TRABAJO-JORDANIA: Libre comercio para unos, abuso para otros

Un programa de libre comercio entre Jordania y Estados Unidos se ha convertido en un régimen de explotación de trabajadores y en una advertencia contra la expansión del acuerdo a otros países de Medio Oriente, según trabajadores de esta zona industrial de las afueras de Ammán.

El programa de Zonas Industriales Calificadas, lanzado por Washington en 1998 como recompensa económica a Jordania por la firma de su acuerdo de paz con Israel, otorga a los productos procesados en esas zonas acceso libre de aranceles y cuotas al mercado estadounidense.

Washington considera que el programa es un modelo de acuerdo regional y que Jordania es un ejemplo, pero trabajadores entrevistados por IPS en algunas de las 25 fábricas de la zona industrial de Tajamuat se quejaron de abusos diarios, jornadas de trabajo excesivamente largas, salarios indecorosos y discriminación religiosa.

La zona de Tajamuat tiene 300 kilómetros cuadrados y es la mayor explotación privada de Ammán, la capital jordana.

”Este trabajo acabó con mi vida”, declaró una mujer jordana de 28 años, que se identificó como Ashgan, sentada frente a la compañía taiwanesa Best Medal Apparel Company Ltd. Otras siete mujeres jóvenes asentían con la cabeza mientras comían queso con frijoles y bebían té.

”Antes me reía mucho y miraba televisión, pero ahora vuelvo a casa muy cansada y con un fuerte dolor de cabeza”, contó Ashgan en referencia a sus seis meses de trabajo para la empresa taiwanesa, que emplea a otros 450 trabajadores.

Las mujeres constituyen 95 por ciento de la fuerza de trabajo de esta zona industrial, situada 25 kilómetros al sur de Ammán. Como casi todas, las empleadas de Best Medal se levantan a las 5 de la mañana para tomar el autobús de la empresa una hora después.

Ashgan comienza su jornada laboral a las 7.30 am y termina a las 6.30 pm. La fábrica taiwanesa donde trabaja vende sus productos a Wal Mart, K-Mart, Sears y JC Penny, entre otras cadenas estadounidenses de tiendas de ropa.

Las empleadas de la fábrica ganan unos 85 dinares jordanos por mes (equivalentes a unos 125 dólares), el mínimo fijado por el gobierno jordano. Esta cantidad es insuficiente para satisfacer las necesidades básicas de sus familias, dijeron.

Otras empleadas entrevistadas dijeron que se les paga por pieza y el total mensual no llega muchas veces al salario mínimo, porque se les descuenta las prendas supuestamente defectuosas.

Además, las fábricas no abonan los salarios puntualmente ni pagan horas extras, se quejaron las trabajadoras. Varias plantearon problemas de salud, y una dijo que tiene ”dificultades respiratorias”.

”Registramos muchos problemas relacionados con las condiciones fabriles”, declaró Jebril Abdulrahman, de la Unión de Trabajadores Textiles.

Los empleadores de las Zonas Industriales Calificadas suelen degradar a los empleados y recortar sus salarios con el pretexto de reestructuraciones empresariales, afirmó Abdulrahman.

Los periodistas no pueden denunciar esta situación. ”Sabemos que las condiciones no son tan buenas como dicen, pero el gobierno nos impide comunicarlo. Quiere que sólo enfaticemos el lado positivo”, declaró un periodista.

Una mujer entrevistada fuera de la fábrica Ivory Apparel, que pertenece a inversores indios y kuwaitíes y emplea a 600 trabajadores, sostuvo que el gobierno no hace cumplir las leyes laborales.

”Una de las chicas se atrevió a quejarse y la despidieron como ejemplo. El gobierno nos está vendiendo a Israel y Estados Unidos. Cobra una comisión por hacernos trabajar por tan poco dinero”, afirmó.

Según normas de Estados Unidos, los productos importados desde Jordania deben tener un contenido ocho por ciento israelí para poder entrar al mercado estadounidense.

Otros trabajadores se quejaron de discriminación religiosa, porque sus patrones taiwaneses y árabes no les permitían realizar sus plegarias del mediodía, que llevan cinco minutos.

Algunas de las empresas se niegan a conceder entrevistas a la prensa, y este periodista fue expulsado por guardias de seguridad de la fábrica estadounidense CCKM cuando pretendía entrevistar a unas trabajadoras durante su descanso.

Otras fábricas instaladas en la zona son Texfil, de Corea del Sur; Yada International, de Taiwan y Hong Kong, y Naya Garments, de Pakistán.

Sólo New World Textiles, que también vende sus productos a JC Penny y Target, permitió entrevistas en presencia de autoridades, entre ellas el gerente de la fábrica y un funcionario de gobierno.

Zaid Marar, de la gubernamental Autoridad de Tajamuat, negó toda responsabilidad sobre las condiciones de trabajo.

”Nos limitamos a ofrecer el edificio, la infraestructura y los servicios de apoyo. No podemos involucrarnos en la administración interna de las fábricas”, declaró Marar, y agregó que, a su entender, ninguna de las fábricas tiene condiciones insalubres.

Otros funcionarios de gobierno, muchos de ellos graduados en universidades estadounidenses, atribuyeron las quejas de los trabajadores a una cultura inferior que no comprende el funcionamiento del libre mercado.

”Los jordanos no tienen incorporada la cultura industrial. Prefieren quedarse sentados en su casa antes que ganar el salario mínimo”, dijo Amer al-Hadidi, director de desarrollo industrial del Ministerio de Comercio.

Otros funcionarios afirmaron que las quejas se refieren a ”incidentes aislados” y manifestaron orgullo porque las exportaciones jordanas a Estados Unidos aumentaron de unos 13 millones de dólares en 1999 a casi 400 millones en 2002, lo que convierte a ese país en el mayor mercado de exportación de Jordania.

Además, sostuvieron, las Zonas Industriales Calificadas ayudaron a los trabajadores jordanos a adquirir experiencia y conocimientos e impulsaron la economía generando trabajo para las industrias hotelera, envasadora y de transporte.

El secretario de Estado (canciller) y el representante comercial de Estados Unidos, Colin Powell y Robert Zoellick respectivamente, elogiaron el acuerdo estadounidense-jordano- israelí como modelo de pacto regional, en una visita de alto nivel que realizaron a la región a fines de junio.

Powell y Zoellick explicaron a los funcionarios que los recibieron el propuesto Acuerdo de Libre Comercio entre Estados Unidos y Medio Oriente, que reuniría a 20 países en una de las zonas de libre comercio más amplias del mundo.

”Jordania está guiando con su ejemplo”, declaró Zoellick durante las reuniones del Foro Económico Mundial. ”Jordania está superando a sus vecinos y a gran parte del mundo al generar crecimiento y oportunidades a partir del comercio”, destacó.

Sin embargo, el desempleo en Jordania aumentó de 12,7 por ciento en 1997 a 15,3 por ciento en enero de 2003, según cifras del Fondo Monetario Internacional. (

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