VENEZUELA: Muerte del mecenazgo

Las fundaciones privadas promotoras de la cultura van camino a su desaparición en Venezuela de la mano de la aguda crisis económica y la falta de una ley de mecenazgo que incentive su labor, coincidieron expertos en el área.

De las 172 fundaciones empresariales dedicadas al campo cultural que operaban en el país en 1993 hoy sólo subsisten una veintena, según datos de la Federación de Fundaciones Privadas y de un informe de la Cámara Venezolano Americana de Comercio.

Las más activas en la actualidad son las que dependen de la banca y de las grandes empresas, como la agroalimentaria Polar y la firma tabacalera Bigott, que promueven desde la edición de un diccionario de Historia de Venezuela hasta talleres de cultura popular.

Pero ahora hasta las organizaciones culturales creadas por la banca privada han comenzado a cambiar su orientación, como es el caso del Banco de Venezuela (del grupo español Santander) que cerró la semana pasada su programa artístico para atender con más recursos a otro de carácter educativo.

María Eugenia Cruz, quien se desempeñó por cinco años como vicepresidenta de la Fundación Cultural Banco de Venezuela, explicó a IPS que ”el cambio no se debió a falta de fondos sino a que hay otras prioridades en el país”.

El énfasis en el sector educativo responde también a lineamientos de la casa matriz en España, añadió.

Mientras estuvo en actividad la Fundación Cultural Banco de Venezuela se realizaban conciertos semanales de música clásica, además de albergar exposiciones de arte, foros, conferencias y proyecciones de películas y vídeos.

La promoción cultural de las empresas privadas en Venezuela no cuenta con incentivos fiscales o económicos.

Un proyecto de mecenazgo, elaborado conjuntamente por representantes del sector privado y del estatal Consejo Nacional de la Cultura, fue transformado en parte de una ley orgánica de la cultura que aún no ha sido sometido a discusión en el parlamento.

Omaira Botello, ex jefa de comunicaciones de la Fundación Banco Consolidado, indicó a IPS que la promoción de la cultura tenía como única contraprestación ”el afianzamiento del nombre de la empresa”.

”Forma parte de una estrategia corporativa, dirigida a un público importante, para que las empresas sean percibidas desde otro punto de vista, más benéfico”, apuntó Botello.

Pero es justamente la falta de beneficios materiales la razón que ha llevado al cierre de tantas fundaciones culturales.

”Si las empresas dedican una parte de su capital a la actividad cultural sin recompensa tangible y con una merma en sus ingresos llega un momento en el cual consideran que ya no tiene mucho sentido mantener las fundaciones”, declaró a IPS Carmen Sofía Leoni, de la Fundación Bigott.

El apoyo de la empresa privada resulta importante para la vida cultural del país, sobre todo ante el recorte de presupuesto que ha sufrido el Consejo Nacional de la Cultura.

A esa entidad se le asignaron este año 90 millones de dólares, 30 por ciento menos que en 2002, y con destino fundamentalmente para programas de artesanía.

Además de las fundaciones dependientes de empresas privadas, también trabajan en Venezuela instituciones individuales o familiares que resguardan patrimonios artísticos, como Narváez, del escultor Francisco Narváez, y Herrera Luque, del escritor Francisco Herrera Luque.

Otra forma de promoción cultural es la de empresas que, aun sin tener una fundación como tal, financian actividades artísticas. En ese segmento se encuentran algunas compañías de telefonía y las transnacionales Coca Cola y Procter and Gamble.

Sin embargo, aun las fundaciones más asentadas, como la de Corp Group (heredera del Banco Consolidado, tras la quiebra de éste en 1994), se han visto obligadas a reducir su inversión.

”La situación económica actual obliga a reajustes, por eso redefiniremos los horarios para disminuir los costos de operación y haremos una revisión del programa de exposiciones, que siempre ha consumido una parte importante de nuestro presupuesto”, dijo al diario El Nacional la gerente de la Fundación Corp Group, Maite Espinasa.

Además de las exposiciones de arte, la Fundación Corp Group promueve anualmente la Semana de la Poesía, en la cual realiza diversas actividades con poetas nacionales y extranjeros y otorga un premio a una obra inédita.

El más importante festival anual de guitarra es organizado por la Fundación Mavesa, de una de las mayores compañías alimenticias del país. (

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