Los enfrentamientos entre las milicias étnicas en la oriental localidad congoleña de Bunia continúan, mientras la Organización de las Naciones Unidas (ONU) intenta crear una fuerza internacional de paz que impida un genocidio.
Los combatientes de la milicia lendu utilizan morteros, artillería y armas pequeñas para recapturar la localidad, ocupada el lunes por el movimiento Unión de Congoleños Patriotas (UCP), de la tribu hema.
Cientos de miles de civiles abandonaron el lugar para escapar de los asesinatos indiscriminados cometidos por diferentes milicias, señaló un funcionario de la ONU en Bunia.
Unas 10.000 personas están refugiadas dentro y en los alrededores de un complejo del foro mundial en Bunia, pero tampoco están seguras allí. Una mujer que buscaba ingresar al recinto murió alcanzada por una bala perdida el martes.
El papa Juan Pablo II y la fiscal general del Tribunal Penal Internacional para Crímenes de Guerra en la ex Yugoslavia y en Ruanda, Carla del Ponte, advirtieron que los combates en la República Democrática del Congo (RDC) están a punto de derivar en un genocidio, como el que ocurrió en la vecina Ruanda en 1994.
Juan Pablo II dijo estar profundamente conmocionado por el asesinato de dos sacerdotes en un refugio de la Iglesia Católica en la localidad.
El secretario general de la ONU, Kofi Annan, intenta formar una fuerza multinacional para detener el derramamiento de sangre en Bunia, ubicada en la oriental provincia de Ituri.
En la localidad están destacados unos 600 soldados, la mayoría uruguayos, de la Misión de Observación de la ONU en el Congo (Monuc), pero poco pueden hacer ante los 25.000 milicianos que rodean el recinto. Además, la Monuc no tiene otra potestad que la de suministrar alimentos.
Francia anunció estar dispuesta a enviar unos 700 soldados a integrarse en un equipo internacional con la potestad de usar la fuerza. Pero se necesita el apoyo de muchos más países.
Tiene que ser una brigada de al menos 3.000 soldados. Podría ser una combinación de las fuerzas francesas más las de la Monuc y quizás de Sudáfrica, o de cualquier paíse que esté dispuesto a colaborar, dijo la directora para Africa de la organización de expertos Grupo Internacional de Crisis, Fabianne Hara.
No hay otra alternativa, subrayó.
La última ola de enfrentamientos comenzó la semana pasada, cuando las fuerzas ugandesas que estaban destacadas en Bunia fueron replegadas.
Bunia ha sido escenario de batallas entre otras fuerzas de la región.
Los gobiernos de Ruanda y Uganda han apoyado milicias étnicas y grupos rebeldes rivales en el este del Congo desde 1998 por sus propios intereses políticos. Sus fuerzas se retiraron de ese país luego de una fuerte presión internacional para lograr la paz.
La ONU ha sido duramente criticada por su fracaso en prevenir una crisis que se veía venir.
Por mucho tiempo, la Monuc y las organizaciones no gubernamentales advirtieron los problemas. Por más de un año, el Consejo de Seguridad de la ONU recibió información sobre el deterioro de la situación. Se consideraron muchos planes, pero no se tomó ninguna acción, señaló Hara.
El Consejo de Seguridad no ha tommado ninguna acción a pesar de todas las advertencias, subrayó.
En la fronteriza Burundi hay una crisis similiar, y se espera desde hace meses que la ONU envíe soldados para defender el débil proceso de paz.
La ONU insta a Uganda a que utilice su influencia para calmar la situación en Bunia.
El problema central del conflicto entre los hema y los lendu es la propiedad de la tierra y la distribución de los recursos naturales, y eso impulsado por líderes tribales, que introdujeron armas en Ituri.
Otros sostienen que Ruanda y Uganda deben ser presionados por la ONU para que obliguen a sus aliados congoleños a detener los combates.
Me gustaría ver una fuerte presión sobre Ruanda y Uganda. Estos países tienen que asumir su responsabilidad. El caos en la RDC es en gran medida culpa suya, señaló Hara.
La UCP, que acaba de ocupar Bunia, es respaldada por Ruanda. (Los ruandenses) aseguran que no están ahí, pero están. Uganda acaba de irse, pero dejó a muchos aliados armados detrás, añadió.
Hara propuso que la comunidad internacional aplique sanciones contra Ruanda y Uganda si no contribuyen al proceso de paz.
El presidente de la RDC, Joseph Kabila, intenta acordar una reunión con sus pares Paul Kagame, de Ruanda, y Yoweri Museveni, de Uganda, esta semana en Tanzania.
La cadena británica BBC informó que líderes hema y lendu, junto algunos funcionarios de gobierno congoleños, se reunieron el miércoles en Tanzania con Kabila.
Las organizaciones internacionales también exijen que se le preste más atención al proceso de paz interno, impulsado por la Comisión para la Pacificación de Ituri, creada por las autoridades de la RDC.
Este proceso debe continuar, y se necesita un mínimo de compromiso de todas las partes involucradas, señaló Hara. (