La Unión Europea está molesta por el pedido de Australia, Brasil y Tailandia de formar un tribunal en la OMC para juzgar la legalidad de las subvenciones que otorga este bloque a su producción y exportación de azúcar.
”Estamos muy disgustados y lamentamos que hayan tomado esta iniciativa” esos tres países, declaró a IPS Carlo Trojan, el representante de la Unión Europea (UE) ante la OMC (Organización Mundial de Comercio).
Pero el jefe de negociadores de Australia, David Spencer, observó que el reclamo contra el bloque europeo se funda en una aparente anomalía del comercio mundial del azúcar.
El costo de producción de una tonelada de azúcar se eleva en la UE a 660 dólares, mientras que en Brasil, Colombia, Guatemala y otros países apenas llega a 280 dólares. En tales condiciones, cómo puede el bloque europeo producir 40 por ciento del volumen total en el mundo, se preguntó Spencer.
Ese fenómeno es el resultado de la distorsión en el mercado mundial que provoca el programa interno europeo de apoyo al azúcar y que la OMC tiene que examinar, interpretó el representante de Brasil ante ese sistema multilateral, Luiz Felipe de Seixas Correa.
La UE subsidia la actividad de grandes productores ineficientes, muchos de ellos cultivadores británicos de remolacha, y otros que refinan azúcar cruda importada de las ex colonias o de países pobres.
De todos modos, en la reunión de este lunes del Organo de Solución de Diferencias (OSD), la UE consiguió bloquear la formación del grupo especial (panel) de tres miembros independientes para juzgar el apego a las normas comerciales del régimen comunitario para el azúcar.
En la próxima sesión del OSD, que todavía no tiene fecha acordada, quedará conformado de manera automática el panel, en un caso que se vislumbra peculiar porque puede afectar intereses de un grupo de 15 naciones del Sur en desarrollo también productoras de azúcar.
La acción planteada por Australia, Brasil y Tailandia es ”bastante decepcionante”, opinó el embajador de Mauricio, Jaynarain Meetoo, quien habló en representación de su país y de los otros 14 posibles afectados.
El grupo, además de Mauricio, está integrado por Barbados, Belice, Costa de Marfil, Fiji, Guyana, Jamaica, Kenia, Madagascar, Malawi, República Democrática del Congo, San Cristóbal-Nevis, Swazilandia, Zambia y Zimbabwe.
Esas naciones, miembros del bloque Africa, Caribe Pacífico (ACP) conformado por ex colonias europeas, gozan de beneficios de acceso a sus mercados que les otorga la UE.
Meetoo sostuvo que Australia y Brasil habían asegurado repetidas veces que en su disputa con la Unión Europea no darían pasos que pudieran ocasionar perjuicios a los intereses del grupo ACP, que es abastecedor de azúcar en el mercado europeo.
Grandes productores de la UE importan azúcar cruda del grupo ACP y de los países más pobres del planeta para luego refinarla y exportarla inclusive al mundo en desarrollo, con valor agregado pagado por los subsidios.
Esa importación de materia prima se hace con altos aranceles, excepto en los acuerdos preferenciales con ACP y los países menos adelantados a quienes el bloque impone cuotas. De ese modo, la UE deprime los precios en el mercado internacional de azúcar.
Sin embargo, Meetoo alegó que las decisiones de Australia, Brasil y Tailandia, tres grandes productores y exportadores de muchos productos básicos, demuestran que las reglas de la OMC se emplean para profundizar la marginalización de las economías pequeñas y vulnerables.
La UE se presentó también ante la OMC como defensora de los países del grupo ACP. Nosotros consideramos que es un ataque directo contra aquellos que se benefician de las preferencias en los mercados europeos, dijo Trojan a IPS.
Oxfam, la organización internacional humanitaria con sede en Londres y que en los últimos años ha seguido la evolución del mercado azucarero mundial, criticó la política de la UE.
La UE lanzó en 2001 su programa de apertura de mercados para los países menos avanzados, conocido como ”Todo menos Armas”, porque excluía del ingreso a través de sus aduanas sólo precisamente a los armamentos.
El plan contemplaba entre otros productos al azúcar de los países menos avanzados, que no son otros que los más pobres del mundo.
Empero, para dar lugar a las cuotas de importación de los países más pobres, en vez de limitar su propia producción la UE redujo los volúmenes importados del bloque ACP, explicó Celine Charveriat, representante de Oxfam en Ginebra.
El bloque europeo es el mayor exportador de azúcar del mundo. Cada año coloca siete millones de toneladas en el mercado internacional a precios muy inferiores a sus costos de producción, recordó Charveriat a IPS.
Por eso Oxfam propone que la UE recorte en 25 por ciento su producción, termine con su política de dumping (comercio desleal), restablezca las cuotas anteriores al grupo ACP e incremente las importaciones de los países menos adelantados.
Mientras, Brasil negó que la solicitud del establecimiento del panel sea dirigida contra los países del grupo ACP y De Seixas Correa señaló a IPS que se trata de una demanda contra la UE.
También Australia aclaró que la acción legal va dirigida sólo contra la UE y las subvenciones que otorga a su exportación de azúcar.
Australia tampoco se propone cuestionar los acuerdos preferenciales que la UE ha establecido con los países del grupo de ex colonias europeas reunidas en ACP y que son exportadores de azúcar, confirmó Spencer.