La defensa de dos inmigrantes presos en Canadá por supuestos vínculos con la red terrorista islámica Al Qaeda carece de acceso a las pruebas de la acusación, aún no formulada, por lo que representantes de la comunidad musulmana se aprestan a demandar al gobierno.
Adil Charkaoui, estudiante graduado de Literatura Francesa de 30 años y residente en Montreal, fue detenido en mayo tras el certificado de seguridad nacional emitido en su contra por el ministro de Inmigración, Denis Correre, y el procurador (fiscal) general, Wayne Easter.
Este procedimiento permite a los jueces deportar, sin acusación y con evidencia secreta, a extranjeros que se encuentran de manera legal en Canadá.
Otro musulmán detenido con el mismo procedimiento, el argelino Mohammed Harkat, fue detenido en la puerta de su casa en Ottawa en diciembre pasado. Tampoco fue acusado formalmente aún.
Si va a arruinar tantas vidas sin remordimiento alguno, podría usted al menos tener las agallas de mostrarnos las pruebas y darnos acceso a a evidencia por la que Mohammed Harkat fue detenido, escribió su esposa, Sophie, en una carta dirigida al ministro Correre.
Me sorprende que usted pueda dormir de noche después de tomar decisiones tan horripilantes, agregó.
El mecanismo se utilizó rara vez antes de los atentados del 11 de septiembre de 2001 contra Nueva York y Washington. Pero sólo uno de los tres arrestados por esa causa desde los ataques no era musulmán, dijo el presidente del Consejo Musulmán de Montreal, Salam Elmenyawi.
El Servicio de Inteligencia en Seguridad de Canadá (CSIS) entrevistó a Charkaoui tres días después de los ataques de 2001. Lo mismo hicieron agentes estadounidenses cuando visitó Nueva York el año pasado.
Por razones de seguridad nacional, las autoridades negaron a Charkaoui y a sus abogados acceso a la evidencia en contra del estudiante. Tampoco lograron saber quiénes fueron los informantes del CSIS. Sólo el juez federal que atenderá el caso tendrá a su disposición todos los documentos.
Los certificados de seguridad están perjudicando a nuestra comunidad, pues su aplicación ha sido muy discriminatoria, dijo Elmenyawi.
El dirigente musulmán no conoce a Charkaoui, pero su inocencia o culpabilidad no es el problema, sino el procedimiento empleado, agregó.
Charkaoui está acusado de cosas que muchos musulmanes hacen, como viajar a Pakistán. El CSIS parece creer que todo musulmán está en una célula dormida y que sólo espera que se le apriete un botón para convrtirse en terrorista, sostuvo Elmenyawi.
Hablamos en serio. Estamos cansados de este tratamiento. Para nosotros, se trata de cuestiones fundamentales de justicia y de asegurarnos que nuestros políticos no abusen de las leyes canadienses, dijo.
Queremos que las acusaciones, la evidencia secreta y la evidencia procedente del extranjero se abra. La falta de un equilibrio de poderes adecuado en el proceso de compilar pruebas aquí y fuera del país es muy peligrosa, advirtió el dirigente.
El procurador Easter, bajo cuya jurisdicción opera el CSIS, se negó a hablar sobre el caso Charkaoui ni del de Harkan porque, alegó, están en manos de los tribunales.
El sumario de los documentos aportados por la procuraduría a la justicia indica que Charkaoui, quien tiene un hijo y otro en camino, es o fue miembro de la red terrorista islámica Al Qaeda, a la que Estados Unidos atribuye los atentados de 2001.
El estudiante, según el documento, es un peligro para la seguridad de Canadá y podría comprometerse en (actos de) terrorismo.
Otros documentos de la CSIS divulgados por la prensa mencionan al residente en Montreal Abousofian Abdelrazik, de origen sudanés, a quien la procuraduría califica de dirigente de Al Qaeda cercano a Abú Zoubeida, lugarteniente del líder de la red, Osama bin Laden, y responsable de reclutamiento de terroristas.
Charkaoui admitió haberse reunido con Abdelrazik en Montreal en varias ocasiones en 2001, antes de los atentados de septiembre.
La próxima audiencia del caso Charkaoui está programada pra el 2 de julio. El estudiante será seguramente deportado a Marruecos si su abogado no logra convencer al juez de liberarlo bajo fianza.
Charkaoui está radicado en Canadá en 1995, junto con su hermana Hind. Desde entonces se dedicó a estudiar y trabajar, e incluso dio clases, dijo Hind Charkaoui en una conferencia de prensa.
Pensábamos que habíamos llegado a un país de justicia y de ley. El arresto sin juicio es una violación de derechos humanos, una regresión a prácticas medievales. Lo que le sucedió a mi hermano podría ocurrirle a cualquiera de ustedes, dijo a los periodistas.
El CSIS asegura que Charkaoui se unió a Al Qaeda en un viaje a Pakistán en 1998 y que mantuvo desde entonces contacto con supuestos terroristas. El estudiante integra una célula dormida que no ha cometido ningún delito pero que está preparado para hacerlo si recibiera la orden, advirtió.
Documentos judiciales enumeran varias personas sospechosas de pertenecer a Al Qaeda a quienes Charkaoui supuestamente conoce, entre ellas Ahmed Ressam, acusado de planificar un atentado con explosivos en el aeropuerto de Los Angeles en 2001.
Según las autoridades canadienses, el estudiante recibió entrenamiento durante cinco meses en el campamento Khaldoun, de Al Qaeda, en Afganistán, cerca de la frontera con Pakistán.