AMBIENTE-BRASIL: Crece el reciclaje de neumáticos

El reciclaje de neumáticos usados, en especial para hacer combustible industrial, aumenta en Brasil desde el año pasado, por la vigencia de una norma que impone a sus fabricantes darles un destino ambientalmente sano.

Industrias de cemento, alimentos, petróleo y productos de caucho los utilizan como insumo energético o materia prima, y así reducen costos, porque se trata de desechos que obtienen gratis y con ventajas adicionales.

Los neumáticos dejaron de ser simple basura arrojada en medio de la naturaleza o en vertederos, donde su descomposición puede tardar siglos.

”Retiramos unos 70.000 del río Tieté”, que cruza el meridional estado de Sao Paulo y su capital del mismo nombre, dijo a IPS Gerardo Tommasini, presidente de la Asociación Nacional de la Industria de Neumáticos (ANIP).

En 1999, el Consejo Nacional de Medio Ambiente (CONAMA) fijó metas crecientes de eliminación de neumáticos inservibles a partir de 2002.

Las epidemias de dengue en los últimos años también urgieron al gobierno y la sociedad a evitar que los neumáticos queden al aire libre y acumulen agua de lluvia donde se reproducen los mosquitos aedes aegypti, transmisores de la enfermedad.

El año pasado ”superamos la meta” de darle un destino ecológico a 7,6 millones de unidades u 80.000 toneladas, equivalentes a un cuarto de las ventas en el mercado interno, y se reciclaron ”casi 11 millones de neumáticos o 130.000 toneladas”, destacó Tommasini.

Las 16 empresas asociadas a la ANIP vendieron en el país 30,4 millones de neumáticos nuevos en 2002, y además exportaron 15,6 millones.

La exigencia de reciclaje para este año sube al equivalente de la mitad de las ventas, y para 2004 será equivalente al total vendido.

A partir de 2005, la industria deberá recoger y reciclar 20 por ciento más de lo que venda en el país, y entonces empezará la efectiva reducción de los neumáticos botados en la naturaleza, que son más de 100 millones según especialistas.

”Es una tarea compleja y cara para una industria que ya paga 40 por ciento de impuestos” sobre sus ventas y hará el esfuerzo posible para cumplir las metas, observó Tommasini.

De todos modos, esas metas pueden ser revisadas ante dificultades imprevistas en un país sin experiencia anterior en la materia, apuntó.

El proceso empieza por la recolección, sobre todo mediante la red de 4.000 puestos de venta en el país, que los entregan en los llamados ”ecopuntos”, grandes depósitos a veces facilitados por las municipalidades.

Luego los neumáticos son procesados en centros de trituración, que por ahora son sólo tres en el país, lo cual exige transporte en largas distancias. El material picado ya sustituye el carbón mineral o vegetal en varias fábricas de cemento y otras industrias.

La Cooperativa de Caficultores de Maringá (COCAMAR), que produce variados alimentos en ese municipio, del meridional estado de Paraná, inició en febrero la quema de neumáticos usados en sus calderas.

A partir de este mes, su consumo mensual será equivalente a unas 150.000 unidades, o sea unas 950 toneladas, y representará cinco por ciento del combustible usado, en su mayor parte bagazo de caña de azúcar.

Para eso la COCAMAR tuvo que invertir unos 46.000 dólares, pero ahorrará siete veces más cada año, calculó el ingeniero Claudiomiro Sirotti, responsable de nuevos productos de la firma. El nuevo combustible no sólo tiene ”costo cero”, sino que además genera cuatro veces más calor que la madera, señaló.

El grupo Votorantim, mayor conglomerado industrial brasileño, ya ahorra 10 por ciento del petróleo que empleaba en su fábrica de cemento Rio Branco, también en Paraná, y espera aumentar este año a más del doble el uso de neumáticos picados como combustible.

”Sólo entregamos el material a empresas o proyectos autorizados por las autoridades ambientales”, que no generan contaminación con su quema, destacó Tommasini.

Los usos se diversifican con rapidez. La estatal petrolera Petrobrás mezcla cinco por ciento de neumáticos con pizarra para producir combustible, gas y azufre, y ya consumió cinco millones de neumáticos en su planta de Sao Mateus, en el sudoeste del país.

Viejos neumáticos pulverizados se usan para sustituir al caucho original en la confección de tapetes para automóviles, muebles, vestimenta, calzado y aislantes térmicos o acústicos para edificios.

”Recién empieza su utilización para hacer más flexible y duradero el asfalto de las carreteras”, como en Europa, añadió Tommasini.

Brasil despertó para esa ”gran oportunidad de negocios”, dijo a IPS André Vilhena, director ejecutivo del Compromiso Empresarial por el Reciclaje, que reúne a empresas interesadas en aprovechar desechos y mejorar el ambiente.

La medida del CONAMA sería inocua si fuera posible hacer buenos negocios con los neumáticos inservibles, añadió.

Ese material también puede usarse para contener terrenos en pendiente, cuyos derrumbes han causado muchas muertes en barrios pobres de Brasil, y para construir rellenos sanitarios.

También se estudia su empleo como combustible único de centrales termoeléctricas, en lugar del carbón, el petróleo o el gas natural, informó Vilhena. (

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