ISRAEL-PALESTINA: Prisioneros, dilema sobre héroes y tumbas

La próxima liberación de 350 de los 6.500 palestinos prisioneros en cárceles israelíes no satisface a sus dirigentes, pues permanecerán entre rejas miembros de grupos radicales considerados héroes en Palestina y homicidas en Israel.

El gabinete israelí, encabezado por Ariel Sharon, decidió por 13 votos contra nueve liberar en las próximas semanas a 350 prisioneros palestinos no involucrados en la muerte de israelíes ni pertenecientes a las organizaciones Movimiento de Resistencia Islámico (Hamas) o Jihad Islámica.

Pero funcionarios de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) rechazaron el criterio usado para elegir a los beneficiados por la medida.

El primer ministro ANP, Mahmmoud Abbas (más conocido como Abu Mazen) advirtió que el cese del fuego declarado por los grupos activistas ”colapsará” si Israel no ordena una liberación masiva. De hecho, Hamas y Jihad Islámica anunciaron que reconsiderarán la tregua si sus miembros encarcelados no salen en libertad.

La liberación de los presos palestinos, un asunto muy delicado para ambas partes, se convirtió en un gran problema para la puesta en práctica de la llamada ”hoja de ruta” hacia la paz formulada por el Cuarteto, instancia de mediación internacional integrada por la Organización de las Naciones Unidas, la Unión Europea, Estados Unidos y Rusia.

Unas 2.000 personas, incluyendo a las familias de los presos, marcharon el domingo en Gaza entonando ”no habrá paz sin la liberación de todos los detenidos”.

Al mismo tiempo, las familias de los israelíes muertos en atentados palestinos se reunieron para protestar en la puerta de la oficina del primer ministro en Jerusalén, donde se realizaba la reunión del gabinete, para exigir que los ”homicidas” sigan detrás de las rejas.

Para los palestinos, los encarcelados son verdaderos héroes que pagaron un alto precio en la lucha por su nación. Pero para los israelíes son asesinos, y su liberación sería una injusticia.

Los palestinos se refieren a ellos como ”presos políticos” o ”de guerra”, mientras que los israelíes les llaman ”prisioneros de seguridad” y afirman que sus ”manos están manchadas de sangre inocente”.

El ministro para Asuntos de los Prisioneros de la ANP, Hisham Anbdel Razeq, advirtió que el proceso de paz quedará trunco si Israel no libera a la gran parte de los 6.500 palestinos que mantiene en sus cárceles, la mayoría detenidos en la segunda intifada (insurrección popular contra la ocupación israelí), que comenzó en septiembre de 2000.

El propio Abdel Razeq estuvo preso en Israel 21 años, tras ser detenido portando explosivos en la central ciudad israelí de Rishon Letzion, donde se preparaba para cometer un atentado. Fue liberado en 1994, un año después de la firma de los acuerdos de Oslo.

”Esta es una guerra, y la muerte es el resultado de una guerra. Los israelíes distinguen entre su sangre y la nuestra. Muchos más palestinos han muerto en este conflicto”, dijo el ministro a IPS.

Abdel Razeq pidió la liberación inmediata de los presos encarcelados antes de la firma de los acuerdos de Oslo, ”cuando todavía estaba vigente el estado de guerra”. Entre ellos hay palestinos responsables de la muerte de israelíes.

”¿Cómo podemos hablar de paz y al mismo tiempo abandonar a nuestros soldados? La liberación de los prisioneros es ahora nuestra prioridad. Es la única cosa que tendrá un verdadero impacto en la forma en que el pueblo palestino ve el proceso de paz. Para ellos los presos son héroes”, añadió.

Pero la israelí Rachel Tuito piensa distinto. Ella dice que el activista palestino que mató a su esposo Yosef en el asentamiento judío de Itamar, en Cisjordania, y la dejó viuda con cinco hijos, es sólo un ”homicida” que ”debe sufrir toda la severidad de la ley, sin concesiones”.

Sharon es objeto de una fuerte presión de parte de la ultraderecha, y de hecho estuvo cerca de perder la votación en el gabinete el domingo. Sharon alcanzó el resultado de 12 a nueve sólo luego de aceptar que la liberación dependa de que los palestinos cumplan con su parte en la hoja de ruta.

”La liberación se realizará en pequeños números y dependerá de que los palestinos demuestren que están cumpliendo con su parte en el proceso”, dijo Sharon luego de la reunión del domingo.

Los ministros de línea dura se oponen a la liberación de cualquier prisionero palestino.

”Tiene que haber una razón de peso para liberar a cientos de detenidos, como un acuerdo de paz que dure por generaciones. Esto no está en la hoja de ruta y espero que recibamos algo a cambio”, dijo el ministro del Interior, Uzi Landau, del gobernante Partido Likud.

Sharon sabe que la liberación de los prisioneros ayudará a Abu Mazen en su esfuerzo para obtener el apoyo de su pueblo. Pero la salida de solo 350 palestinos no colmará las expectativas y hasta podría tener el efecto opuesto.

Muchos prisioneros son dirigentes cuya influencia es clave en la resistencia palestina contra la ocupación.

El todavía detenido secretario general del partido secular Al Fatah (del presidente Yasser Arafat), Marwam Baghouti, jugó un papel clave para que los grupos activistas acordaran la tregua.

El gobierno israelí anunció la semana pasada que Barghouti será liberado en próximos días

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