ESTADOS UNIDOS: Nuevos criterios de despliegue militar en Africa

Las Fuerzas Armadas de Estados Unidos concentran cada vez más atención en Africa, dados los grandes cambios estratégicos de despliegue militar resueltos por el Departamento (ministerio) de Defensa, que abarcan también Asia y Europa.

No hubo aún anuncios formales sobre planes de Washington para instalar bases militares en el continente africano, pero diversas pistas indican que el interés en tal sentido crece.

El Departamento de Defensa indicó el jueves que un buque estadounidense dedicado a la ”guerra contra el terrorismo”, el USS Mt. Whitney, regresará a Estados Unidos desde la costa del Cuerno de Africa, en el oriente del continente, pero antes dejará personal y equipo en Camp Lemonier, en Djibouti.

Esa base fue la principal instalación del gobierno de George W. Bush dedicada a actividades antiterroristas fuera del territorio estadounidense, desde poco después de los atentados que dejaron 3.000 muertos en Nueva York y Washington el 11 de septiembre de 2001.

Esos ataques fueron atribuidos por el gobierno estadounidense a la organización radical islámica Al Qaeda (La Base).

La partida del Mt. Whitney implica que Camp Lemonier será ahora el hogar de 1.800 soldados, marineros, aviadores y personal civil de las Fuerzas Armadas estadounidenses en un punto altamente estratégico entre Etiopía y Somalia, frente al mar Rojo y a Yemen.

El general estadounidense James Jones, comandante supremo de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), anunció la semana pasada que Washington planifica aumentar su presencia militar en Africa occidental, región asolada por las guerras civiles.

De Africa occidental procede 15 por ciento de las importaciones estaunidenses de petróleo, y esa proporción podría aumentar a 25 por ciento en los próximos 12 años, según diversos pronósticos.

La región cuenta con ”grandes áreas sin control que constituyen claramente las nuevas rutas del narcotráfico, áreas de entrenamiento de terroristas e incubadoras de inestabilidad”, dijo Jones a un grupo de periodistas expertos en asuntos militares. El general no mencionó el petróleo.

Los cambios en materia de despliegue militar estadounidense ”muestran exactamente los principales intereses actuales del gobierno en Africa”, según el director del Proyecto de Investigaciones sobre Seguridad Africana en Washington, Daniel Volman.

”Están muy preocupados por el terrorismo y el fundamentalismo islámico en Africa occidental y en el Cuerno de Africa, y también están muy interesados en el acceso al petróleo africano”, agregó Volman.

Al mismo tiempo, Estados Unidos prepara grandes cambios a su presencia militar en Eurasia tras las guerras en Afganistán y en Iraq, así como la adopción de una estrategia mucho más ambiciosa que la actual, basada sobre la prevención del surgimiento de rivales en esa área.

El traslado de las tropas estadounidenses tiene el propósito de reducir su presencia en países donde constituyen una carga política para los gobiernos anfitriones, así como el de reubicar fuerzas para desplegarlas en caso de necesidad con más rapidez en zonas problemáticas, como Asia central, el Golfo y Asia oriental.

El Pentágono está particularmente interesado en tener acceso a instalaciones en Africa donde pueda ubicar armas y suministros, de modo de no tener que depender para su transporte de bases más distantes.

El gobierno de Bush ya anunció su intención de retirar todos sus 8.000 militares de Arabia Saudita, donde estuvieron apostados durante 12 años. La mayoría se trasladaron a la base aérea de Al- Udeid, en Qatar.

El Pentágono también planea reducir sus fuerzas en Kuwait, que fue plataforma de lanzamiento para invadir Iraq, aunque mantendrá sus instalaciones navales en Bahrein.

También se retiraron casi todas las fuerzas estadounidenses de la base aérea de Incirlik, en el sudoeste de Turquía, de donde partieron inspecciones aéreas del norte de Iraq, desde 1991 hasta el mes pasado.

El secretario (ministro) de Defensa, Donald Rumsfeld, desacreditó numerosas versiones que atribuían al Pentágono la intención de instalar cuatro bases militares en Iraq, y Washington parece interesado en conservar sus bases en Asia central, en especial las de Uzbekistán y Kirgizstán, usadas para la guerra en Afganistán.

En cuanto a Europa, parece claro que Washington retirará en breve la mayoría de sus 60.000 soldados de las bases que mantiene hace medio siglo en Alemania. Rumania y Bulgaria ofrecieron instalaciones mucho más baratas, que, por otra parte, estarán más cerca del Cáucaso y de Medio Oriente.

Estados Unidos también aumentaría sus contingentes en el Pacífico occidental, básicamente en Corea del Sur y Japón, que hoy suman 100.000 soldados.

El Pentágono se propone especialmente reducir el despliegue en Seúl y cerca de la zona desmilitarizada fronteriza con Corea del Norte, para trasladar tropas más al sur.

Según varios informes, también hay planes para desplegar fuerzas navales e infantería de marina en bases en el norte de Australia.

Hasta ahora, los intereses de Washington en Africa oriental y el Cuerno se relacionaban ante todo con su cercanía al Golfo y en especial a Yemen, donde Al Qaeda reclutó históricamente gran parte de sus integrantes, y que también fue escenario de varios ataques a objetivos estadounidenses.

Entre esos atentados estuvo el bombardeo suicida del portaaviones USS Cole en octubre de 2000, que causó la muerte de 17 tripulantes.

Estados Unidos también ha estado preocupado por la presunta infiltración en el Cuerno de Africa, y especialmente en Somalia, de militantes de Al Qaeda que huyeron de Afganistán.

El cuartel general de las fuerzas conjuntas para el Cuerno de Africa funcionó en el Mt. Whitney y se trasladará a Camp Lemonier, una ex base francesa que ha albergado después del 11 de septiembre de 2001 a cientos de soldados y funcionarios de inteligencia estadounidenses.

Ese traslado a Djibouti ”no implica un cambio de objetivos de las operaciones antiterroristas en la región, sino el lógico paso siguiente en el avance de esas operaciones”, cuyas metas ”son y seguirán siendo detectar, interrumpir y derrotar el terrorismo internacional, junto con aliados en la región”, señaló el Pentágono.

Esa misión no tiene ”un límite de tiempo preestablecido”, añadió.

Washington ha mejorado las instalaciones de Camp Lemonier, y puede proponerse emplear esa base en forma permanente.

Jones señaló que la OTAN planifica instalar en octubre en Africa occidental una fuerza piloto de reacción rápida, de 2.000 a 3.000 unidades aéreas, terrestres y marítimas, y que Camp Lemonier puede ser un modelo para la base de esa fuerza, cuya ubicación no anunció.

Volman comentó que las dimensiones del despliegue militar occidental en Africa serán ”mucho mayores que en el pasado”, y que requerirán un aumento de las instalaciones permanentes en la región.

El secretario de Estado (ministro de Relaciones Exteriores) estadounidense Colin Powell visitó Africa en septiembre, y Bush prometió visitar antes de que termine 2003 Nigeria y otros países del continente, tras cancelar una gira que iba a realizar poco antes del comienzo del ataque a Iraq en marzo.

El año pasado, la pequeña nación isleña africana de Santo Tomé y Principe, ubicada en el golfo de Guinea, muy rico en petróleo, ofreció albergar una base naval estadounidense, pero Washington aún no respondió a esa invitación.

Los mayores productores de petróleo de Africa occidental son, además de Nigeria, Congo, Gabón, Camerún y Guinea Ecuatorial, donde Washington planea reabrir una embajada cerrada hace ocho años, antes de que se descubrieran ricos yacimientos petroleros. (

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe