Las enfermedades de transmisión sexual, el embarazo no deseado, el aborto o la maternidad precoz amenazan a los adolescentes que despiertan cada vez más temprano a la actividad sexual, con poca información y baja percepción de riesgos.
En Cuba, como en otras regiones del mundo, especialistas coinciden en que el temprano debut de los jóvenes a la sexualidad activa contrasta con el escaso conocimiento que poseen para desarrollar una vida sexual madura y responsable.
En ese sentido, los expertos de la isla claman por mejorar la educación sexual en los establecimientos de enseñanza, aunque muchos padres y madres consideran que se debe más bien fortalecer la función de la familia en ese aspecto.
Inclusive el cardenal católico Jaime Ortega, arzobispo de la Habana, ha intervenido en más de una ocasión en el debate, para criticar una educación sexual que en su opinión se ha vuelto propaganda del preservativo.
La permisividad sexual, las relaciones tempranas que queman las etapas del enamoramiento y del amor verdadero, no preparan para fundar matrimonios estables y duraderos, afirmó en su carta pastoral de febrero.
Hemos dado prioridad durante todos estos años a nuestras tareas sociales y políticas, permaneciendo alejados de nuestros hijos en las etapas más difíciles de sus vidas, se quejó la madre de una joven que con 14 años prefirió el aborto a la maternidad.
La mujer, que prefirió el anonimato, se califica de ingenua por haber confiado demasiado en su hija, en vez de controlar sus amistades e inclusive prohibirle algunas.
María Isabel González, en cambio, reconoció que los padres deben conocer el grupo de amigos más cercanos de los hijos, y si es posible a sus familias, pero agregó que lo fundamental es la formación ética, mantener la comunicación y darles siempre una respuesta adecuada a sus inquietudes.
González, de 55 años y divorciada, afirmó que esa receta le permitió criar sola a su hija, que ahora tiene 23 años y es estudiante universitaria, sin los sobresaltos que han pasado muchas de sus amigas, una de las cuales está a cargo del nieto que le dio su hija menor cuando todavía jugaba con muñecas.
Una investigación en la capital cubana dada a conocer este año ubicó en 12 y 13 años, respectivamente, la aparición temprana de la menarquia en la mujer y la primera eyaculación en el hombre, etapas que coinciden con el inicio precoz de las relaciones sexuales entre chicos y chicas. El estudio abarcó a 882 adolescentes de 11 a 14 años, y la mayoría de los 317 varones que admitieron mantener relaciones sexuales aseguraron haberlas comenzado a los 12 años. El grueso de las 286 muchachas en la misma situación dijo haber comenzado a los 14 años, aunque hubo algunos casos a los 12.
El dato estadístico más preocupante para los médicos participantes en la investigación fue que 438 adolescentes hayan tenido ya, a esas edades tres, cuatro, cinco o más parejas sexuales, que y 26 ni siquiera pudieran recordar cuántas.
Ese precoz debut los enfrenta a circunstancias para las que no están preparados física, biológica ni psicológicamente, a veces agravadas por carencias nutricionales u otras enfermedades, y la ausencia de un medio familiar para aceptarlo y protegerlo, señalaron.
De los encuestados, 36,40 por ciento dijeron que se abstuvieron de usar algún método anticonceptivo en su primera relación sexual, y 31,97 por ciento que utilizaron alguno.
El más mencionado fue el condón, en 23,88 por ciento de los casos, seguido por píldoras en 16,75 por ciento. El predominio del preservativo fue considerado positivo por los expertos, dado que es no sólo protege del embarazo, sino también de las enfermedades de transmisión sexual (ETS).
Sin embargo, los médicos destacaron que 56,21 por ciento de los jóvenes de la muestra dijeron que aún mantenían relaciones sexuales sin protección alguna, de lo cual responsabilizaron a carencias de educación sexual.
Yo no sé cuál es el problema. El sexo es algo normal, y cuando uno tiene ganas lo hace y ya, dijo una adolescente de 14 años que, a pesar de su opinión, reconoció no haber pasado más allá de algunos besos y caricias.
Estudios anteriores han alertado, en tanto, sobre la falta de conocimiento de muchos adolescentes cubanos respecto del riesgo de embarazos o de contraer ETS, entre ellas el sida (síndrome de inmunodeficiencia adquirida).
En ese sentido, una investigación de las científicas cubanas Alicia González y Beatriz Castellanos indicó que un tercio de una muestra de escolares de 11 a 13 años desconocía que el sida se transmite mediante el semen y la sangre.
Otro 60 por ciento de ese grupo creía que el condón puede utilizarse varias veces, y 36,6 por ciento consideraba dañina la menstruación.
Al estudiar a otro grupo, de 17 y 19 años, González y Castellanos concluyeron que tampoco en esa franja de edad se habían asimilado valores e informaciones necesarios para una vida sexual madura y responsable.
En esa muestra de mayor edad, 31,8 por ciento de los encuestados creían que un lavado vaginal posterior al acto sexual bastaba para evitar el embarazo, según se indica en la obra Sexualidad y géneros, de ambas científicas.
Por falta de información, en la adolescencia se es más vulnerable al contagio de ETS e infecciones, entre ellas el sida, señaló en un documento el Fondo de las Naciones Unidas para la Población (FNUAP o UNFPA, por sus siglas originales en inglés).
Según esa organización, uno de cada 10 partos en el mundo corresponde a una adolescente, y en los países menos adelantados, uno de cada seis corresponde a jóvenes de 15 a 19 años de edad.
Al menos uno de cada 10 abortos se practica en mujeres de 15 a 19 años, y cada año, más de 4,4 millones de mujeres en ese grupo de edades se someten a abortos, 40 por ciento de los cuales se realizan en malas condiciones, indicó la agencia.