Acusaciones de fraude empañaron las últimas elecciones presidenciales de Nigeria, que pretendían ser una prueba de estabilidad y democracia en el país más poblado de Africa.
Líderes opositores irrumpieron en la noche del martes en el centro de prensa de Abuja donde se anunció la reelección del presidente Olusegun Obasanjo con 62 por ciento de los votos, para manifestar su rechazo a los resultados oficiales y advertir que no reconocerían al nuevo gobierno.
Las elecciones del sábado fueron las primeras conducidas por civiles en 20 años y se presentaron como un hito en el proceso de democratización de este país del oeste de Africa, luego de años de gobierno militar.
Pero Don Etiebet, presidente y portavoz del Partido Popular de Toda Nigeria (ANPP), declaró a la prensa que los resultados publicados por la Comisión Nacional Electoral Independiente… no reflejan la voluntad del pueblo.
El candidato del ANPP era el general Muhammadu Buhari, presidente de facto en 1984-1985 y principal rival de Obasanjo, que obtuvo 32 por ciento de los sufragios en las elecciones presidenciales.
Etiebet consideró especialmente increíble el resultado registrado en la región sudeste, donde se contaron tres millones de votos del gobernante Partido Popular Democrático (PDP), frente a 200.000 de todos los otros partidos.
Lo que pasó allí sólo se explica por el secuestro de material electoral y su desvío a casas particulares y edificios gubernamentales, donde (los funcionarios) simplemente llenaron formularios y los entregaron a la comisión electoral, que se hizo cómplice y anunció esos resultados, acusó.
Por otra parte, el ministro de Información y Orientación Nacional, Jerry Gana, sostuvo que los opositores no deberían desacreditar una elección creíble, libre y justa, y los exhortó a seguir los canales previstos por la ley para plantear sus quejas.
El presidente de la Comisión Nacional Electoral Independiente, Abel Guobadia, también aseguró que los resultados anunciados reflejan la voluntad del electorado.
Los políticos que se sientan perjudicados son libres de impugnar los resultados ante tribunales electorales, dijo.
Según la Comisión, Obasanjo registró 24.456.146 votos en los 36 estados de Nigeria y en Abuja, la capital federal, mientras Buhari, del ANPP, obtuvo 12.710.029 sufragios.
Odumegwu Ojukwu, de la All Progressive Grant Alliance, figuró en tercer lugar con 1.297.445 votos. Más de 2,5 millones de votos fueron anulados.
En su discurso de aceptación, Obasanjo dijo que los nigerianos votaron por la continuidad, la estabilidad y el progreso y por una Nigeria unida y armoniosa.
Yo acepto con humildad el desafío de consolidar los logros de los últimos cuatro años y trazar el camino hacia un destino más grande para nuestra nación, declaró el presidente reelecto.
Algunos nigerianos están preocupados por la repercusión internacional de las acusaciones de fraude.
Me preocupa cómo repercutirá esta reacción en la prensa extranjera, que vino aquí justamente esperando eso y no un traspaso normal del poder de un gobierno democrático a otro, manifestó Ben Murray-Bruce, director general de la Autoridad Nigeriana de la Televisión.
Segun Aribike, un periodista de Lagos, criticó a los políticos opositores porque rechazaron los resultados antes de que fueran comunicados oficialmente por la comisión electoral.
Esos políticos deberían saber que los nigerianos ya no estamos interesados en la violencia política… y que no pueden atraer a elementos antidemocráticos para levantarse contra un gobierno elegido democráticamente. Estamos cansados del caos, declaró a IPS Bola Oladele, un líder juvenil de Lagos.
Algunos analistas creen que la mayoría de los 30 partidos políticos que participaron de las elecciones obtuvieron malos resultados porque se registraron e iniciaron su campaña a último momento, luego de obtener la correspondiente autorización judicial.
Todos se apresuraron a registrar su partido después de la apelación, pero algunos obtuvieron menos de 3.000 votos en todo el país y están condenados a desaparecer, señaló Henry Nzekwu, un ex candidato presidencial.
Finalmente, Nigeria se quedará sólo con cuatro o cinco partidos, vaticinó. (