El Congreso de Sindicatos Sudafricanos (Cosatu), principal federación de trabajadores de este país, se ha debilitado por la reducción de sus afiliados, atribuida por los dirigentes al elevado desempleo.
El presidente de Cosatu, Willy Madisha, admitió en su informe al comité central que la confederación perdió 100.000 afiliados en los últimos tres años, fenómeno que atribuyó al desempleo de entre 30 y 40 por ciento de la fuerza de trabajo. Hoy, Cosatu cuenta con alrededor de 1,7 millones de afiliados.
Cosatu sufre una grave crisis organizativa y financiera. Funcionarios de la central sindical informaron al comité central que los afiliados deben 667.000 dólares. Mientras, en las cuentas de uno de los principales sindicatos, el de Trabajadores de la Educación y la Salud, figuran 1,5 millones de dólares en rojo.
La central sindical ejerce una firme prédica opositora. Cosatu pretende más presupuesto para programas oficiales de desarrollo económico y social y el fin del proceso de privatizaciones. Mientras, el gobierno de Thabo Mbeki continúa con su férreo control fiscal y con la venta de empresas estatales.
La confederación prevé efectuar en junio aun más presión. Entonces se realizará la Cumbre por Crecimiento y Desarrollo, conferencia en que delegados del gobierno, los empresarios y los sindicalistas se concentrarán en idear mecanismos para acelerar el crecimiento de la producción y la creación de empleos.
Los observadores ya prevén una gran tensión entre los representantes del gobierno y los de los sindicatos en la conferencia.
El gobierno coincide con Cosatu en que el desempleo es el principal problema nacional. Pero las diferencias emergen cuando se trata de tomar medidas para reducirlo.
El gobierno propondrá en la conferencia de junio medidas para aumentar la inversión, dar mayores oportunidades para el desarrollo de empresas y acelerar el ritmo de la restructura de la economía.
El gobierno admite que, a pesar de los avances de los últimos años, aún queda mucho por hacer, según un documento que se elevará a la Cumbre y que fue elaborado por un equipo que encabeza el director general del Departamento de Trabajo, Rams Ramashia.
Madisha reconoció algunas cosas buenas en el documento oficial. Pero a las propuestas del gobierno les falta mucho para ser una estrategia coordinada de restructura económica. Unos pocos programas más de apoyo a la pequeña y mediana empresa y de entrenamiento serán insuficientes, agregó.
El dirigente también cuestionó la división del movimiento sindical sudafricano, aludiendo a la creación de la Confederación de Sindicatos de Trabajadores Sudafricanos (Consawu), cuarta central del país, a fines del año pasado.
Una de las armas más potentes en manos del capital sudafricano es la división del movimiento sindical. La creación de otra federación es una mala noticia para los trabajadores, afirmó el líder del Cosatu.
En lugar de trabajar con la meta de una federación nacional única y más poderosa, los sindicatos que se afiliaron a Consawu eligieron fragmentar la voz de los trabajadores y aumentar el poder del capital, sostuvo. (