El temor de Washington a un programa de armas de destrucción masiva en Irán se interpone en las relaciones entre Estados Unidos y Rusia, ahora que las rispideces por la oposición de Moscú a la guerra contra Iraq parecen superadas.
Aunque el presidente estadounidense George W. Bush y su par ruso Vladimir Putin se estrecharon las manos y parecieron olvidar sus diferencias por Iraq en sus conversaciones el domingo en el palacio Konstantinovsky, de San Petersburgo, la sombra de Irán se cierne ahora sobre sus relaciones bilaterales.
Washington presiona a Moscú para que detenga la construcción de una central de energía nuclear en Bushehr, en el sur de Irán, país al que Bush incluyó en el eje del mal junto a Iraq y Corea del Norte.
Pero Rusia sigue adelante con la construcción del primer reactor nuclear iraní, pese al temor de Estados Unidos de que Irán utilice el proyecto energético de 800 millones de dólares para encubrir un programa de armas nucleares.
Para disgusto de Washington, en los próximos meses Rusia proveerá a Irán uranio enriquecido como combustible para el reactor de Bushehr.
Estamos preocupados por el avanzado programa nuclear de Irán y exhortamos a ese país a cumplir sus obligaciones en virtud del Tratado de No Proliferación Nuclear, declaró Bush en San Petersburgo, donde participó el sábado de las celebraciones del 300 aniversario de la fundación de la occidental ciudad rusa.
Por su parte, Putin trató de minimizar las diferencias al señalar que las posiciones de Rusia y Estados Unidos están más cerca de lo que parecen.
No precisamos ser convencidos de la necesidad de prevenir y controlar la proliferación de armas de destrucción masiva en todo el mundo, dijo el presidente ruso.
Sin embargo, Putin advirtió que su gobierno no está listo para cortar los vínculos nucleares con Irán.
Somos contrarios a la utilización del pretexto del programa de armas nucleares en Irán para una injusta competencia comercial contra nosotros, declaró.
Tras la cumbre, el canciller ruso Igor Ivanov sugirió inspecciones internacionales más estrictas de las instalaciones nucleares iraníes, como concesión a Washington.
El ministro de Energía Nuclear, Alexander Rumyantsev, fue más lejos al invitar a Estados Unidos a unirse a Rusia en la construcción de la central nuclear de Bushehr.
Mientras, ambas partes realizan esfuerzos por fortalecer los vínculos comerciales bilaterales.
Estados Unidos podría estar interesado en importar más petróleo crudo de Rusia, informó la agencia de noticias RIA, citando a un alto diplomático estadounidense.
La fuente diplomática prometió más inversiones de Estados Unidos en el sector de la energía de Rusia, y también dijo que no discriminaría a las empresas rusas en la reconstrucción de Iraq.
Las diferencias por Iraq parecieron quedar de lado durante la cumbre.
Rusia aprobó el mes pasado una resolución del Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) que levantó las sanciones internacionales impuestas a ese país del Golfo en 1990 y legalizó la administración interina de Estados Unidos en Bagdad.
Consideramos que la medida fue un gran paso hacia la cooperación con Estados Unidos en ese asunto, dentro del marco de la ONU, declaró Putin en una conferencia de prensa conjunta posterior a la cumbre.
Ambos mandatarios pusieron énfasis en sus intereses comunes.
Nuestros países han sufrido mucho por el terrorismo y por eso ambos gobiernos están tomando medidas para hacer frente a esta amenaza, destacó Bush.
Esta experiencia hará más fuerte nuestra relación, insistió el mandatario, y agregó que los amigos pueden tener discrepancias.
Ambos líderes intercambiaron documentos de ratificación del Tratado de Moscú, firmado en julio del año pasado, para reducir en dos tercios los arsenales nucleares de sus países. El Senado estadounidense y el parlamento ruso ratificaron el acuerdo este año.
La cumbre de San Petersburgo también produjo dos declaraciones conjuntas acerca de la cooperación sobre defensa antimisiles y la Estación Espacial Internacional.
Asimismo, los dos mandatarios exhortaron a Corea del Norte a abandonar sus ambiciones nucleares. (
