El presidente de Nigeria, Olusegun Obasanjo, se prepara para celebrar la próxima semana su reelección, pero una coalición opositora que lo acusa de fraude electoral amenaza con aguarle la fiesta con protestas en cinco ciudades.
Obasanjo prestará juramento como presidente por segunda vez consecutiva el jueves próximo en Abuja, la capital nigeriana, mientras los líderes de la oposición acusan a su Partido Popular Democrático (PDP) de haber fraguado los comicios del 19 de abril.
La policía advirtió que tomara medidas para controlar a los manifestantes.
El inspector general de policía, Tafa Balogun, dijo ante las cámaras de televisión que algunas personas estaban planificando masivas protestas contra el gobierno para boicotear la jura del presidente.
Balogun advirtió que cualquier grupo de personas que participen de las manifestaciones del próximo jueves serán detenidas, aun cuando no se enfrasquen en enfrentamientos con la policía.
Además de los que participen en persona de esas marchas ilegales, también serán detenidos los que las hayan organizado, señaló.
Mientras, el gobierno sigue adelante con los preparativos para la ceremonia, a la que se espera asistirán unos 47 presidentes y altos funcionarios de gobierno. Las calles adyacentes a la Plaza del Aguila de Abuja fueron decoradas con gran pompa.
El miércoles, el presidente Obasanjo cesó a sus 47 ministros y agradeció su trabajo en estos últimos cuatro años.
Obasanjo anunció la semana pasada que su nuevo gabinete será reducido a 36 ministros. No obstante, muchos piensan que la cantidad de carteras todavía es excesivo.
Algunos analistas políticos sostienen que las marchas previstas para la próxima semana serán contraproducentes y darán una mala imagen de Nigeria a la comunidad internacional.
Observadores internacionales coincidieron en que las elecciones del 19 abril, en las que Obasanjo ganó con 62 por ciento de los votos, fueron pacíficas en general y no presentaron mayores problemas.
Estos comicios fueron los primeros conducidos por civiles en 20 años, y se presentaron como un hito en el proceso de democratización de este país de Africa occidental con 109 millones de habitantes, luego de años de gobierno militar.
Pero la Conferencia de Partidos Políticos Nigerianos (CNPP), coalición de 28 fuerzas políticas que, sin embargo, presentaron candidatos separados, aseguró que hubo fraude en varios estados.
Los principales candidatos de la CNPP, el general Muhammadu Buhari, del Partido Popular de Toda Nigeria (ANPP), y Odumegwu Ojukwu, de la Gran Alianza Progresista para Todos (APGA), decidieron convocar las manifestaciones contra el gobierno.
Buhari, presidente de facto entre 1984 y 1985 y principal rival de Obasanjo, obtuvo 32 por ciento de los votos el 19 de abril.
Analistas consideraron especialmente poco fiable el resultado registrado en la región sudeste, donde se contaron tres millones de votos del PDP, frente a 200.000 de todos los otros partidos.
Otros señalaron que la mayoría de los 30 partidos políticos que participaron de las elecciones obtuvieron malos resultados porque se registraron e iniciaron su campaña a último momento, luego de obtener la correspondiente autorización judicial.
El ANPP y la APGA presentaron por separado sus denuncias ante la Corte de Apelaciones de Abuja, exigiendo nuevos comicios en 21 estados de la federación nigeriana, donde, según estos partidos, miles de votos quedaron sin ser contados.
La tensión aumentó cuando circularon rumores de que la APGA se preparaba para instalar un gobierno paralelo el mismo día en que jurará Obasanjo, pero todo esto fue desmentido por el presidente del partido, Chekwas Okorie.
Okorie dijo que la APGA respetaba la democracia y siempre buscaría los canales legales para llegar al gobierno.
Mientras, la CNPP confirmó que adoptará medidas de presión como las marchas, que comenzarán el 26 y terminarán el 29 en las ciudades de Abuja, Lagos, Kano, Puerto Harcourt y Enugu.
Los organizadores de la marcha arguyen que la constitución nigeriana les permite reunirse y manifestarse libremente si no es de manera violenta.
El activista y líder del Partido por la Conciencia Nacional, Gani Fawwhini, señaló que las declaraciones del inspector general de policía fueron antidemocráticas.
Los nigerianos que se sienten obligados a expresar su malestar por las últimas elecciones generales deben ir y protestar, ignorando los antidemocráticos exabruptos del inspector general, señaló.
Mientras, el candidato del Partido por la Redención del Pueblo, Balarabe Musa, dijo que las manifestaciones serán una resistencia organizada contra la injusticia.
El pueblo sólo quiere protestar contra los resultados de las elecciones generales, que están llenos de irregularidades, y no hay nada ilegal en eso, afirmó.
Por su parte, el líder del Partido Nacional Democrático, Kenny Martins, subrayó que las protestas, las marchas y todas las formas de manifestación pacífica son aceptadas en el mundo como mecanismo de defensa de los derechos del pueblo. (