Una milicia étnica de la República Democrática de Congo (RDC) tomó este lunes el control de la estratégica ciudad de Bunia y expulsó de sus hogares a miles de civiles.
Los paramilitares pertenecen a la etnia hema y se autodenominan Unión de Patriotas Congoleños (UPC), informó Patricia Tome, portavoz de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Los continuos disparos mantienen a los habitantes que quedaron en la nororiental Bunia encerrados en sus casas, aunque algunos se dedican a los saqueos. Otros, principalmente civiles de la etnia lendu, huyen de la ciudad por temor a ser atacados por sus rivales hema.
Los civiles lendu tienen miedo del control de la UPC y huyen de la milicia. Todavía no está confirmado, pero muchos barrios y calles del norte de la ciudad están totalmente vacíos, dijo Tome a IPS este lunes.
La hostilidad entre los hema y los lendu siempre existió en el este de Congo, pero se agravó durante la guerra civil que estalló hace cuatro años y medio.
Ejércitos extranjeros que participan en el conflicto congoleño, como el de Uganda, fueron acusados de alentar la tensión interétnica para su propio beneficio.
La lucha por el control de Bunia, situada a unos 80 kilómetros de la frontera con Uganda, comenzó cuando las tropas ugandesas comenzaron a retirarse de la ciudad el mes pasado, y se intensificó cuando esas fuerzas completaron su retirada, el pasado miércoles.
En los últimos seis días de combates se produjeron varias masacres que dejaron 30 muertos confirmados, aunque la cifra podría ser mayor, informó IRIN, la agencia de noticias de la ONU.
El domingo, 12 personas fueron asesinadas, entre ellos tres bebés que fueron degollados.
El Consejo de Seguridad de la ONU se reúne este lunes para discutir la forma de detener la violencia en Bunia.
Se preveía que el presidente de Sudáfrica, Thabo Mbeki, urgiría al secretario general de la ONU, Kofi Annan, a otorgar más poderes a las tropas del foro mundial para que intervengan en protección de los civiles.
La ONU tiene apenas 600 soldados en la localidad, cuyo mandato se limita a patrullar las calles como medida disuasoria y a distribuir alimentos.
El presidente de Uganda, Yoweri Museveni, afirmó que los soldados de la ONU practican un turismo peligroso.
Ellos pasean en sus autos y permanecen dentro de éstos mientras a 500 metros están matando gente, declaró Museveni el domingo en conferencia de prensa.
El Consejo debe encontrar tropas y recursos para una fuerza de paz de reacción rápida en Bunia, urgió la agencia humanitaria británica Oxfam.
En Bunia hay un total caos y confusión. La atmósfera es de pánico… y se teme que la ciudad esté al borde de la anarquía, declaró Roy Maheshe, asesor político de Oxfam sobre la RDC, en una declaración a la prensa.
Tome coincidió en que la presencia de la ONU debe ser más fuerte.
No podemos imponer la paz con los medios disponibles. No se puede pretender que 600 cascos azules peleen contra miles y miles de combatientes, dijo.
Pero también es vital que las partes beligerantes se sienten a la mesa de negociaciones, porque el motivo de la violencia es básicamente político.
Hoy, la UPC está tomando el control nuevamente, luego de haber sido expulsada de la ciudad hace dos meses. Mañana, los lendu pueden regresar, si consiguen algo de apoyo y equipos. Esto podría ser una historia sin fin, advirtió Tome.
Por eso, es hora de sentarse a negociar. Todos deben asumir su parte de responsabilidad para detener esta tragedia, exhortó.
El presidente Joseph Kabila llamó a todos los grupos armados de Bunia a reunirse en la vecina Tanzania este martes, pero se duda que las conversaciones se lleven a cabo ahora que la UPS tomó el control de Bunia.
Los combates en Bunia coinciden con los preparativos para la instalación de un gobierno de transición en la capital congoleña, Kinshasa, en virtud de acuerdos firmados en Sudáfrica el mes pasado. (