El gobierno de Venezuela entregó las primeras divisas a importadores 70 días después de suspender la libertad cambiaria, para exasperación del sector privado que se mantiene en abierta confrontación con el presidente Hugo Chávez.
Un puñado de firmas importadoras de alimentos recibió entre el martes y este miércoles 9,5 millones de dólares.
Son las primeras empresas que acceden a moneda extranjera desde la veda cambiaria impuesta el 22 de enero, durante la cual nació un ente estatal para manejar ese régimen, la Comisión de Administración de Divisas.
El gobierno decidió implantar el control cambiario, que se transformó en una prolongada veda a la compraventa de divisas, porque la huelga empresarial y sindical de diciembre y enero contra Chávez fue acompañada por una fuga de capitales, no compensada por ingresos pues la exportación petrolera estaba interrumpida.
Pero en este país donde 60 por ciento de lo que se consume llega del exterior o se elabora con insumos importados, el sector privado está semiparalizado y 15 por ciento de las empresas quebraron durante el primer trimestre, sostuvo Albis Muñoz, presidenta encargada de la principal central patronal, Fedecámaras.
Con este paro cambiario estamos ante la destrucción de la economía venezolana. El gobierno ha decretado la ruina del país, dijo Muñoz, una de las promotoras de la huelga de dos meses para obtener la renuncia de Chávez o la convocatoria a elecciones anticipadas.
Casi a diario, portavoces del comercio o secotres de alimentos, medicinas, agroindustria, química, metalmecánica, automotor y turismo alertan sobre el riesgo de quiebra de empresas si se prolonga la veda cambiaria o si la dotación de dólares continúa siendo insuficiente.
Empresas y sectores considerados no prioritarios fueron excluidos de las listas iniciales para recibir dólares, aunque la Comisión hizo ajustes para agregar algunos ramos, como el automotor y los insumos para periódicos.
La filial venezolana de General Motors cerró sus operaciones el pasado fin de semana hasta el 21 de abril, por falta de material para ensamblaje, y suspendió su plan de inversiones para este año.
Nos ha afectado el retraso en la asignación de divisas, admitió el presidente de la firma, Peter Friedrich. La compañía Ford trabaja sólo tres días por semana.
Venezuela destinaba el año pasado un promedio mensual de 1.170 millones de dólares para importaciones y transferencias privadas al exterior. Pero la Comisión de Divisas alertó que sólo dispondrá de aproximadamente la mitad de ese monto en los meses por venir.
No podemos dar divisas alegremente, dijo Chávez en su programa semanal de radio y televisión Aló presidente, y lanzó como consigna para la Comisión de Divisas que no haya ni un dólar para los golpistas, en alusión a los promotores del paro en su contra.
El Estado, a través de la exportación petrolera, genera más de 80 por ciento de los ingresos de divisas del país.
Los dólares que obtienen los particulares por exportaciones e ingresos netos también son de venta obligatoria al Banco Central, organismo emisor y de reserva.
Francisco Mendoza, presidente de la Asociación de Exportadores, deploró que la Comisión de Divisas cada 15 días nos cambia las reglas. Sucesivas regulaciones han aumentado los requisitos que deben cumplir las empresas solicitantes de dólares, desde estar al día con los impuestos hasta constituir fianzas en bolívares, la moneda nacional.
El economista independiente Alexander Guerrero dijo a IPS que profesionales, empresarios y políticos de oposición coinciden en que la aversión de este gobierno por las fórmulas de libre mercado impulsa una autarquía ruinosa, vista como un pase de factura por la conducta política del empresariado durante la huelga.
El presidente Chávez actúa en política en términos de confrontación, por lo que tiene sentido pensar que quiere torcerle el brazo a los sectores empresariales que lo adversan, comentó a IPS Luis León, economista de la firma encuestadora Datanálisis.
Es verdad que este control de cambios no se ha implantado sólo ante una situación económica, sino en un clima político enrarecido, admitió el ministro de Agricultura, Efrén Andrades.
Además del control de cambios, el gobierno implantó un control de precios sobre centenares de alimentos y medicinas y algunos otros bienes y servicios, que se tradujo en un descenso de la inflación, de 3,4 por ciento a febrero a 0,8 por ciento en marzo.
Así como tomé la decisión de los controles de cambios y de precios, le pido, le exijo al Banco Central, que regule las tasas de interés, porque son demasiado altas, más de 40 por ciento para préstamos, dijo Chávez este miércoles en un acto con pequeños empresarios.
La veda cambiaria, por otra parte, hizo reaparecer propuestas de trueque o de pago con monedas nacionales, especialmente de parte de empresarios de Colombia (principal socio comercial de Venezuela en rubros no tradicionales) que tienen facturas por cobrar a sus compradores venezolanos por 350 millones de dólares.
La presidenta de la Cámara Colombo-Venezolana de comercio, María Luisa Chiappe, propuso la semana pasada acudir al trueque, pero ante las dificultades operativas retomó luego la idea de pagar las compras con pesos colombianos y bolívares a través de un banco que opere en ambos países.
La idea es grata a Chávez, quien en un acto con empresarios brasileños expuso su interés en que empresas de Brasil presten servicios de ingeniería y construcción de carreteras y puentes en Venezuela, y reciban en pago petróleo crudo.