LIBERIA: Se busca al presidente Taylor, criminal de guerra

El presidente de Liberia, Charles Taylor, volvió sin problemas este jueves a su país luego de un viaje a Ghana, pese a que un tribunal especial de la ONU había ordenado su captura internacional por crímenes de guerra en Sierra Leona.

El Tribunal Especial de la ONU (Organización de las Naciones Unidas) para Sierra Leona solicitó el miércoles la detención y extradición de Taylor a las autoridades de Ghana, donde el jefe de Estado negociaba un acuerdo de paz con un grupo insurgente que pretende derrocarlo.

Pero las autoridades ghanesas dejaron ir a Taylor y hasta le proveyeron un avión para que volviera a Liberia.

El gobierno de Ghana arguyó que no recibió a tiempo el pedido del tribunal, que investiga los delitos cometidos durante la sangrienta guerra civil librada en Sierra Leona entre 1992 y 2002.

Taylor, que asumió la presidencia de Liberia en 1997 luego de ocho años de guerra civil, fue señalado en marzo por el tribunal como responsable de crímenes de guerra en Sierra Leona, donde al parecer colaboraba con el insurgente Frente Unido Revolucionario (RUF).

El tribunal constató que Taylor entrenaba a miembros del RUF y les suministraba armas a cambio de diamantes, pero no hizo pública su acusación porque esperaba el momento en que el presidente liberiano saliera de su país y pudiera ser así detenido y extraditado. Pero todo se arruinó.

”Ahora esperamos otra oportunidad, cuando el señor Taylor vuelva a salir de su país. Obviamente no estará dispuesto a a extraditarse a sí mismo”, dijo este jueves el sectretario del tribunal, Robin Vincent.

El fiscal, David Crane, dijo a periodistas que el presidente liberiano es ahora ”un criminal de guerra fugitivo”, y pidió la colaboración de la comunidad internacional para su detención.

La acusación se hizo pública en un momento muy difícil para Taylor, y añade ahora más presión contra su gobierno, que lucha por no caer ante el constante avance de los rebeldes que quieren derrocarlo.

Este jueves, miembros de la organización Liberianos Unidos por la Reconciliación y la Democracia (LURD) —según Taylor, apoyados por Freetown— ingresaron en los suburbios de Monrovia. El gobierno ahora controla sólo tres de los 15 distritos del país.

La acusación contra Taylor ”significa una declaración de guerra. El pueblo liberiano no lo aceptará”, afirmó un portavoz de Freetown en las conversaciones en Ghana. Otro portavoz dijo que Monrovia ”no reconoce la autoridad del tribunal”.

El tribunal también investiga desde marzo a los señores de la guerra Foday Sankoh e Issa Sesay, del RUF, y a Sam Hinga Norman, líder de la milicia progubernamental Kamajors.

En Sierra Leona, la noticia de la acusación contra Taylor asombró a muchos. ”La acusación es la más grande noticia que he oído en años. Deben detenerlo y someterlo a juicio de inmediato”, dijo Ebie Cole, un trabajador social en Freetown.

”Yo lo veía venir, pero no tan pronto. Taylor estuvo detrás de la guerra en Sierra Leona y debe ser detenido para que pague”, dijo, por su parte, el maestro de escuela John Musa.

Pero otros temen que la decisión del tribunal especial sea contraproducente.

”Establecimos el tribunal para juzgar a Charles Taylor. Pero temo que por esto la guerra civil liberiana se extienda a Sierra Leona”, sostuvo Adama Kamara, una trabajadora social.

”El problema ahora es cómo detener y traer al presidente Taylor ante el tribunal. Requerirá una decidida intervención de la comunidad internacional”, sostuvo el analista político Joe Conteh, de Sierra Leona.

Con Taylor, el número de acusados por crímenes de guerra por el tribunal ascendió a 10. Entre ellos se destacan el ex líder de la junta militar de Sierra Leona Johnny Paul Koroma, también fugitivo, y el ex comamdante del RUF Sam Bockarie, alias ”Mosquito”, a quien se presume muerto.

Taylor estudió en Estados Unidos. Regresó poco después de que el sargento Samuel Doe tomara el poder en Liberia en 1980. Luego fue nombrado director de la Agencia General de Servicios, cargo desde el cual controló la mayor parte del presupuesto del país.

Doe lo acusó de malversar 900.000 dólares, y entonces se vio obligado a huir a Estados Unidos. Taylor, pese a negar las acusaciones, fue enviado a una prisión en el nororiental estado de Massachusetts ante un pedido de captura de parte de Liberia.

En circunstancias nunca aclaradas, Taylor logró escapar y huyó a Costa de Marfil para desde allí iniciar en 1989 una guerra civil que derrocaría el gobierno de Doe en 1997.

El arzobispo católico Michael Francis dijo esperar que las conversaciones en Ghana entre Taylor y el LURD contribuyan a la paz. ”Los liberianos están hartos de conferencias que siempre carecen de sentido real”, señaló.

Liberia, país fundado por esclavos estadounidenses liberados en 1847, ya tuvo 13 conferencias de paz, y la población todavía vive en medio de combates. (

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