Asia meridional es la clave para el cumplimiento mundial de las Metas de Desarrollo del Milenio que la ONU estableció en 2000, indicó el administrador del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), Mark Malloch Brown.
Esa región representa "40 por ciento del problema, lo cual significa que le corresponde 40 por ciento de la solución", dijo Malloch Brown al presentar el Informe sobre Desarrollo Humano 2003 en Londres.
Asia meridional concentra 40 por ciento de la población mundial que vive con menos de un dólar diario por persona, explicó. Además, 35 por ciento de los niños y niñas sudasiáticos carecen de educación primaria adecuada.
"Por eso, esta región es la que determinará si alcanzamos o no los objetivos", afirmó el funcionario.
Esas metas fueron fijadas por la comunidad internacional en la Cumbre del Milenio, sesión especial de la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) celebrada en septiembre de 2000, que fijó el año 2015 como plazo para su cumplimiento.
Entre las metas figuran garantizar la educación universal de niños y niñas, y reducir a la mitad, respecto de 1990, el porcentaje de personas con ingresos inferiores a un dólar diario, el de hambrientos y la población sin acceso a agua potable o sin medios para costearlo.
Asia meridional no es solo importante por su gran población pobre, hambrienta y sin servicios básicos, sino también por la naturaleza de las soluciones que se ensayan en la región.
"India está dejando gradualmente de recibir asistencia y se ha convertido en donante. Si India alcanza las Metas del Mileno será con sus propios recursos. Si Africa lo hace, será mayormente por la ayuda de los donantes occidentales", sostuvo Malloch Brown.
Lo que está en cuestión en Asia meridional es "si prevalecerán o no las mejores políticas", agregó.
El flujo de asistencia dirigido a Asia meridional es "relativamente insignificante", y "la diferencia crítica" responderá, más bien, a "la calidad de las decisiones tomadas por los gobiernos y por el sector privado", según el jefe del PNUD.
Occidente puede ayudar mediante "mejoras al acceso a sus mercados" de los productos de la región "más que a través de la asistencia al desarrollo", afirmó.
La experta Sakiko Fukuda-Parr, principal redactora del Informe de Desarrollo Humano, indicó que la situación en Asia meridional mejora en muchos rubros, en particular en el suministro de agua potable y en la lucha como la pobreza.
India avanza con mucha rapidez hacia el cumplimiento de muchas de las metas, al igual que su vecina nororiental, China, indicó.
El desarrollo humano cayó en 21 de los 67 países evaluados por el PNUD para el informe de este año, y ninguno de ellos pertenece a Asia meridional, indicó Fukuda-Parr.
"Lo que estamos viendo hoy es una especie de tercer mundo clase A y un tercer mundo clase B. Asia meridional se está desempeñando muy bien, pero en algunas áreas le va mal", agregó. La experta mencionó, por ejemplo, le previsible aumento de la incidencia del sida en la población de India.
"El hambre se redujo en Asia meridional, pero 43 por ciento de los hambrientos del mundo están en esa región. Y aún viven en ella gran cantidad de desnutridos", sostuvo.
La mayoría de los países sudasiáticos avanzaron mucho en materia de producción de alimentos, pero la distribución continúa siendo problemática, afirmó Fukuda-Parr.
"Soy un gran admirador del modelo indio. Ellos se están parando en sus propios pies, no extendiendo sus manos para que les den dólares o euros", indicó Malloch Brown.
Hasta ahora, las medidas tomadas por los estados indios fueron fuertes porque la solidez del sistema democrático se los permite, agregó.
"Si un estado logra un mal resultado en algún rubro, las autoridades toman medidas para mejorar, porque es una democracia basada sobre el mercado y los funcionarios electos son responsables ante el pueblo", indicó.
Las organizaciones como el PNUD no pueden intentar crear programas "para" países como India sino trabajar "con" ellos, "pues son muy enojadizos en esos asuntos".
Malloch Brown dijo que los avances en Pakistán deberán ser analizados luego, pues el PNUD carece de información suficiente. El desarrollo es "un desafío de gobernanza crítico" para ese país sudasiático de mayoría musulmana, explicó.
Varios programas están bloqueados por falta de voluntad del sistema político, y su futuro dependerá en la descentralización gubernamental pakistaní, indicó el funcionario.
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+ Informe de Desarrollo Humano, en Adobe Acrobat (http://www.undp.org/hdr2003/espanol/)
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