La neumonía asiática que hasta este lunes causó 58 muertes en el mundo preocupa al gobierno y la población de Singapur, donde las escuelas permanecen cerradas, se agotan las máscaras y la población teme salir de sus casas.
La enfermedad, denominada en la jerga médica Síndrome Respiratorio Agudo Severo (SRAS), mató a dos personas e infectó a 91 en este estado del sudeste asiático hasta la fecha.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), más de 1.620 personas contrajeron la enfermedad y 58 murieron por su causa en 13 países de América del Norte, Asia y Europa. El síndrome se habría expandido desde Hong Kong, China continental y Vietnam al resto del mundo.
El experto en enfermedades contagiosas de la OMS que había identificado la enfermedad, el italiano Carlo Urbani, murió del mal en Bangkok el sábado.
El gobierno de Singapur ordenó el pasado miércoles el cierre de las escuelas hasta el 6 de abril. La medida afecta a 600.000 estudiantes en esta ciudad-estado de cuatro millones de habitantes.
Pero muchos adultos también optan por quedarse en casa antes de salir a comer afuera o ir a bailar. Las máscaras son cada vez más comunes, como forma de evitar el contagio a través del estornudo y la tos.
Un cartel en la farmacia del centro comercial Parco Bugis avisaba máscaras faciales agotadas. Fuera del edificio casi desierto, una larga línea de taxis vacantes esperaba pasajeros.
Poca gente sale de su casa. Le tienen miedo al virus, dijo el taximetrista Lim Teck Hua, cuyos ingresos cayeron durante el fin de semana por la falta de clientes.
Pero los conductores de taxis también le temen al SRAS. Si un pasajero tose, rápidamente abrimos las ventanas, explicó Lim.
El Ministerio de Salud Pública había anunciado la búsqueda de un taximetrista que trasladó a una persona infectada a un hospital el miércoles. El hombre fue hallado el domingo y se encuentra en cuarentena.
El terror en la saliva, tituló el diario Today, según el cual SRAS se convirtió en la sigla más conocida en Singapur en los últimos días.
El arzobispo de Singapur, Nicholas Chia, recomendó a los sacerdotes católicos que no den la comunión a los fieles en la boca, sino en la mano. La Iglesia Anglicana también suspendió la práctica de sus feligreses de tomar vino de la misma copa.
Los primeros casos de SRAS en Singapur afectaron a tres mujeres que habían viajado a Hong Kong y luego contagiaron a familiares y amigos. En Hong Kong se produjeron más de 530 casos de infección y al menos 13 muertes.
Pero el caso más reciente es el de una diseñadora que volvió a Singapur el día 26 tras visitar Hong Kong y Beijing. En toda China, la enfermedad se cobró 34 muertes y más de 800 infecciones.
Las autoridades creen que al menos 60 personas habrían entrado en contacto con la diseñadora antes de su hospitalización. No todos fueron hallados aún y puestos en cuarentena.
Observadores internacionales elogiaron la actitud del gobierno ante la crisis.
Mientras, los maestros apoyaron la decisión de cerrar las escuelas. Algunos institutos privados ya habían suspendido las clases antes de que lo ordenara el gobierno, ante la inquietud de los padres que preferían que sus hijos se quedaran en casa.
Unas 1.500 personas expuestas al virus se encuentran en cuarentena. Se les ordenó permanecer en sus casas por la Ley de Enfermedades Infecciosas y ni siquiera se les permite salir a comprar alimentos, que les son proporcionados por agencias oficiales. Los infractores son sancionados con severas multas.
Las aerolíneas que operan en el aeropuerto estatal de Changi siguen las recomendaciones de la OMS y preguntan a los pasajeros si podrían haber estado expuestos al virus o si sienten síntomas típicos de la enfermedad, como fiebre superior a 38 grados, tos y dificultades para respirar.
Muchos de los pasajeros utilizan máscaras, tanto en el aeropuerto como en los aviones.
El gobierno creó una comisión para analizar los controles fronterizos con miras a impedir el ingreso de más infectados al país, pero las medidas oficiales no tranquilizan a todos, mientras los expertos luchan por hallar una cura al SRAS.
Varios músicos extranjeros, como Moby, cancelaron conciertos previstos en Singapur y otros países asiáticos. La banda de rock Rolling Stones realizó dos conciertos en Singapur la última semana, pero canceló sus actuaciones en Shangai y Beijing, fijadas para el 1 y 4 de abril respectivamente.
Así mismo, las autoridades de Australia, Estados Unidos, Finlandia e Irlanda advirtieron a sus ciudadanos que suspendan sus viajes a zonas afectadas por el SRAS.