Los gobiernos de Europa saludaron el colapso del régimen de Saddam Hussein en Iraq con satisfacción y alivio, incluso los de Alemania, Francia y Rusia, que se habían opuesto a la guerra encabezada por Estados Unidos contra el país árabe.
Berlín, París y Moscú recibieron con agrado el fin de la guerra tras 20 días de combates, pero agregaron que es importante que la reconstrucción de Iraq se inicie con rapidez.
Las fuerzas invasoras tomaron el control de Bagdad el miércoles. El presidente iraquí Saddam Hussein y sus principales colaboradores desaparecieron. Mientras, el primer ministro de Gran Bretaña Tony Blair, el principal aliado de Estados Unidos en la guerra, se declaró encantado por los acontecimientos.
Estamos observando estas imágenes junto con el resto del país y estamos encantados con lo que vemos. Sin embargo, debemos tener cuidado y no declarar prematuramente la victoria cuando aún puede existir una fuerte resistencia, declaró un portavoz de Blair.
El presidente francés Jacques Chirac expresó satisfacción por la noticia de la caída de Saddam Hussein y dijo esperar que los combates cesen pronto.
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Francia, como todas las democracias, expresa satisfacción por la caída de la dictadura de Saddam Hussein y espera un cese rápido y efectivo de los combates. Ahora es necesario crear las condiciones que devuelvan al pueblo iraquí su libertad, declaró la oficina del presidente.
También destacó la urgencia de hacer llegar la ayuda humanitaria y la importancia de que la Organización de Naciones Unidas (ONU) participe en la reconstrucción del Iraq de posguerra.
Ganar la guerra es una cosa, pero ahora es necesario ganar la paz. Tenemos muy claro en nuestras mentes que sólo podemos fijar la paz en un marco multilateral y con la ONU, declaró el secretario de Estado de la cancillería francesa, Renaud Muselier.
Francia fue el gobierno europeo que opuso más resistencia a la invasión de Iraq. Pocos días antes del 20 de marzo, cuando comenzó la guerra, advirtió que ejercería su poder de veto contra toda resolución que autorizara la guerra en el Consejo de Seguridad de la ONU.
La posición de Chirac respecto de la guerra podría tener serias consecuencias para el papel de París en el futuro europeo. El diario izquierdista francés Liberation advirtió que el presidente podría quedar aislado en la comunidad internacional.
Chirac se convirtió en el rey de la paz sin la corona, sostuvo Liberation.
El canciller (jefe de gobierno) alemán Gerhard Schroeder, que también se opuso a la guerra, recibió con agrado las alegres señales de lo que espera pronto sea el final de la guerra en Iraq.
Cada día que muestra que el fin de la guerra se aproxima es bueno. Por eso recibimos con beneplácito estas señales, declaró el canciller Schroeder.
También pensamos que el objetivo ahora debe ser transformar una probable y esperada conquista militar en una conquista política, dijo.
El primer ministro sueco Goran Persson, también contrario a la guerra dirigida por Estados Unidos, dijo que las noticias desde Bagdad eran maravillosas. Nadie quería que esta guerra continuase un día más, declaró.
El presidente polaco Aleksander Kwasniewski, cuyo país envió tropas a Iraq, comparó la caída de la dictadura iraquí con la del muro de Berlín y con la ejecución del dictador rumano Nicolae Ceaucescu, en 1989.
El canciller danés Pet Stig Moeller prometió que muy pronto Dinamarca enviará ayuda de emergencia a Iraq.
No obstante, algunos medios de prensa europeos objetaron la forma en que se registró la caída de Saddam Hussein.
El diario español El País comentó que, mediante la guerra, la coalición había frustrado toda posibilidad de derrotar a Saddam Hussein por medios pacíficos y de avanzar hacia un mundo en que todos obedezcan la ley en lugar de la voluntad del más fuerte.
El diario alemán Die Welt señaló que la era del derecho internacional diseñado para proteger las democracias y los déspotas por igual ha terminado.
El miércoles, Gran Bretaña lanzó una ofensiva diplomática en busca de apoyo en los países europeos para la reconstrucción de Iraq. Blair propone dar a la ONU un papel crucial e intenta recomponer los vínculos con Alemania, Francia y Rusia, que también desean el liderazgo del foro mundial.
Se espera que Schroeder, Chirac y el presidente ruso Vladimir Putin formulen sus iniciativas para el futuro de Iraq cuando se reúnan en San Petersburgo este viernes.
Los cancilleres de 15 estados de la Unión Europea harán lo mismo en Atenas la próxima semana.