Las conversaciones entre Estados Unidos y la Unión Europea por el difícil acuerdo agrícola en la OMC pueden llegar a destrabar el resto de las negociaciones de la llamada Ronda de Doha, estimaron funcionarios comerciales.
Esas consultas deberían haber madurado lo suficiente para dar algunas señales en la reunión informal de ministros de comercio de unos 25 países que se realizará la próxima semana en la sudoriental ciudad canadiense de Montreal, evaluó el presidente del Consejo General de la OMC, Carlos Pérez del Castillo.
Signos en ese sentido favorecerán la prosecución del trabajo que los 146 miembros de la OMC (Organización Mundial de Comercio) tratarán desde el 11 de agosto en Ginebra para concertar acuerdos en los temas convenidos en noviembre de 2001 en Doha, la capital de Qatar, y que serán sometidos a escrutinio en México, insistió.
El negociador uruguayo Pérez del Castillo, que este año preside el máximo organismo de la OMC en Ginebra, debe coordinar la redacción del documento que los ministros discutirán en la conferencia que se realizará del 10 al 14 de septiembre en la sudoriental ciudad mexicana de Cancún.
Para ello presentó este viernes al Consejo General de la OMC un plan de trabajo exigente, que demandará reuniones cotidianas a los jefes de delegaciones a partir del 11 de agosto.
La discusión en torno a los asuntos aprobados en la anterior conferencia ministerial de Doha está estancada por divergencias en distintos áreas, en particular en agricultura, acceso a fármacos de bajo precio en países pobres, tarifas industriales y otros aspectos que interesan al mundo en desarrollo.
Pero fuentes diplomáticas dijeron en Ginebra que Estados Unidos y la Unión Europea (UE) procuran concentrar un entendimiento bilateral, para superar algunas de las dificultades mayores que frenan los avances en la negociación en relación al comercio agrícola.
Con ese objetivo, altos funcionarios de la UE y estadounidenses se reunirán este domingo en Washington, dijeron despachos periodísticos.
Pérez del Castillo no tiene noticias de que en Montreal se vayan a escuchar ”anuncios precisos” sobre un acuerdo europeo- estadounidense en aspectos agropecuarios. Pero lo están buscando y aliento esperanzas de que lo consigan, agregó.
La reunión de Montreal también ha sido denominada ”mini- ministerial”, porque congregará de manera informal a ministros de unos 25 países del 28 al 30 de este mes.
Los miembros de la OMC recurren con frecuencia a este tipo de encuentros reducidos, en los que siempre participan representantes de las principales potencias comerciales.
Las reuniones mini-ministeriales fueron uno de los temas cuestionados esta semana por un grupo de organizaciones no gubernamentales, que reclamaron la introducción de mejoras en la transparencia y la participación internas de la OMC.
Esos grupos, entre los que figuran la Red del Tercer Mundo, Oxfam Internacional, Servicios Públicos Internacional, Focus on the Global South y el Instituto de Política Agrícola y Comercial, objetaron la proliferación de mini-ministeriales y afirmaron que la Secretaría de la OMC pierde a veces la neutralidad.
El director general de la OMC, Supachai Panitchpadki, respondió que todo el proceso de negociaciones previas a Cancún se realizará en reuniones abiertas de jefes de delegaciones acreditadas en Ginebra.
Las autoridades de la OMC han convocado ”muy pocas reuniones reducidas” y, en esos casos, siempre se informó luego a los jefes de delegaciones, sostuvo Supachai.
Entre los países en desarrollo miembros de la OMC perdura el temor de que que la organización recurra a las reuniones de grupos selectos de estados para adoptar las decisiones más trascendentales.
Las actuales consultas entre Estados Unidos y la Unión Europea retrotrajeron al desenlace de las negociaciones de la Ronda Uruguay del Acuerdo General sobre Aranceles y Comercio (1986- 1994), que dio paso a la OMC.
A fines de 1992, cuando otras vez divergencias sobre agricultura bloqueaban un acuerdo global, los dos grandes actores comerciales se reunieron en la Blair House, una residencia para visitantes oficiales en Washington, y aprobaron un plan que luego presentaron como hecho consumado al resto de miembros del sistema multilateral.
Pero el representante comercial adjunto de Estados Unidos, Peter Allgeier, desechó esta semana en Ginebra la posibilidad de ”un nuevo Blair House”. El acuerdo para Cancún debe fundarse en una base muy amplia, dijo.
El plan presentado este viernes por Pérez del Castillo indica que desde el 11 de agosto se examinarán los temas de agricultura, de acceso a mercados de productos no agrícolas, de patentes medicinales y salud pública.
También se estudiará la aplicación de cuestiones pendientes que interesan a países en desarrollo y de trato especial y diferenciado a favor de esos mismos países.
El debate incluye los denominados ”Temas de Singapur”, que impulsados por las naciones industrializadas aparecieron en la primera conferencia ministerial de la OMC, realizada en esa ciudad estado asiática en 1996.
Los temas de Singapur aluden a inversiones, competencia, facilitación del comercio y transparencia en las compras gubernamentales.
Los países del Norte industrializado pretenden que la conferencia de Cancún los consagre como un asunto de negociación, mientras que las naciones en desarrollo se oponen.
Pérez del Castillo espera que, luego de dos semanas de negociaciones en Ginebra, el Consejo General pueda discutir el 25 y el 26 de agosto un borrador del documento que deberá presentar a los ministros en Cancún con propuestas de acuerdo para la mayoría de los temas.
El negociador uruguayo adelantó que los delegados comenzaron a examinar el primer borrador ”con buen ánimo”.
De todos modos, Pérez del Castillo pronosticó que, si en Montreal y en las discusiones subsiguientes no se registran avances en agricultura ”las demás cuestiones seguirán bloqueadas”.
En ese caso, el proceso que se desarrollará en Ginebra desde el 11 hasta el 26 de agosto enfrentará muchas dificultades, previno.