel, contra los 1,5 millones de dólares de producción.

Las autoridades se llevaron una gran decepción al constatar que los espectadores malasios prefieren historias de amor antes que filmes con mensajes que abordan asuntos históricos, políticos o filosóficos.

Los críticos confían en que ”Paloh” tendrá una mejor recepción en el exterior, y posiblemente hasta gane algún premio.

”Es la primera película malasia que hace pensar. Es profunda y compleja. El problema es que el público no tuvo la paciencia o la profundidad necesarias para comprenderla”, señaló a IPS el crítico de cine Bismee S., del periódico malasio The Sun.

”Paloh” incursiona en las relaciones entre las etnias china y malaya de una forma en que ninguna película lo había hecho antes, según el crítico.

Para Bismee S., el filme también plantea preguntas delicadas sobre la historia contemporánea de Malasia y ayuda a un mejor entendimiento entre las etnias en esta nación multicultural.

Sesenta por ciento de los 24 millones de habitantes de este país mayoritariamente musulmán pertenecen a la etnia malaya, 30 por ciento son de origen chino y 10 por ciento de origen indio.

Por primera vez, una película cuestiona la visión histórica tradicional sobre el conflicto entre malayos y chinos, reconoce el papel de los comunistas en la lucha por la independencia, y condena las atrocidades cometidas por soldados japoneses en los años 40.

La historia transcurre en la meridional aldea de Paloh, en el marco de la segunda guerra mundial (1939-1945), cuando el imperio japonés ocupaba Malasia luego de expulsar a las fuerzas de Gran Bretaña.

El filme narra la vida de cuatro amigos malayos, dos de los cuales se enamoran de mujeres chinas, algo poco común por entonces.

La actriz malasia Janet Khoo, de origen chino, interpreta el papel protagónico de Siew Lan, una simpatizante comunista que se enamora de Ahmad, un policía malayo.

Los cuatro amigos (Ahmad, Osman, Puteh y Harun) deciden trabajar para las fuerzas japonesas y así sobrevivir en tiempos de hambre y sangrientos combates entre malayos, que apoyan la ocupación, y chinos, víctimas de las atrocidades japonesas.

Hasta hoy prevalece la idea general de que los chinos fueron los únicos que se resistieron a la ocupación japonesa, pero hubo algunos malayos que también lo hicieron, apoyando a las fuerzas británicas, y así lo consigna la película.

Los más graves enfrentamientos étnicos en este país estallaron en el periodo que transcurrió entre la rendición japonesa en 1945 y el regreso de los británicos, que al parecer proveyeron de armas a los chinos para que se vengaran de los malayos por las atrocidades que sufrieron.

Tras la guerra, los británicos debieron enfrentar el inicio de una insurrección china comunista que duraría 12 años y en la que muchos policías malayos morirían.

Pero no sólo el tema de la película es controvertido, sino también la forma en que fue filmada. El director Adman Salleh había sido despedido por el productor Jurey Latiff Rosli, pero volvió al cargo ante la intervención de la CNDC.

La complejidad de la trama de ”Paloh” y sus constantes escenas retrospectivas no agradaron al público, acostumbrado a filmes de narración lineal, dijo el crítico Akmal Abdullah. ”La película desafía nuestro intelecto”, afirmó.

El filme intenta cuestionar, investigar y presentar un todavía muy delicado aspecto de la historia malasia e intenta demostrar cómo se iniciaron las rivalidades étnicas.

”Hicimos lo mejor de nosotros para ser intelectualmente honestos”, señaló el director Adman Salleh.

Muchos espectadores se aburrieron y se fueron de los cines antes de que terminara la película.

”Para mí, es una obra cautivante, pero demasiado sofisticada para los malasios, acostumbrados a las historias de amor de Bollywood”, como se llama a la meca del cine indio, opinó la maestra Janet Abishegam.

Por su parte, el crítico de cine Nizam Zakaria sostuvo que el filme es ”ambicioso”, y que el público ”no tiene paciencia” para verlo.

La CNDC aún sostiene que ”Paloh”, la primera película malasia en la que 40 por ciento de los actores no son malayos, es dinero bien invertido y asegura que ”contribuye a mejorar las relaciones raciales”.

”Se trata de una refrescante aventura con un verdadero toque malasio”, dijo el director del CDNC, Shariff Ahmad.

A los críticos y a la CDNC no les queda más que esperar que el filme obtenga el reconocimiento que merece en el exterior, cuando sea presentado en el Festival de Cine de Asia Pacífico, previsto para octubre en Irán.

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