Los casi 1.000 museos de México están entre los mejores del mundo según especialistas, pero también en crecientes dificultades por falta de público, problemas financieros y escasos planes para aumentar sus acervos.
Las autoridades encargadas de la administración de museos reconocen los problemas e intentan afrontarlos mediante la versión local del programa internacional Los museos y sus amigos, lanzada el 11 de mayo.
Ese programa, que busca atraer visitantes y formar una red de voluntarios para apoyar la gestión museográfica, se presentó a propósito del Día Internacional de los Museos, que se conmemora el 18 de mayo por iniciativa de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).
Con visitas gratuitas, publicidad en medios de comunicación, talleres y conferencias se pretende atraer al público para que conozca la riqueza y los problemas de los muesos mexicanos, la mayor parte de ellos regentados por el Estado.
En la capital de México, sólo dos de cada 10 visitantes de museos encuestados por el diario Reforma del 1 al 20 de marzo asistían de forma regular a esos recintos.
Ese estudio, realizado mediante entrevistas en las afueras de los museos a unos 2.200 visitantes, reveló que las mujeres prefieren los de arte y entretenimiento, mientras los hombres gustan más de los históricos didácticos.
La edad promedio de los visitantes consultados fue 33 años, y la mitad de ellos tenían estudios universitarios.
Todos los museos de México no podrían reunir de manera simultánea a la misma cantidad de gente que convoca un minuto de la telenovela de moda, sentenció el pintor Jishai Jusidman, cuya obra se ha exhibido varias veces en Europa.
Para el promotor artístico Pablo Helguera, uno de los principales problemas de los museos mexicanos es que no coleccionan nueva obra. Hay un acervo importante hasta los años 50, y muy poco de los periodos posteriores, señaló.
Los recortes financieros a la actividad cultural, la falta de nueva inversión en museos y el bajo nivel educativo del país mantienen a los museos en una situación difícil, opinó Eduardo Nivón, investigador del departamento de Antropología de la Universidad Autónoma Metropolitana.
De 1960 a 2001, el nivel educativo promedio de los mexicanos pasó de menos de cuatro a 7,7 años escolares, pero el país se ubicó en los últimos lugares en estudios mundiales de calidad educativa realizados por UNESCO y por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos.
Sin una población educada, es muy difícil que los museos tengan éxito y afiancen la formación humanista de las personas, dijo a IPS Carlos Lemus, quien trabaja como curador para varios museos privados.
No obstante, visitantes extranjeros de los museos mexicanos más célebres, como el de Antropología y el de Arte Moderno, suelen realizar comentarios positivos por la cantidad de estudiantes locales que ven recorrer esos recintos.
Los estudiantes van a los museos para cumplir tareas escolares, pero la mayoría de ellos se limitan a copiar las descripciones que acompañan a piezas o pinturas, y no reflexionan sobre lo que vieron en la escuela ni en sus casas, sostuvo Lemus.
De todos modos, la falta de público educado no resta brillo a los museos mexicanos. El Consejo Internacional de Museos, una organización internacional asociada con la UNESCO, sostiene que México está entre los países que cuenta con la mejor museografía del mundo.
Los principales museos del país fueron fundados en los años 20 y en los años 70 del siglo XX. En ambos periodos, gobiernos surgidos de la revolución agrarista de inicios de ese siglo buscaron institucionalizar una política cultural nacionalista.
Pero en los años 80 y los siguientes, la crisis económica afectó en forma negativa las inversiones en la cultura, y los museos sufrieron fuertes recortes financieros, que luego fueron atenuados con aportes del sector privado, provenientes de fundaciones e inversores.
La actual situación financiera es difícil, en especial si hay pocos visitantes, pero se intenta cambiar el panorama con la promoción de visitas y el acercamiento al público, en centros educativos y a través de publicidad, señaló Héctor Rivero, ex director del Consejo Internacional de Museos en México.
Ese es uno de los propósitos centrales del programa Los museos y sus amigos: creando puentes con sus públicos, que continuará hasta fin de año.
Lemus hace votos por el éxito del nuevo intento de atraer visitantes y formar redes de apoyo a los museos, pero recordó que programas similares se realizaron en el pasado sin mucho impacto.