La multinacional de la bebida Coca Cola está envuelta en una nueva polémica en India, pues laboratorios oficiales acusaraon a la fábrica embotelladora en el meridional estado de Kerala de entregar desechos tóxicos a campesinos como si fueran fertilizantes.
El presidente de la Junta de Control de la Contaminación en Kerala, Paul Thachil, pidió a la central que deje de distribuir entre los granjeros de la zona esa basura peligrosa, luego de constatar que habría contaminado con cadmio el agua de una vasta área que rodea la aldea de Plachimada, en el distrito de Palghat.
No obstante, Thachil informó a IPS que ordenó una nueva investigación para confirmar la presencia de grandes concentraciones de cadmio (metal utilizado en la industria nuclear) en las aguas tóxicas que surgen del proceso de preparación de los refrescos.
Los investigadores del Centro recogerán muestras del predio de la central y prevén terminar el estudio para fines de agosto.
La investigación de la Junta no puede caer en peor momento para Coca Cola.
[related_articles]
El martes, todas las compañías de refrescos en India, incluyendo a Pepsi Cola, fueron objeto de duras críticas por parte de organizaciones no gubernamentales, según las cuales casi todas las bebidas distribuidas en este país contienen dosis inaceptables de pesticidas de uso habitual.
Las autoridades de la subsidiaria india de Coca Cola rechazaron enfáticamente las críticas, pero en los últimos días se han negado a comentar el informe de la Junta.
Sin embargo, Thachil señaló que la compañía prometió someterse a las instrucciones de la Junta y guardar los residuos tóxicos en compartimentos cerrados para que no contaminen las fuentes de agua locales.
La organización ambientalista internacional Greenpeace pidió el cierre de la central de embotellamiento, aun sin la confirmación del segundo estudio de la Junta.
Greenpeace lleva adelante hace más de un año una campaña contra la central de Plachimada, a la que acusa de contaminar las aguas de la aldea y afectar a la población local.
Esta es la práctica habitual en otros estados indios pese a la Ley de Protección Ambiental, dijo el coordinador de campañas del grupo, Ameer Shahul.
El primer estudio de la Junta reveló que el nivel de cadmio en los refrescos es cuatro veces más alto de lo permitido, porque llega a los 201,8 miligramos por kilo, cuando el límite es de 50 miligramos por kilo.
El Centro para la Ciencia y el Ambiente señaló días atrás que las centrales embotelladoras extraen agua subterránea contaminada y se aprovechan de las flexibles leyes sobre potabilidad.
Coca Cola y Pepsi Cola amenazaron con iniciar acciones legales contra el Centro, pero el parlamento indio se anticipó y prohibió la distribución de 12 refrescos mencionados en el estudio del grupo de expertos.
La polémica por el cadmio es sólo la última de varias que ha enfrentado la fábrica de Coca Cola desde que comenzó su producción en marzo de 2000. Por tres años ha sido objeto de protestas por parte de los habitantes de la zona donde está instalada.
Los aldeanos, congregados en el Adivasi Samrakshana Sangam (Grupo de Protección Tribal), dijeron que las operaciones de Coca Cola han contaminado todas sus fuentes de agua.
La multinacional niega las acusaciones y asegura que su estrategia de utilizar agua de lluvia ha preservado los recursos de la zona, pero el consejo de la cercana localidad de Perumattuy — también afectada— le canceló la licencia para explotar su agua subterránea.
Coca Cola debió apelar la decisión del consejo —que tiene fuerte poder en el marco de una organización descentralizada del estado— ante el gobierno de Kerala.
El presidente del consejo de Perumattuy, A. Krishnan, afirmó que no está dispuesto a renovar la licencia de Coca Cola a menos que ésta provea una solución para la aguda escasez de agua potable en las aldeas y a los problemas causados por los fertilizantes.
Si el gobierno toma una decisión contraria, pelearemos en un tribunal, advirtió Krishnan.
Coca Cola y su rival Pepsi Cola son además objeto de un boicot por parte de grupos marxistas e islámicos que llaman a los indios a no comprar productos de origen estadounidense, en protesta por la invasión a Iraq.
El vicepresidente de Coca Cola India, D.R. Mathur, afirmó que la disminución del agua subterránea en Plachimada se debe a que entre 2001 y 2002 se registraron pocas precipitaciones, y destacó que la compañía construyó tres piletas para recolectar agua de lluvia.
Mathur lamentó el rechazo mostrado por la comunidad hacia a la central, que permitió la creación de 500 empleos directos y más de 1.000 indirectos.
La fábrica fue instalada cuando el gobierno estadual estaba dirigido por el Partido Comunista. Ahora los comunistas están en la oposición, y pidieron al gobierno que espere una última investigación antes de cerrar la central.
Coca Cola no tiene derecho a extraer una gran cantidad de agua en la zona que es usada para beber por la población, afirmó el secretario del Partido Comunista, Pinarayi Vijayan.