La televisón brasileña muestra en estos días a muchas mujeres apasionadas y casi todas con algún síndrome al parecer incurable. Un día es alguien tan celosa que ataca a su marido a cuchillazos y el otro es una que sigue con su esposo pese a los golpes.
”Mujeres apasionadas”, la principal telenovela de la Red Globo en la actualidad que se exhibe de lunes a sábado a las 21 horas, llama la atención por la elevada concentración de problemas femeninos que expone.
El veterano guionista Manoel Carlos, conocido por el lirismo con que retrató anteriormente las relaciones personales, esta vez pone todo el énfasis en las mujeres alteradas a la brasileña.
Sus principales personajes permanecen en las capas medias de Río de Janeiro. Sus locales de trabajo son un hotel de lujo y una escuela privada que se parece a un club.
La alta audiencia indica que la telenovela brasileña, cuya historia comenzó en julio de 1963, mantiene aún su vitalidad con viejos y nuevos autores, buscando personajes y temas que atraen el interés de millones de espectadores todas las noches.
Manoel Carlos, a los 70 años y en la televisión desde su llegada a Brasil en los años 50, no fue un gran innovador, pero creó un estilo inconfundible con sus historias, tratando con ternura el cotidiano y las familias de clase media urbana y creando centenares de personajes.
Para eso emplea, como trasfondo musical, numerosas canciones de bossa nova, un estilo típico de la población que vive en las playas de Río de Janeiro.
”Mujeres apasionadas” empezó con 104 personajes, ”un verdadero boeing” lleno de personas, admitió el mismo autor, tras recordar que una de sus telenovelas anteriores, ”Lazos de familia”, alcanzó a tener 300 personajes.
Otra telenovela suya, ”Por amor”, no fue muy distinta. La multitud de nombres y rostros se fue agrandando en la marcha.
Escribir telenovelas es tarea de atletas de maratón, ya que se extienden por unos 150 capítulos o seis meses, a veces prolongándose por unos meses más cuando es un éxito de audiencia. Hacerlo a los 70 años de edad es una hazaña del experimentado autor, sólo conocido por sus nombres, sin apellido.
Una de sus preocupaciones permanentes es incluir problemas sociales en el argumento. Esta vez eligió la violencia familiar y la discriminación contra los ancianos.
Raquel, interpretada por la actriz Helena Ranaldi, es agredida varias veces por Marcos (Dan Stulbach, un actor que recuerda a Tom Hanks), pero aún así no logra separarse de él ni es capaz de denunciar su violencia a la policía.
Pero la agresión es también femenina, como lo muestra el caso de la excesivamente celosa Heloisa (Giulia Gam), quien hirió a su esposo de un cuchillazo en el brazo.
Para mostrar los maltratos sufridos por abuelos octogenarios, ”Mujeres apasionadas” concentra la intolerancia en una joven nieta, que lleva una vida de frivolidades y mentiras.
A eso se suman una maestra alcohólica, incapaz de abstenerse de la bebida incluso durante las clases, una joven recién casada y mimada que atormenta al marido, representado por el galán actual del cine y la televisión brasileña, Rodrigo Santoro, y mujeres maduras que buscan afecto o sexo con empleados jóvenes.
Una mujer rica y futil que se enamora del cura católico e intenta seducirlo, una joven que pierde el novio por insistir en mantenerse virgen, otra que mantiene secreto sobre un hijo adoptivo y una mujer que intenta de reconquistar una antigua pasión, el novio actual de su hija adoptiva, completan el cuadro.
”Es un horror, son demasiadas mujeres en relaciones degradantes, irrespetuosas, creando una imagen de submundo y mostrando el alma femenina de la peor manera”, protestó Schuma Schumaher, coordinadora ejecutiva de la organización femenista Comunicación, Educación e Información de Género (Cemina), en entrevista con IPS.
”Unas golpean o son golpeadas por los maridos y otras son extremadamente dependientes de la presencia masculina”, observó.
”Mujeres en pleno ataque de nervios” sería un título más adecuado a la telenovela, escribió Esther Hamburger, antropóloga de la Universidad de Sao Paulo, en la edición del lunes del diario local Folha de Sao Paulo.
Los telespectadores masculinos deben disfrutar tanta impulsividad e insensatez femeninas, destacó.
Pero es el folletín buscando mantener su audiencia, como el producto audiovisual brasileño de mayor éxito, como el espejo más presente, aunque distorsionado, de la sociedad brasileña.