Se registran más de 2.000 casos de una nueva y letal forma de neumonía. Pero mientras más se expande el virus por el mundo, menos se sabe del Síndrome Respiratorio Agudo Severo o SRAS.
Con dos niños pequeños recluidos en casa, a Lily Ang no le alcanzan las manos para mantenerlos ocupados e ir a su trabajo de medio tiempo. Es duro, pero nada es peor que el riesgo de que ellos se contagien con el bicho, dijo Ang a Tierramérica.
El bicho es el temible Síndrome Respiratorio Agudo Severo (SRAS), y los hijos de Lily son parte de los 600.000 escolares y estudiantes que están por ahora alejados de las aulas en Singapur, tras la decisión de las autoridades de cerrar las escuelas desde el 27 de marzo.
La última vez que esa isla asiática tomó una medida similar fue en 1958, cuando 250.000 estudiantes fueron obligados a permanecer en sus hogares durante una virulenta epidemia de poliomielitis.
Los padres apoyan la decisión oficial. Y no es para menos. Singapur, con 95 casos de SRAS registrados según la Organización Mundial de la Salud, OMS, está entre el grupo de países con mayor riesgo de que se propale el misterioso mal: China, Taiwán, Vietnam y la región administrativa especial de Hong Kong, en Asia, y Canadá en el continente americano.
Hasta el 2 de este mes, 2.223 personas resultaron infectadas y 78 murieron a causa del SRAS, que se caracteriza por fiebre de más de 38 grados, tos seca, dificultades respiratorias y dolores musculares.
Este es el peor desastre médico que he visto, dijo a la prensa Sydney Chung Sheung-chee, decano de Medicina en la Universidad China de Hong Kong. La OMS reportó hasta el 2 de abril 708 casos de SRAS en Hong Kong, y al menos once muertes.
Es una guerra contra un enemigo desconocido, dijo Chung.
La OMS recomendó no viajar a Hong Kong y a la meridional provincia china de Guangdong, para evitar la propagación de la neumonía atípica.
Tras vencer reticencias de Beijing, el organismo logró trasladar una misión de investigación a ciudades de Guangdong — considerada presunto punto de origen del virus— en busca de datos que puedan permitir hallar la cura a la mortífera enfermedad, para la que aún no hay tratamiento médico.
La comisión de la OMS busca corroborar la teoría de que el virus es transmitido a los humanos por animales.
En el gigante asiático la nueva forma de neumonía mató a 46 personas y contagió a 1.190 en todo el territorio, de acuerdo con la OMS.
Las primeras investigaciones señalan que el brote de SRAS surgió en Guangdong el pasado mes de noviembre, de donde pasó a Hong Kong antes de afectar a ciudadanos de Australia, Francia y Canadá.
Pese a todo, el ministro chino de Salud, Zhang Wenkang, intentó calmar las inquietudes asegurando que las autoridades de su país mantienen la epidemia bajo control.
Mientras, en América del Sur, las autoridades de salud de Brasil reportaron el 2 de abril un presunto caso de SRAS: una periodista británica que llegó a Sao Paulo desde Malasia. Muchos países han implementado medidas de emergencia.
El Ministro de Salud de Singapur, Lim Hng Kiang, ordenó el 24 de marzo un periodo de cuarentena en sus hogares a 740 personas afectadas, y una multa de 2.800 dólares a quienes la infrinjan.
Esas duras medidas fueron emuladas por Hong Kong, donde desde el 27 de marzo más de 1.000 personas que podrían habrzo se reportaron posibles transmisiones de neumonía atípica en barcos y aviones.
Con el tráfico congestionado de las aerolíneas que sobrevuelan Asia —sólo tres grupos de aviación de China tienen más deédica se encuentra confundida por el avance lento por parte de China en informar sobre el tamaño del problema a la OMS o a los Centros de Control de Enfermedades Infecciosas de los Estados Unidos.
En la última quincena de marzo se reportaron posibles transmisiones de neumonía atípica en barcos y aviones.
Con el tráfico congestionado de las aerolíneas que sobrevuelan Asia —sólo tres grupos de aviación de China tienen más de mil 350 rutas— los directivos de salud en la región saben lo que están enfrentando.