El nombramiento en Estados Unidos de un ex ejecutivo farmacéutico e importante contribuyente a la campaña del gobernante Partido Republicano para coordinar el programa contra el sida desató protestas de activistas y expertos.
La designación de Randall Tobias, ex presidente del laboratorio Eli Lilly & Co., es surrealista, opinó Jeffrey Sachs, director del Instituto de la Tierra de la Universidad de Columbia y asesor especial del secretario general de la Organización de las Naciones Unidas, Kofi Annan, sobre la crisis del sida.
Una situación de emergencia exige alguien que haya trabajado en el terreno y lo conozca minuciosamente. No necesitamos a alguien que realice todo tipo de cuestionamientos a los compromisos y la agenda de la lucha contra el sida, declaró.
Tobias dirigirá un programa de 15.000 millones de dólares contra el sida en Africa y el Caribe si el Senado confirma su designación, anunciada el martes por el presidente George W. Bush cuatro días antes de iniciar su primer viaje a Africa.
Grupos de activistas exhortaron a los senadores a examinar con cuidado las credenciales y la filosofía de Tobias y a determinar si, dados sus pasados vínculos con la industria, podrá actuar en representación de millones de víctimas pobres del VIH/sida.
Esas víctimas precisan con desesperación medicamentos antirretrovirales baratos y enfrentan la oposición de las principales compañías farmacéuticas occidentales.
Esta decisión (de Bush) es otra señal preocupante de que el presidente no está preparado para cumplir su promesa de tomar medidas de emergencia contra el sida, sostuvo Paul Zeitz, director ejecutivo de la Alianza Global contra el Sida.
El nombramiento de Tobias hace pensar en conflictos de interés y pone en duda cuáles son las prioridades de la Casa Blanca, añadió.
Tanto Africa (el continente donde viven 70 por ciento de las víctimas de VIH/sida) como Estados Unidos perderán si la iniciativa del presidente contra el sida no utiliza medicamentos genéricos, de bajo costo, dijo Zeitz.
Las compañías farmacéuticas, recordó, lograron que Bush se retractara de una promesa de hacer una excepción a las leyes internacionales de patentes para que los países más pobres pudieran importar fármacos genéricos contra el sida a bajo costo.
Los africanos quedarán sin medicamentos, y muchos más de ellos morirán aparte de los 20 millones que ya fallecieron por sida, advirtió Zeitz.
Otros activistas manifestaron desprecio hacia Tobias. Sabemos que tiene poca experiencia sobre sida, pero mucha como donante del Partido Republicano, manifestó Salih Booker, directora de Africa Action, una federación de varios grupos que lucharon contra el apartheid en Sudáfrica, con sede en Washington.
Así está la política de Estados Unidos sobre el sida: del lado de las grandes compañías farmacéuticas, afirmó.
Tobias, quien se retiró de Lilly en 1998 y luego fue vicepresidente de la empresa de telecomunicaciones AT&T, obtendría el rango de embajador y rendiría cuentas al secretario de Estado (canciller) Colin Powell.
Powell es una de las principales fuerzas detrás del llamado Programa de Emergencia contra el sida, una iniciativa de 15.000 millones de dólares a desembolsar en cinco años, propuesta por Bush el pasado enero y aprobada con enmiendas por el Congreso en mayo.
La aplicación de ese programa, destinado a 12 países de Africa subsahariana y dos del Caribe, será la principal responsabilidad de Tobias, según Bush.
El ex ejecutivo carece de experiencia en materia de salud pública y trabajo en países pobres. En su breve discurso en la Casa Blanca el martes, describió las estadísticas de sida en Africa como casi incomprensibles.
La principal preocupación de los activistas es si habrá disponibilidad de medicamentos genéricos contra el sida bajo el Programa de Emergencia. Los medicamentos genéricos se identifican por el nombre de su principio activo, y son mucho más baratos que sus equivalentes con marca registrada.
Aunque los grandes laboratorios realizaron importantes reducciones en sus productos de marca contra el sida para los pacientes de países pobres de Africa, sus equivalentes genéricos producidos en Brasil, India y Tailandia todavía cuestan mucho menos que aquéllos.
Aunque el gobierno sugirió que utilizaría genéricos en el Programa de Emergencia, todavía no tomó una decisión formal al respecto.
Tobias deberá responder si el plan de Bush contra el sida hará un uso eficiente de los fondos maximizando las compras de medicamentos genéricos, dijo Eustacia Smith, del grupo Health Global Access Project (Health GAP).