La Organización de las Naciones Unidas (ONU) iniciará un programa para eliminar la corrupción y reforzar la ética y la integridad dentro del foro mundial.
El plan anunciado por el subsecretario general de la ONU para la Supervisión de Servicios Internos, Dileep Nair, fue divulgado cuando la organización internacional promueve una convención internacional contra la corrupción cuya firma está prevista para fines de este año en México.
El programa interno, denominado Iniciativa de Integridad Organizativa, permitirá a la ONU aplicar en lo interno los nuevos enfoques sobre control de la corrupción, dijo Nair este mes.
El plan, que cuenta con fondos asignados especialmente por el gobierno de Noruega, incluirá entrenamiento a los funcionarios en materia de diagnóstico y detección temprana de casos de corrupción, transparencia y fortalecimiento de la ética, así como la realización de investigaciones especiales.
En ese sentido, funcionarios de la ONU participarán en la segunda semana de junio de un Programa Ejecutivo sobre Control de la Corrupción e Integridad Organizativa que se desarrollará en la Escuela de Gobierno Kennedy de la estadounidense Universidad de Harvard.
Los funcionarios que asistan al programa conducirán, a su regreso, cursos al resto del personal de la ONU.
Las críticas al manejo del dinero dentro de la ONU son motivo de debate frecuente en Estados Unidos, donde los sectores más conservadores suelen solicitar la reducción del aporte del país al foro mundial.
Entregar fondos a la ONU equivale a tirar ese dinero en una cueva de ratas, dijo años atrás el ex presidente del Comité de Relaciones Exteriores del Senado estadounidense Jesse Helms, que acusaba a la hinchada burocracia de la organización de gastos excesivos y mala administración.
La prédica de Helms se apoyaba, entre otras cuestiones, en las acusaciones de fraude y malversación de fondos relativas a las operaciones internacionales de paz en los años 90.
No es ningún secreto que existe fraude y corrupción dentro del sistema de la ONU, admitió Nair, quien, sin embargo, advirtió que la mayoría de los funcionarios hacen gala de gran integridad. Por esa razón se creó la Oficina de Supervisión Interna de Servicios en 1994, agregó.
Washington tuvo un papel clave en la creación de esa oficina. La ex embajadora de Estados Unidos en la ONU en los años 90 y luego secretaria de Estado (canciller) Madeleine Allbright solía quejarse de que la organización desarrolló hábitos de derroche durante la guerra fría que ya debían haberse eliminado.
Pero en los últimos años el foro mundial tuvo drásticos cambios, incluida la fusión y eliminación de varios departamentos y la reducción de más de 10 por ciento del personal.
La integridad y la ética son un ingrediente crucial en los esfuerzos de reforma de la ONU desarrollados por el secretario general Kofi Annan, dijo Nair.
La Iniciativa de Integridad Organizativa de la ONU surge cuando la comunidad internacional y el mundo empresarial muestra cada vez más preocupación por el problema de la corrupción.
Donantes internacionales y la mayoría de las agencias de la ONU insisten en la gobernanza de los países —calificativo que reúne la inexistencia de la corrupción, la democracia multipartidaria y el respeto por la ley y los derechos humanos— como requisito para la asistencia al desarrollo.
La historia de la ONU, en especial la de las operaciones de mantenimiento de la paz del foro mundial, está marcada por robos, fraudes y mal manejo.
El peor caso se registró en abril de 1994, cuando desconocidos robaron 3,9 millones de dólares en efectivo a la operación de paz en Somalia. Ningún funcionario de la ONU fue hallado responsable.
La ONU tampoco atribuyó a ningún funcionario los sobrepagos por casi un millón de dólares en viáticos especiales a soldados de la fuerza de paz en Kuwait luego de la guerra del Golfo de 1991.
Una de las operaciones de paz más costosas, la de Camboya, concluyó con la pérdida de casi ocho millones de dólares en automóviles, camiones, teléfonos celulares, computadoras, generadores de electricidad y equipo electrónico robado, según la propia ONU.
Los investigadores del foro mundial, que no responsabilizaron tampoco en este caso a funcionario alguno, advirtieron que pudo tratarse de una operación desde adentro.
La ONU cuenta con varios organismos de inspección interna, incluida la Junta de Auditores, la Unidad Conjunta de Inspección y el Comité Asesor sobre Cuestiones Administrativas y Presupuestales.
A pesar de la existencia de estos organismos, el despilfarro y los malos manejos continúan en el sistema de la ONU, dijo un diplomático de Asia a IPS. (