RELIGION-INDIA: El templo hindú que resultó mezquita

Excavaciones arqueológicas en el sitio donde fanáticos hindúes destruyeron hace más de 10 años una mezquita del siglo XVI, en el norte de India, revelaron que la estructura estaba construida sobre otra mezquita y no sobre un templo hindú, como afirman los hinduistas.

La demolición en diciembre de 1992 de la mezquita de Babri Masjid en la ciudad de Ayodhya, en el septentrional estado de Uttar Pradesh, conmovió a la sociedad india y desencadenó una ola de violencia religiosa en los estados del norte que terminó con miles de muertos.

Ahora, se ha determinado que ”la estructura de Babri Masjid estaba sobre otra mezquita preexistente”, afirmó el arqueólogo investigador Suraj Bhan en una entrevista con IPS.

Esta conclusión se opone a la creencia de los hinduistas de que Babri fue construida sobre las ruinas de un templo dedicado al dios guerrero hindú Rama, que habría sido destruido cuando invasores afganos establecieron en el norte de India el imperio mogul e impusieron el Islam en la zona.

Desde la demolición de la mezquita, alentada por el ahora gobernante Partido Bharatiya Janata (BJP) y sus aliados, éstos lanzaron una campaña para construir un templo en honor a Rama en ese sitio, donde creen que nació.

Pero según el arqueólogo Bhan, no había ningún templo de Rama en el lugar, sino otra mezquita ”del período del sultanato, construida de piedras y revestida con cal, una técnica introducida por los invasores musulmanes”.

El período del sultanato en India se refiere a más de tres siglos en que varios reinos musulmanes dominaban el norte del país antes de la llegada de los mogules de Asia central, a principios del siglo XVI.

Bhan ya comunicó sus hallazgos a la Junta Central Sunita de Waqf, que vela por los bienes religiosos musulmanes en este país de mayoría hindú y es parte de una disputa judicial sobre la propiedad de la tierra donde se erigía la mezquita de Babri.

Numerosas acciones legales obstaculizaron la campaña por la reconstrucción del templo a Rama. Los tribunales ordenaron que la situación permanezca incambiada hasta que se decida la propiedad del terreno en cuestión en base a pruebas arqueológicas.

Los arqueólogos pasaron los últimos tres meses excavando túneles y removiendo tierra bajo el sitio de la mezquita demolida, en cumplimiento de una sentencia judicial que ordenó al instituto Estudios Arqueológicos de India (ASI) determinar si existía el templo hindú en Ayodhya antes que la mezquita.

ASI, dependiente del Departamento de Cultura, declaró en un informe preliminar que no ha encontrado pruebas de la preexistencia de un templo hindú.

Fanáticos hindúes amenazan ahora con llevar adelante su plan de reivindicación de otros sitios del norte de india donde se sabe que había templos hindúes que fueron demolidos por los invasores musulmanes.

”Lo del templo de Rama no es una disputa legal ni arqueológica, sino una cuestión de fe para los hindúes. Replantearemos nuestra demanda de que los templos de Kashi y Mathura nos sean entregados”, declaró el martes Praveen Togadia, líder del Vishwa Hindu Parishad (VHP, Consejo Mundial Hindú), aliado del BJP.

Por otra parte, el historiador Irfan Habib sostuvo que ”como el VHP y sus partidarios no pueden presentar pruebas históricas de que Rama nació en el sitio disputado, basan sus argumentos en la fe, pero la fe de la que hablan fue inventada por ellos”.

Los hinduistas también se oponen a un plan del gobierno para abrir cientos de mezquitas (protegidas por el Instituto Arqueológico de India) a la minoritaria comunidad musulmana para la ”namaz” o adoración, a cambio de su renuncia a reivindicaciones sobre el sitio de Babri Masjid.

”Apoyamos la opinión del VHP de que permitir la 'namaz' en esas mezquitas sólo abriría una lata de gusanos”, declaró K.S. Sudershan, líder de Rashtriya Swayamsevak Sangh (RSS), un ala radical del BJP.

Tanto el RSS como el VHP se enfrentan a Shankaracharya Swami Jayendra Saraswati, una autoridad hindú partidaria de abrir las mezquitas bajo la autoridad del Instituto Arqueológico a la comunidad musulmana como parte de un acuerdo de transigencia.

En junio, Shankaracharya propuso una fórmula de paz por la que el sitio de Babri sería entregado a una comisión gubernamental para construir en él un templo a Rama, y a cambio el VHP renunciaría a sus reivindicaciones sobre los sitios de Mathura y Varanasi.

Pero el Comité de Acción de Toda India sobre Babri Masjid rechazó la propuesta de Shankaracharya, a la que consideró un emisario del primer ministro Atal Bihari Vajpayee.

”La entrega del sitio de Babri Masjid está fuera de discusión”, declaró Zafarya Jilani, presidente del Comité.

El RSS y el VHP dieron a entender que Shankarcharya debería mantenerse fuera del asunto. ”Ya hicimos concesiones por Shankaracharya y acordamos no perturbar el sitio disputado hasta que termine el juicio por su propiedad”, dijo Surendra Jain, secretario del VHP.

Las respectivas posturas del VHP y el Comité de Acción resultaron en una parálisis del proceso y redujeron las posibilidades de arreglo temprano de un problema que ha dominado la política del norte de India en la última década.

Mientras, surgieron diferencias entre el BJP y sus socios de coalición más radicales por el manejo de esta crisis.

Los radicales sostienen que Vajpayee y el actual viceprimer ministro y ministro del Interior Lal Krishna Advani —que alentó y presenció la demolición de la mezquita de Babri— se beneficiaron políticamente de la campaña para construir el templo de Rama pero hicieron poco para concretarlo luego de llegar al poder, hace cinco años. (

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