Personalidades y organizaciones de la comunidad negra estadounidense que tradicionalmente han defendido al presidente de Zimbabwe, Robert Mugabe, urgieron al mandatario a dejar de reprimir a la oposición.
En una carta enviada a Mugabe, los firmantes también lo instaron a implementar un diálogo incondicional con el opositor Movimiento para el Cambio Democrático (MDC) y con representantes de la sociedad civil, en el marco de una transición a un gobierno con apoyo más amplio.
Entre otros, firmaron la carta los directores de las organizaciones no gubernamentales Africa Action, Salih Booker, y TransAfrica Forum, Bill Fletcher Jr., y el presidente de la Coalición de Sindicalistas Negros, William Lucy, y el comité coordinador del Congreso Radical Negro en pleno.
Asimismo, figuran entre los firmantes el director del Centro de Asuntos Internacionales de la Universidad Howard, Horace Dawson Jr., y el clérigo Justice Y. Reeves, de la Convención Nacional Progresista Baptista.
La represión contra los opositores en Zimbabwe está en completa contradicción con los valores y principios que dieron cimiento a vuestra lucha por la liberación y a nuestra solidaridad con vuestra lucha, advirtieron en la carta, enviada el martes.
Además, el mensaje exhorta a instituciones y países de Africa, en particular Sudáfrica, Nigeria, la Comunidad para el Desarrollo de Africa Meridional (SADC) y la Unión Africana (UA), bloque que nuclea a la totalidad de las naciones del continente, árabes y subsaharianas.
La desobediencia civil no violenta creciente en su país choca cada vez más con la brutalidad policial y el uso excesivo de la fuerza. Esas tendencias de abusos de derechos humanos son no solo inaceptables, sino tamibén amenazas contra la estabilidad de su país, que socavan el desarrollo económico y político que su pueblo desea y merece, advierte el mensaje a Mugabe.
Creemos que es posible una solución pacífica para Zimbabwe si usted encuentra un modo de trabajar con otros dentro y fuera de vuestro gobierno para crear un proceso efectivo hacia una transición a un gobierno de apoyo más amplio que defienda los derechos democráticos para todos, concluye la carta.
La importancia de la protesta radica en la estatura pública de los firmantes, conocidos veteranos del movimiento contra el apartheid, régimen de segregación racial institucionalizada en perjuicio de la mayoría negra de Sudáfrica que persistió hasta 1994.
Muchos de los adherentes a la declaración también fueron firmes defensores de la lucha por la liberación de los países de Africa meridional en los años 60, incluida la de Zimbabwe, y se han opuesto a las presiones políticas y económicas ejercidas por Estados Unidos y Occidente sobre los gobiernos de la región.
Los gobiernos del estadounidense George W.Bush y del británico Tony Blair llamaron a una transición política en Zimbabwe luego de las elecciones del año pasado, en las que la Unión Nacional Africana de Zimbabwe-Frente Patriótico (ZANU-PF) mediante el fraude, según el MDC.
Todos los firmantes individuales se reunieron en los últimos meses con funcionarios del gobierno de Zimbabwe y con representantes de la sociedad civil, en ese país y en Estados Unidos, pero llegaron a la conclusión de que sus gestiones personales no tuvieron el efecto esperado.
Tenemos con nuestros hermanos y hermanas en Zimbabwe la responsabilidad de establecer claramente qué defendemos: estamos a favor de los derechos humanos y contra la represión del régimen de Mugabe contra la mayoría africana de Zimbabwe, dijo Booker.
Africa Action, el grupo que conduce Booker, fue creado hace tres años como resultado de la fusión de tres organizaciones antiapartheid.
Desde las elecciones del año pasado, Zimbabwe ha sufrido inestabilidad política y colapso económico, en parte a causa de una prolongada sequía y de un caótico y controvertido programa de reforma agraria que redujo mucho la producción, tanto para consumo interno como para la exportación.
La inflación sobrepasa ahora 200 por ciento, y unos ocho millones de personas dependen de la asistencia alimentaria para subsistir.
El MDC, liderado por el ex sindicalista Morgan Tsvangirai, ha reclamado hace más de un año un diálogo con Mugabe, quien es presidente desde la independencia en 1980.
A pesar de la creciente presión de Estados Unidos y de otros países occidentales así como de Nigeria, Sudáfrica y otras naciones africanas, sanciones diplomáticas incluidas, Mugabe trata de mantener el respaldo de sus seguidores.
Además, descalifica a la oposición, a la que acusa de secuaces de los agricultores blancos, cuyas tierras fueron expropiadas, y de intereses occidentales.
El MDC llamó a una huelga general esta semana para exigir la renuncia de Mugabe, quien respondió con exhibiciones de poder por parte del ejército y el despliegue de la milicia de ZANU-PF, denominada Green Bombers.
Este miércoles fue el tercer día en que apenas unos pocos comercios y oficinas abrieron. La mayoría de la población parecía determinada a quedarse en sus casas.
Fletcher, de TransAfrica Forum, sostuvo que los firmantes de la carta actuaban ahora porque la situación en Zimbabwe se deteriora y porque Estados Unidos y Gran Bretaña podrían estar preparando acciones encubiertas contra el gobierno de ese país, como parte de una política de cambio de régimen que, afirmó, sería desastrosa.
El cambio debe ser dirigido desde Africa y no por actores de afuera, como Washington o Londres, afirmó Fletcher.
+ Africa Action (http://www.africaaction.org)
+ TransAfrica Forum (http://www.transafricaforum.org/)
+ Gobierno de Zimbabwe, en inglés (http://www.gta.gov.zw/)
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