Los precios internacionales del petróleo aumentaron levemente esta semana, impulsados por los atentados y protestas en Medio Oriente, movimientos especulativos en algunos mercados y los posibles recortes en la oferta de la OPEP.
El levantamiento de las sanciones contra Iraq aprobado el jueves en el Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas, que permitirá reanudar la exportación de crudo de ese país, apenas hizo retroceder los precios algunas horas en la víspera, pero la tendencia al alza regresó este viernes.
En Londres, el tipo Brent del Mar del Norte ganó al cierre de la semana cerca de uno por ciento, cotizándose los contratos a futuro a 26,35 dólares el barril de 159 litros, 37 centavos por encima de la cotización del jueves.
En tanto, el crudo para entregas en julio se negoció este viernes en Nueva York a 29,25 dólares el barril, también 37 centavos más caro que el jueves, cuando llegó a caer en unas pocas transacciones hasta 28,38 dólares la unidad.
El parte semanal del Ministerio de Energía de Venezuela colocó a los ”manejos especulativos en los mercados a futuro de Nueva York” como una de las causas del incremento de los precios.
El informe también atribuye el desempeño actual del mercado al aumento de tensiones en Medio Oriente, tras los atentados suicidas en Israel y el llamado del grupo terrorista islámico Al Qaeda a atacar intereses estadounidenses y británicos, así como la drástica caída de las existencias de crudo en Estados Unidos.
La canasta de siete crudos de la OPEP (Organización de Paíes Exportadores de Petróleo) avanzó 60 centavos durante la semana, según el reporte venezolano, y se ubicó en 26,99 dólares el barril, su mejor nivel desde marzo.
La OPEP, integrada por Arabia Saudita, Argelia, Emiratos Arabes Unidos, Indonesia, Irán, Iraq, Kuwait, Nigeria, Qatar y Venezuela, ha fijado una franja de precios ideales de entre 22 y 28 dólares el barril.
”Todo el mundo está feliz con los actuales precios” del petróleo, opinó el ministro saudita Alí al-Naimi, mientras la OPEP se prepara para adoptar un nuevo recorte en su oferta y la de países exportadores aliados, como Rusia y México.
La próxima conferencia ministerial de la OPEP del 11 de junio en Doha considerará encarar un exceso de suministros, que el presidente del grupo, el ministro qatarí Abdullah al-Attiyah, calcula será de dos millones de barriles diarios.
Diez socios de la OPEP admitieron en abril que extraían cerca de 27 millones de barriles en lugar de los 24,5 millones pactados entre ellos con un sistema de cuotas, y fijaron un nuevo límite, 25,4 millones de unidades, a partir del 1 de junio.
De esa resolución estaba excluida Iraq, pues hasta el jueves producía en el marco del programa ”petróleo por alimentos” diseñado por la Organización de las Naciones Unidas para aliviar las sanciones que le aplicaba a ese país a raíz de la invasión a Kuwait en 1990.
Resta por ver si pactarán en Doha un nuevo recorte, después que Estados Unidos y Gran Bretaña anunciaron que en septiembre reincorporarán al mercado a Iraq, que antes de la invasión vendía 2,4 millones de barriles diarios.
Firmas de consultoría en Nueva York y Londres atribuyeron las alzas de precios en parte a especulaciones acerca de que la industria petrolera iraquí resultó más dañada por la guerra desatada el 20 de marzo de lo que indican los reportes oficiales de los vencedores.
Tampoco el levantamiento de las sanciones se podía traducir en suministros rápidos —lo cual explica que sólo en algunas transacciones cayeran los precios el jueves—, con excepción de los 11 millones de barriles que Iraq tiene almacenados en terminales de Basora y de Ceyhan (Turquía).
Ese volumen es apenas poco más del consumo estadounidense de un día (20 millones de barriles). Estados Unidos además tiene sus existencias de crudo cerca del umbral estratégico que se impuso, 270 millones de barriles, justo cuando comienza la época de vacaciones de verano (boreal) con gran consumo de gasolina en sus carreteras.
La Agencia Internacional de Energía (países industrializados) indicó este año que habrá en el mundo una demanda promedio de 77,9 millones de barriles diarios. En la actualidad se consumen 78,4 millones de unidades, menos que antes de la segunda guerra del Golfo, cuando el conumo era de 79,8 millones de barriles por día.