Reformistas y conservadores del régimen islámico de Irán discrepan sobre la actitud que deben adoptar ante Estados Unidos, que continúa acusándolo de supuesta colaboración con la red terrorista Al Qaeda.
El líder religioso de la Revolución Islámica, el ayatolá Seyyed Alí Jamenei, calificó de tonta vanidad la actitud de Estados Unidos, luego de que el gobierno de George W. Bush suspendiera una serie de contactos bilaterales que estaban previstos para el mes pasado en Ginebra.
Estos contactos con Irán se mantenían en forma ininterrumpida desde los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001 en Nueva York y Washington.
El ayatolá Jamenei afirma que los reformistas, liderados por el presidente Mohammed Jatami, están intimidados por las amenazas estadounidenses.
Aquellos que están amedrentados por las demandas del enemigo van a retroceder paso a paso hasta que finalmente se van a rendir, pero nadie tiene derecho a hacer eso, y la nación no lo permitirá, dijo a fines del mes pasado el líder religioso.
El clérigo respondió así a una carta abierta que 127 miembros del parlamento le escribieron advirtiéndole que el régimen no sobrevivirá a menos que atienda las necesidades y los temores del pueblo.
Es lamentable que un gigante como Estados Unidos cometa un error tan grave como menospreciar el poder de la opinión pública de Irán y la fortaleza de su líder supremo, dijo, por su parte, el presidente del Consejo de la Conveniencia, Hashemi Rafsanjani, en su sermón del viernes en la Universidad de Teherán.
La nación iraní, los clérigos y el poder de la revolución no se han debilitado, y la administración estadounidense sueña en vano que podrá derribar el sistema iraní, señaló Rafsanjani.
El Consejo de Conveniencia es el árbitro entre las decisiones del parlamento y las del Consejo de Guardianes, custodios de la revolución teocrática iraní triunfante en 1979.
Expertos afirman que las vertientes del Islam a las que responden Al Qaeda y el régimen iraní están tan enfrentadas que no hay alianza posible.
Pero reformistas que no quisieron dar su nombre dijeron a IPS que decenas de miembros de Al Qaeda se esconden en un hotel de la localidad de Torbat Haydariyeh, cerca de la frontera con Afganistán.
El gobierno de Bush señala a Irán como uno de los refugios de los miembros de la red Al Qaeda, liderada por el saudita Osama bin Laden, que huyeron de Afganistán luego de la invasión aliada a ese país en 2001.
Funcionarios estadounidenses acusan también a agentes iraníes de cruzar la frontera hacia Iraq para causar problemas a las fuerzas de ocupación estadounidenses.
Washington además critica el programa nuclear iraní, aunque Teherán asegura que tiene propósitos pacíficos. El gobierno de Bush sostiene que Irán quiere fabricar armas nucleares.
Pero las fuertes palabras de Jamenei y Rafsanjani no impresionan al público.
Son retóricos e irrelevantes para la juventud iraní, dijo el estudiante de 21 años Mahomud Zare, en referencia a los dichos de Rafsanjani.
El régimen iraní ya no tiene más legitimidad popular y, a diferencia de 1997, la gran mayoría de la nación no defiende al régimen. Si Estados Unidos interviene para acelerar la caída del gobierno islámico en Irán, el pueblo no se resistirá, opinó, por su parte, el ingeniero Kamran Saadat.
Sin embargo, el escenario político iraní no es blanco y negro. Los que discrepan con los conservadores tampoco coinciden con la política de Estados Unidos en Medio Oriente.
Nuestro mundo, grande como es, ha sido zarandeado por las posturas y métodos de los violentos dogmatismos y de los poderes arrogantes, dijo Jatami en una reunión de la Organización de la Conferencia Islámica el 28 de mayo.
Por un lado, el terrorismo y el fanatismo distorsionaron la visión humana y libre de la religión, y por otra, el uso de la fuerza, la hegemonía y el unilateralismo se burlaron de los conceptos tan respetados como libertad y democracia, añadió.
El editor de la publicación mensual iraní Jandani, Mohyammad Haydari, calificó de ilógico el argumento de Estados Unidos por el Irán, de mayoría chiita, simpatiza con Al Qaeda.
La organización de Bin Laden pertenece a la estricta secta islámica del wahabismo.
En teoría y desde el punto de vista teológico, los chiitas y los wahabistas son totalmente opuestos. Bin Laden y su red Al Qaeda son musulmanes wahabitas puros, subrayó.
Oficialmente y diplomáticamente, no hay relaciones entre Al Qaeda y la República Islámica de Irán, aseguró.
El gobieron iraní en más de una ocasión aseguró que no brinda ningún tipo de protección a los miembros de la red de Bin Laden, e incluso dijo haber realizado varias detenciones, pero Washington lo consideró insuficiente.
Los conservadores y los reformistas tienen diferentes puntos de vista sobre si Al Qaeda tiene un plan activo en Irán.
Hablar de los amigos de Bin Laden en Irán no tiene ningún fundamento, afirmó el sargento Hussain Mosaee, de la Guradia Revolucionaria. Para Mosaee, Estados Unidos intenta ocultar con estas acusaciones su protección al grupo Mojahedin Khalq Irán, opuesto al régimen de Teherán.
Mientras, muchos esperan ver cómo los conservadores y los reformistas aprovechan las advertencias de Estados Unidos para fortalecer su influencia en la opinión pública iraní.
Versiones de prensa indican que también entre los funcionarios de Washington se plantearon diferencias. En este caso, entre los que quieren suspender todo tipo de vínculo con Irán y respaldar a los opositores al régimen islámico, y los que quieren mantener el diálogo con Teherán. (