Los precios del petróleo en el mercado mundial se movieron al alza esta semana, impulsados por los atentados del lunes en Arabia Saudita, el mayor productor, y la merma de las existencias de Estados Unidos, el mayor consumidor.
El crudo tipo Brent, marcador del Mar del Norte, se vendió este viernes en Londres a 26,33 dólares el barril de 159 litros, medio dólar por debajo de su cotización del jueves, pero en la semana su precio aumentó en promedio dos dólares, informó el Ministerio de Energía de Venezuela.
El petróleo dulce ligero estadounidense West Texas Intermediate cerró la semana en Nueva York a 28,55 dólares, 53 centavos menos que en la víspera, pero su promedio semanal fue de 28,25 dólares por barril, ocho por ciento por encima de su valor de la semana pasada, según el informe venezolano.
A su vez, la canasta de siete crudos marcadores de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) alcanzó un promedio de 26,29 dólares, 7,9 por ciento más que la semana precedente.
La OPEP, integrada por Arabia Saudita, Argelia, Emiratos Arabes Unidos, Indonesia, Irán, Iraq, Kuwait, Libia, Nigeria, Qatar y Venezuela, dispuso que el precio de su cesta fluctúe en una banda de 22 a 28 dólares el barril.
Entre los factores que incidieron en el aumento de los precios internacionales están los ataques terroristas en la capital de Arabia Saudita, principal exportador de petróleo del mundo, lo cual generó gran nerviosismo por la seguridad de los suministros provenientes de Medio Oriente, reportó el Ministerio venezolano.
Tres centros de residencia de extranjeros de Riyad fueron víctimas el lunes de atentados suicidas simultáneos con explosivos, que causaron la muerte de decenas de personas y avivaron los temores de que creciera la conflictividad en esa región.
También impulsó los precios al alza la situación de los inventarios (existencias de combustible) en Estados Unidos, principalmente de gasolina, los cuales se encuentran en niveles críticos, justamente cuando se espera un mayor consumo por el comienzo de la época de verano boreal, según Venezuela.
El Instituto Americano del Petróleo (API, por sus siglas en inglés) aseguró al finalizar abril que las existencias de crudo de Estados Unidos eran de 286 millones de barriles, 12 por ciento menos que hace un año. El umbral crítico fijado por las autoridades estadounidenses es de 270 millones de barriles.
Las reservas de gasolina sumaban en esa fecha 208 millones de barriles, 4,1 por ciento menos que un año atrás, y las de combustible de aviación descendieron 11 por ciento en el mismo lapso para ubicarse en 35,8 millones de barriles.
Otros destilados mermaron 20 por ciento, hasta un stock de 97 millones de barriles. En total (incluyendo residuales), Estados Unidos almacena 870 millones de barriles, casi 15 por ciento menos que en abril de 2002.
Estados Unidos es el principal mercado y devora uno de cada cuatro de los casi 78 millones de barriles que se consumen en el mundo cada día.
Su dependencia del petróleo importado se incrementó seis por ciento el último año y debió comprar en el exterior 12,2 millones de barriles diarios, 1,2 millones de los cuales fueron utilizados para destilar gasolinas.
La llegada de las vacaciones de verano boreal, en junio, presagia un aumento de la demanda estadounidense, sobre todo de gasolina, lo cual impulsa los precios pese a que el mercado nada en petróleo, según fuentes de la OPEP.
Esa Organización se reunirá el 11 de junio en Doha para considerar un recorte de la oferta, que puede llegar a dos millones de barriles por jornada, según su presidente y ministro de Petróleo de Qatar, Abdullah al-Attiyah.
La OPEP decidió llevar su oferta del actual trimestre, oficialmente de 24,5 millones de barriles diarios pero con una sobreproducción admitida por los socios de casi tres millones de unidades, hasta los 25,4 millones de barriles al día, a partir del 1 de junio.
Sin embargo, la abundancia de crudo y el descenso de los precios en abril —la cesta de OPEP cayó a menos de 24 dólares— motivaron la reunión del 11 de junio, a la que invitaron además a productores ajenos del grupo, como Angola, México, Noruega y Rusia.
El gobierno de Rusia, el mayor exportador fuera de la Organización, aceptó acudir a la cita.
En cambio, no estará presente Iraq, uno de los fundadores del grupo en 1960 junto a Arabia Saudita, Kuwait, Irán y Venezuela, porque la OPEP rehusó que la representación iraquí pueda ejercerla alguna autoridad de ocupación estadounidenses.
En paralelo, Washington pidió al Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas que vote la próxima semana el levantamiento de las sanciones impuestas en 1990 a Iraq, para así ahora facilitar la explotación de su petróleo.
Iraq comenzó a extraer 250.000 barriles de petróleo por día (antes de la ofensiva estadounidense-británica producía 2,4 millones de barriles diarios) y, paradójicamente, debe importar para sus necesidades pese a que su subsuelo contiene la segunda mayor reserva de crudo liviano del planeta, después de Arabia Saudita.